sábado, 23 de diciembre de 2017

TINAJA ESTAMPILLADA

Tinaja estampillada almohade

Por Elisa Simon

tinaja del siglo XII - exposición Malaqa,ciudad del saber. 

La mejor forma de acercarse a la historia de un pueblo es visitando sus Museos.
La cerámica expuesta en ellos, es muy especial, porque es un material resistente al paso de los siglos. Los pueblos del Mediterráneo emplearon y emplean la cerámica en su vida diaria. De ahí la importancia de la información que aporta. Puede dar respuesta a "dónde, cuándo, cómo y quién" era la persona o sociedad que usó esas piezas cerámicas. Además nos cuentan acerca de los alfareros, sus técnicas y especialidades. Nos puede dar información acerca de los alfares, su localización y la relación con la sociedad y las ciudades. El tipo de arcilla nos puede hablar de la calidad de la tierra, su color, su textura. Esta forma de ver la cerámica, me la dio la investigadora de Sevilla, Pilar Lafuente. Ella tiene la capacidad de transmitir lo que las piezas le cuentan a ella.  


fragmentos de tinajas con decoración estampillado
En este artículo les quiero mostrar unos ejemplos de cerámica específica. La estampillada. Se trata de una técnica decorativa empleada ya por los griegos y los romanos a lo largo del Mediterráneo. A partir del siglo VIII, los alfares tardo-romanos  de la Península, se mezclaron con los aportes de los pueblos beréberes y orientales, creando una cerámica bellísima en tiempos del califato omeya y en el siglo XI de los reinos de taifas. El máximo esplendor de esta cerámica estampillada se alcanzó en tiempo de los Almohades, es decir, los siglos XII y XIII.

tinaja expuesta en el museo arqueológico de Sevilla, almohade sigloXII

El estampillado convivió con la cuerda seca y otras técnicas decorativas. Se puede decir que la cerámica se diversificó al tiempo que se estandarizó, ya que encontramos piezas muy similares en distintos puntos de al-Andalus. Con anterioridad al siglo XII los talleres estaban concentrados en ciudades como Córdoba o Málaga o la cerámica de gharb al-Andalus.  

fragmento de tinaja con estampillado, museo islámico de Tavira, Algarve, Portugal 

El estampillado consiste en la aplicación de una matriz o sello, que solía ser de madera, con un dibujo sobre el barro tierno. Este tipo de decoración, se empleaba en cerámicas de grandes dimensiones, como tinajas, jarras o brocales de pozo.

cuño de estampillar, museo arqueológico de Jerez de la Frontera, Cádiz 

Las tinajas, llamadas jabiya en árabe, son grandes recipientes para conservar el agua fresca en las casas. Tienen cuerpo ovoide y cuello estrecho para evitar que se derrame el agua y dos asas para facilitar el transporte. Las paredes porosas de estos recipientes actuaban como grandes filtros, refrescando su contenido, rezumando hacia el exterior, que se recogía en un rebosadero. En todas las casas andalusíes había al menos una tinaja en un rincón del patio, donde se disponía de agua fresca bien para beber o cocinar. 

tinaja almohade expuesta en el museo de Silves, Algarve, Portugal 

Aquellas tinajas o jarras destinas a contener otras sustancias, estaban vitrificadas en su interior. De esta manera se impermeabilizaba el recipiente. El vidriado se lograba a base de barnices de óxidos metálicos. Fue un gran avance en el siglo XII ya que así el contenido no se impregnaba de la arcilla cocida evitando contaminación.
En las cocinas se encontraban las jarras de diversos tipos donde se conservaba el aceite o las legumbres.    

El alfarero aplicaba el sello con mucho cuidado, con precisión y presión justa, creando bandas horizontales, que abarcaban gran parte de la superficie de la pieza.
El tinajero trabajaba en alfares exclusivos con hornos adecuados al tamaño de las cerámicas. Habitualmente el alfarero realizaba la base de la tinaja a torno.

fragmento de cerámica con estampillado, Museo Arqueológico de Málaga

El cuerpo de la tinaja lo creaba con la técnica de rollos, que consistía en colocar unas tiras amasadas a mano, una sobre otras, formando la circunferencia de la tinaja. Debía hacer estas tiras cuidando que tuvieran el mismo espesor.

El alfarero podía hacer esta labor permaneciendo en el sitio, mientras que hacía girar la pieza o bien, podía ser él quien gire alrededor de la misma.
  
