lunes, 17 de agosto de 2015

MUSEO ARQUEOLOGICO DE JEREZ, CADIZ

Visita a la sala andalusí del Museo Arqueológico de Jerez

Por Elisa Simon

El actual museo arqueológico de Jerez está situado en la plaza del Mercado en el barrio de San Mateo. Este barrio guarda su carácter andalusí, en el entramado de calles estrechas y pequeñas plazas de la antigua medina.




El edificio del museo corresponde al siglo XVIII construido entorno a un patio central. Esta casa-palacio sirvió a lo largo de los siglos XIX y XX como Colegio, Instituto y Escuela de Enseñanza.
Tras un proceso de rehabilitación y ampliación del edificio con nuevas salas y patios, se abrió en el año 2012 el nuevo y magnífico Museo Arqueológico de Jerez.


La amplia colección de piezas que ofrece a lo largo de sus diez salas, que están distribuidas en dos plantas abarca desde la prehistoria cuando se asentaron en esta zona los primeros humanos hasta la edad moderna. A lo largo de su recorrido entre hermosas y únicos objetos milenarios, se exponen paneles explicativos así como amenos y muy ilustrativos audiovisuales. De esta manera el visitante podrá conocer las diversas culturas y civilizaciones que de forma sucesiva han poblado esta tierra. Una de las piezas antiguas más importantes es el casco corintio del Guadalete, que es uno de los bronces griegos más antiguos de la Península.
La sala séptima es la dedicada a los siglos andalusíes. Un magnífico audiovisual nos introduce en la historia de Madinat Sharish y su entorno y su desarrollo sobre todo en época almohade. Las investigaciones e intervenciones arqueológicas de los últimos años tanto en la ciudad como en el interior del Alcázar han arrojado luz y nuevos conocimientos de los siglos andalusíes anteriores a los almohades.
Es complejo explicar cada pieza andalusí que compone esta sala, de ahí que me centraré en los objetos que considero más relevante.

ATAIFOR CALIFAL

Este hermoso plato grande, de forma convexa, paredes curvas, donde se servía la comida, se encontró en la plaza de Belén. Estaba roto en varios pedazos y con bastante suciedad incrustada. Gracias al trabajo de los profesionales restauradores se ha limpiado y restaurado para ser expuesto como uno de los ejemplos más hermosos de la cerámica verde y manganeso, típica del siglo X califal. Este tipo de técnica y decoración  refinada, corresponde a las primeras producción de los alfares de madinat az-Zahra, ya que esta técnica es uno de los aportes orientales que en al-Andalus alcanzaron un gran desarrollo y especialización.




La cerámica vidriada impermeabilizaba la vajilla para que los alimentos no modificaran su sabor. En los talleres cordobeses se producía esta cerámica con una base de blanco de estaño y  barnices obtenidos del plomo para impermeabilizar. El verde y manganeso, se obtenía  del óxido de cobre para el verde y manganeso para el negro-morado. Los califas omeya emplearon esta vajilla como símbolo de su unidad política en al-Andalus, de su poder y su prestigio. De esta manera se hizo célebre en todo el territorio, y pronto comenzaron a trabajar alfareros en distintos puntos con este tipo de técnica decorativa típica califal. Según los especialistas una hipótesis de la expansión de esta cerámica por distintos lugares del territorio y a Jerez en nuestro caso, podría ser de que los gobernadores de las provincias tenían esta valiosa vajilla que formaba parte de la dotación que llevaban a sus respectivos lugares de destino.  

La decoración de la cerámica verde y manganeso es variada, en este caso, se trata de un hermoso ciervo de perfil que lleva una ramita en la boca. Es una obra de arte del artista andalusí que empleó mucha delicadeza y buen gusto.

JARRA CON MOTIVOS ZOOMORFOS Y FITOMORFOS

Esta hermosa jarrita es de cerámica pintada en marrón rojizo y está datada en el siglo X, hallada en el yacimiento de Mesas de Asta, en las afueras de la ciudad. Tiene una delicada decoración en forma de círculos en cuyo interior se alternan flores y pájaros. Este tipo de cerámica también pertenece a los producidos en los talleres de madinat az-Zahra.

JARRA TAIFA

Este ejemplar fue realizada en cuerda seca parcial en el siglo XI. Forma parte de los hallazgos realizados en la plaza de Belén. Tiene forma redondeada, siendo su cuello estrecho, en la zona más ancha de la jarra aparece la inscripción “al yumn o yumn” que significa “felicidad”(según el diccionario esta traducción es incorrecta), en vedrío verde y repetido hasta cinco veces alrededor de la jarra.




En los alfares de las distintas ciudades se producía la técnica verde y manganeso hasta la caída del califato, a principios del siglo XI. En ese momento los artesanos derivaron su producción en una evolución que derivó en la cuerda seca. La técnica de la cuerda seca consiste en trazar el dibujo con óxido de manganeso que se mezclaba con grasa, que tenía la función de separar los colores. De esta manera se rellenan los dibujos con óxidos, dando así volumen al diseño, siendo la grasa el elemento que separa los colores quedando de esta forma aislados los unos de los otros.

BACÍN ALMOHADE

Esta pieza es especialmente hermosa, es más bien pequeña, pero me encantó. Los arqueólogos la encontraron en la plaza de la Encarnación, situada en el entorno del Alcázar. La dataron entre los siglos XII / XIII.
Como pueden ver se trata de un bacín cilíndrico alto y recto, esbelto y bello. La decoración en cuerda seca repite la palabra “al-mulk al-da´im” que significa “el poder eterno”.




CUÑO DE ESTAMPILLAR ALMOHADE

Ya hemos visto que en época califal se empleaba la técnica verde y manganeso, que luego derivó en época taifa en la cuerda seca, donde los alfareros hacían dibujos. Entre los siglos XII y XIII bajo el imperio almohade se desarrolló la técnica del estampillado en cerámica, que tuvo una gran difusión en todo el territorio. En los alfares ya era común el uso del torno, los artistas almohades empleaban cuños de barro con matrices para estampillar sobre la arcilla o barro fresco.




Los cuños solían ser de barro y se empleaban en piezas grandes de cerámica como tinajas, para almacenar líquidos o sólidos o brocales de pozo.
Los cuños tenían diferentes tamaños y tipos de decoración, si bien casi todos, como éste tenían una forma que facilitaba el trabajo de estampillar al alfarero. La matriz que se encontraba a ambos lados del cuño tenían forma cóncava.


fragmento de brocal de pozo, con estampillado

fragmentos de gran tinaja con decoración estampillado


Los motivos decorativos podían ser variados, como éste cuño con motivo geométrico-fitomorfo en ambas matrices. El motivo para estampillar esta en negativo y se solía decorar a base de bandas que cubrían la superficie de las piezas. En la decoración pueden mostrar también arquitos ciegos o motivos protectores como la mano de Fátima.


decoración estampillada con escudo protector de la mano de Fátima

PEINE ANDALUSI DEL ALCAZAR

Este hermoso y pequeño fragmento de peine de marfil fue hallado en el año 2003 durante las excavaciones en el interior del Alcázar en una zona cercana al pabellón real. Los arqueólogos lo han datado en el siglo XI, es decir, la época taifa.
Este fragmento de peine tiene dos hileras de dientes, de un lado son un poco más anchos y con cierta distancia, mientras que del otro lado las púas son más estrechas y juntas. Con un lado se desenredaban el cabello y por el otro se peinarían. Podría servir tanto para hombre como para mujer de la alta sociedad andalusí, por el sitio donde se encontró y por la decoración que muestra.
Ya que solo se halló un fragmento, se muestra la parte trasera de un animal, que los expertos han identificado con una liebre o conejo, animal con la que se suele representar la fertilidad.




BIBLIOGRAFIA:

- al-Andalus, las artes islámicas en España – edicion del catálogo de la exposición 1992 – Granada
- www.jerez.es/webs_municipales/museo/

MAS FOTOS DEL MUSEO CON PIEZAS INTERESANTES 


vitrina con piezas cerámicas de los siglos X y XI

tazas o jarritas con decoración datadas en el siglo XI


posibles piezas de ajedrez










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