El alfarero realizaba las asas para el transporte y el cuello de la tinaja a torno.  
Después debía alisar la superficie, eliminar las imperfecciones y aplicaba una capa de engobe y se dejaba secar. Sobre la pieza de barro fresco, el alfarero decoraba las bandas horizontales con la ayuda del sello, con motivos geométricos, vegetales, elementos arquitectónicos, como arquillos, símbolos talismáticos.

fragmento de tinaja con estampillado con símbolos profilácticos, Mano de Fátima dentro de arquitos con alfiz

El tipo de decoración estaba relacionado con la forma de vida mediterránea. Debemos pensar que esta sociedad en la Edad Media era supersticiosa. La gente solía protegerse a sí misma, a sus seres queridos y sus hogares con símbolos o rituales ancestrales. De esta manera se protegían de lo desconocido, que consideraban maléfico.

decoración de fragmento de tinaja con Mano de Fátima, como símbolo de protección. La mano está dentro de un arquito estilizado 

De ahí que este elemento tan valioso como es el agua, tuviera en la decoración de las tinajas representaciones de estos símbolos profiláctico, como la Hamsa o Mano de Fátima, el Sello de Salomón, el Árbol de la Vida. Así como frases o palabras de contenido sagrado; como “chahada”, “basmalah”, “al-mulk” que significa el poder, “al-´afiya”, la felicidad, “al-yumn” la prosperidad, “baraka”, bendición, “ash-shurk”, la recompensa.

fragmento de tinaja, estampillada con decoración arquitectónica, con arcos lobulados en forma de puntos



ejemplo de brocal de pozo, del Museo arqueológico de Sevilla, donde el estampillado también muestra decoración con características similares a las tinajas. 



BIBLIOGRAFÍA:

-               - Historia de España tomo VIII-2 Menéndez Pidal. Editorial Espasa Calpe
-               - Os signos do Quotidiano. Catálogo de la exposición Campo Arqueológico de Mértola,           2011
                 - Catálogo del Museo de Mértola, arte islámica.  



martes, 5 de diciembre de 2017

CONGRESO TAWA´IF HISTORIA Y ARQUEOLOGIA DE LOS REINOS DE TAIFAS



CONGRESO “TAWA´IF
HISTORIA Y ARQUEOLOGIA DE LOS REINOS DE TAIFAS"

Celebrado en Granada del 22 al 25 de Noviembre de 20717 en la sede de la Fundación Euroarabe de Altos Estudios.

Por Elisa Simon




Esta experiencia comenzó el 21 de noviembre  a las 10:00, hora en que llegué a Granada. Un día espléndido y cálido me dio la bienvenida a la ciudad zirí. Aquí me siento muy cómoda. Ya no sé cuántas veces visité esta ciudad.  Me dejé llevar por las hermosas calles del centro y del Realejo, para luego encaminarme hacia el “paseo de los Tristes”. Los árboles aún frondosos, mostraban sus hojas amarillas, pardas y rojas, que se resistían a caer de las ramas, mientras que otras iban cubriendo el suelo granadino, como un manto color marrón.

El brillo suave del sol de otoño se reflejaba en las escasas aguas del Darro. ¡Ay, cuánto nos podría contar este río! Pensando en el Congreso que comenzaba al día siguiente, me adentré, una vez más, en el hammam al-Yawza en el arrabal zirí de Ajsaris. Despacio, disfruté en silencio y a solas de este baño tan hermoso y bien conservado. 

Había llegado la hora del almuerzo. Puntual apareció mi amigo José María y me llevó a un lindo bar de la calle Elvira. Charlamos mientras comimos unas ricas tapas de la cocina mediterránea. Como sobremesa dimos un paseo por el Albaycín, mientras José María me contaba por dónde discurría la muralla zirí y el curso de la acequia de Axares, cuyos ramales permitían el cultivo de los huertos que ocupaban la parte baja de la ladera hasta el río.

Nuestros pasos nos llevaron hasta la tetería del Bañuelo, una antigua casa, reformada en estilo rústico con mobiliario marroquí, donde degustamos un rico té moruno con pastelitos. Esta acogedora tetería mantiene las habitaciones de la casa, su amplia terraza se asoma a la Alhambra,  con una vista que quita el aire.  
Este primer día finalizó temprano. Me debía preparar para el inicio del Congreso a la mañana siguiente.

A las 09:30h llegué a la Fundación Euroárabe, situada en la calle san Jerónimo, donde fui recibida con una sonrisa, me entregaron la acreditación y entré en el patio cubierto con una hermosa y moderna cúpula acristalada.  Enseguida me topé con Bilal, el coordinador y organizador de este Congreso. Bilal Sarr es un joven profesor  de la Universidad de Granada y doctorado en Historia Medieval. Nos saludamos con alegría y charlamos sólo unos minutos, ya que él estaba muy solicitado.


Profesor Bilal Sarr 
Accedí a la sala de conferencias, muy acogedora, elegí un asiento y con puntualidad se inauguró el Congreso. Nos dieron la bienvenida María Ángeles Navarro, de la cátedra “al-Babtain” de la Universidad de Granada. Inmaculada Marrero Rocha, secretaria ejecutiva de la Fundación Euroárabe nos dio la bienvenida en nombre de la Fundación Euroárabe y elogió el dinamismo y energía del profesor Bilal Sarr como coordinador de este Congreso. El profesor Fernando Cornet Sanchez del Águila, en representación de la Universidad de Granada, contó que en sus tiempos, dentro del plan de Estudios oficial en los colegios e Institutos no se contemplaba el aprendizaje de historia y cultura de al-Andalus, sino más bien se obviaba. Tomó la palabra Bilal Sarr, quien explicó, con voz firme, el motivo que lo llevó a la realización de este Congreso, indicando que los reinos de taifas y el siglo XI andalusí ha sido una materia poco estudiada y profundizada por los investigadores y especialistas, frente a otros períodos de la vasta historia de al-Andalus. Haciendo referencia a Granada, indicó que la dinastía zirí había quedado algo rezagada frente a la nazarí y que lejos de considerar el siglo de las taifas como un momento histórico decadente e irrelevante, Sarr defendió la riqueza cultural y científica, la diversidad de los reinos y los hechos acaecidos en cada una de ellas, como fundamental dentro de la historia andalusí. De ahí que el profesor Sarr hiciera el esfuerzo de reunir para este Congreso al mayor número de especialistas, procedentes de todos los rincones de la Península ibérica. Su intención era que hubiera una pluralidad y se fomentara el mayor y mejor contacto entre ellos, para arrojar luz a un siglo que se merece más atención, difusión y estudios.


mesa de inauguración del Congreso en la Fundación Euroarabe

Con este espíritu comenzó la primera sesión de ponencias de este Congreso, que me pareció muy completo, ya que a lo largo de dos jornadas y media, intensivas, se celebraron 19 ponencias y 6 comunicaciones. La temática abarcó las diversas fuentes tanto escritas como materiales para ahondar en el estudio de los reinos de taifas. Los expertos e investigadores de primer orden, doctores en Historia Medieval, cultura literaria, arqueólogos, especialistas en epigrafía, cerámica, numismática, así como un experto en la comunidad judía de Granada, se afanaron en exponer sus puntos de vista, actualizar las investigaciones, mostrar sus trabajos realizados para abrir un espacio de debate e intercambio de conocimiento dentro del marco académico.

Los que asistimos a este Congreso hemos tenido la oportunidad de conocer en profundidad la historia de los reinos de taifas, desde la arqueología y la cultura material y abrirnos así nuevos caminos para seguir aprendiendo acerca de este período. A nivel personal,  me sirvió para disfrutar de un tema que me fascina, tuve el placer de conocer a los profesores, arqueólogos e investigadores, que tanto he leído y consultado en sus  artículos y libros tan interesantes y esclarecedores. 

Durante este Congreso realicé un viaje imaginario a lo largo y ancho de la geografía de al-Andalus. Para poder emprender este camino, debía llenar “mi maleta” con las fuentes escritas para el estudio de los reinos de taifas, gracias a la ponencia magnífica del profesor Felipe Maíllo Salgado de la Universidad de Salamanca. Historiadores, cronistas, geógrafos y literatos que narraron la historia y de donde nosotros debemos beber para estudiarla en profundidad. También fue necesario incluir en la maleta de viaje la información aportada por las fuentes materiales, no sólo referida a las cerámicas, sino la epigrafía y la numismática, fuentes que nos pueden aclarar y mucho aspectos determinados de los reyes y sus reinos. 

Desde Francia, vino el profesor de la Universidad de Orleans, Sébastien Gasc, quien ofreció la conferencia titulada “La numismática como fuente para el estudio de las taifas”. A continuación me dejó fascinada la profesora de la Universidad de Málaga, experta en epigrafía María Antonia Martínez Núñez. 




Profesores Sébastien Gasc, Felipe Maíllo Salgado y María Antonia Martínez Núñez 
Ella profundizó de forma amena “la epigrafía de taifas”. Finalmente, había que guardar en “mi maleta” la inmensa aportación que está ofreciendo la arqueología científica e investigadora, cuyos resultados han provocado que se tuviera que reescribir parte de la historia. El arte y su historia también era un factor fundamental para llevar en mi viaje, para ello el investigador del CSIC-LAAC el profesor Juan Antonio García Granados, me hizo ampliar mi visión a la hora de ver los zócalos pintados de las albercas, patios, paredes en el sigo XI. Hay que verlo todo en perspectiva.

El punto de partida de este viaje con maleta en mano fue Garb al-Andalus, donde me pude adentrar a través de la arqueóloga Susana Gómez en la bella Mértola junto al Guadiana, Silves junto al Arade, donde el adolescente al-Mu´tamid vivió y gozó su época dorada. Me hizo mucha ilusión escuchar a Susana Gómez de la Universidad del Algarve y a la que conocía por sus artículos y catálogos, relacionados con el Campo Arqueológico de Mértola. 


Susana Gómez arqueóloga y profesor Alejandro García Sanjuan, y Bilal Sarr
Ella nos fue mostrando piezas cerámicas del ajuar diario de la gente de la zona. Las comunicaciones de José Rui Ribeiro dos Santos de la Universidad de Évora me llevó a conocer el poblamiento y cultura material del eje Alcácer do Sal y Mérida durante la taifa de Badajoz, donde gobernaron los aftasíes. María de Fátima Palma de la Universidad de Granada, hizo un recorrido por la ciudad y el territorio en la taifa de Mértola. Muchas de estas taifas terminaron siendo absorbidas por la política expansiva de los banu ´Abbad de Sevilla. Para finalizar el estudio de gharb al-Andalus ofreció el profesor Alejandro García Sanjuán de la Universidad de Huelva, una ponencia muy didáctica “la taifa bakrí de Huelva-Saltés”, taifa que fue anexionada a la de Sevilla.



Pilar Lafuente y Magdalena Valor Piechotta, ambas de Sevilla
Siguiendo la conferencia de la profesora de la Universidad de Sevilla, Magdalena Valor Piechotta, me pude imaginar a través de planos, mapas y fotos cómo era Sevilla en tiempos de los ´abbadíes. El cauce de su río y sus arroyos, que abrazaban una pequeña medina, con sus arrabales y el fructífero ax-Xaraf. Descubrí que Ishbiliya abbadí está ahí … “escondida” parte enterrada y parte embutida en edificaciones posteriores. La investigadora de Sevilla Pilar Lafuente me acercó a la vajilla de lujo, con que se adornaban las fastuosas mesas en el palacio ´abbadí.   

investigadora Pilar Lafuente y profesora Magdalena Valor Piechotta 
El viaje por los reinos de taifas prosiguió hacia Sharq al-Andalus de la mano de los arqueólogos Rafael Azuar Ruiz del Museo Arqueológico de Alicante y el arqueólogo Josep Gisbert Santonja del Museo Arqueológico de Denia. Gracias a sus dinámicas ponencias pude conocer y casi caminar por madinat Daniya. Su puerto, las atarazanas, su alcazaba, los astilleros. Aprendí la importancia que tuvo Denia en el marco de las rutas comerciales por el mar Mediterráneo, cuyas naves iban cargadas no sólo de bellos tejidos y cerámicas de lujo sino también de diplomacia. El Sr. Gisbert nos mostró las “cerámicas importadas de Kairuán y su entorno en Madinat Daniya”. Recordé, con cariño, al poeta de Denia apodado “hijo de la lechera” Ibn al-Labbana, del cual se conservan tan hermosos y sentidos versos. 




arqueólogos Rafael Azuar Ruiz y Josep Gilbert Santonja 

Los siguientes ponentes me llevaron hacia el norte, la Marca Media de al-Andalus. Estas taifas, fronterizas con los reinos cristianos, las conformaban entre otras Toledo, Zaragoza y Albarracín. Para ello expusieron su comunicación Jorge De Juan Ares y Nadine Schibille “La ciudad de Vascos y el vidrio en la taifa de Toledo”. El profesor de la Universidad de Castilla La Mancha Ricardo Izquierdo Benito, nos habló de la “La taifa de Toledo” cuyo soberano más sobresaliente fue al-Ma´mun, cuyo palacio o más bien restos del mismo, están a punto de ser mostrados al público en el interior del Museo arqueológico de la ciudad. Al-Ma´mun tenía una corte más científica que literaria, donde el gran Azarquiel construyó una clepsidra en el jardín botánico de su almunya y le dedicó un astrolabio.


profesor Antonio Malpica Cuello y Ricardo Izquierdo Benito 
Aránzazu Mendívil Uceda de la Universidad de Zaragoza con la comunicación “madinat Saraqusta a través de la arqueología: materiales de la excavación del Teatro romano de Zaragoza. Madinat Saraqusta, donde los Banu Hud gozaron de una corte espléndida, entre los muros del palacio “de la Alegría” de al-Muqtadir, actual palacio de al Aljafería. La taifa de los Banu Razín de Albarracín fue la conferencia del profesor de la Universidad de Zaragoza Julián Ortega Ortega quedando así completado el recorrido por la Marca Media.

Regresé hacia el sur de al-Andalus, donde Antonio José Ordóñez Frías de la Universidad de Granada nos ofreció su comunicación titulada “La formación de nuevas entidades poblacionales durante el siglo XI en el valle del río Grande. Ya había llegado a la taifa de Málaga, donde la arqueóloga Carmen Íñiguez (CIS Arqueología) me dio a conocer los detalles de su imponente Alcazaba. Fui consciente de la importancia de la dinastía hammudí dentro del marco de los reinos de taifas, que gobernaron esta región a pesar de no gozar de la simpatía de la población. Una vez que los hammudíes retornaron al Magreb, esta taifa prosiguió su historia bajo la dinastía zirí, pasando a formar parte de la poderosa taifa de Habus y Badis, abarcando las regiones de Málaga y Granada.


arqueóloga Carmen Íñiguez 

Una de las características de las capitales de los reinos de taifas son las fortalezas, alcázares y alcazabas, cuya terminología en árabe sigue siendo un tema de debate entre los académicos. Para hablarnos de estas alcazabas, ofrecieron sus ponencias Julio Navarro Palazón y Pedro Jiménez ambos miembros e investigadores de LAAC-CSIC Granada. Ellos realizaron un recorrido por las diversas alcazabas y palacios en el siglo XI, haciendo una diferencia entre aquellas situadas en altura y aquellas situadas en llano y en la ciudad. Indicaron la importancia de la multifuncionalidad de estas fortalezas andalusíes, función residencial, administrativo, militar y símbolo el poder, entre otras, siempre al servicio de los soberanos taifas. 


profesores Pedro Jiménez Castillo, Juan Antonio García Granados y Julio Navarro Palazón 

La comunicación de María Marcos Cobaleda de la Universidad de Lisboa, hizo referencia a los Almorávides. Sus orígenes, dónde y cómo germinó y se desarrolló, los motivos que los trajeron a al-Andalus y cómo y por qué derrocaron a los reyes de taifas.

Como apreciación personal, me pareció fascinante sentir el cariño, que los arqueólogos, Josep Gisbert o Susana Gómez, mostraron por las cerámicas. Es increíble la capacidad de algunos investigadores, como Pilar Lafuente, de hacer hablar a los fragmentos cerámicos, que  por muy pequeños que sean. Ellos mostraron su sensibilidad a la hora de explicar la textura, las pastas, los trazos y los dibujos, las técnicas cómo aquellos alfareros dieron forma a las vasijas del ajuar diario y  cómo  embellecieron hasta lo más sublime aquellas destinadas a la élite.


Susana Gómez y Julián Ortega Ortega 

Me llamó la atención que algunos arqueólogos se lamentaran de no poder excavar donde quieren o saben que pueden existir vestigios andalusíes, sino que sus intervenciones están limitadas a los estudios y puesta en valor de terrenos o lugares donde se va a construir con posterioridad. A pesar de ello, es emocionante escuchar cómo han encontrado una puerta, un muro o parte de él, una torre o fragmento de ella, restos de una acequia y cómo estos hallazgos van indicando al arqueólogo el camino de la historia.

El ambiente de este Congreso me pareció distendido, lo que yo pude ver y sentir, es que estos especialistas en las diversas ramas de investigación, se buscaban para charlar, se interesaban por sus respectivos trabajos publicados, algunos eran viejos amigos, otros habían sido alumno y profesor. 


Rafael Azuar Ruiz, Magdalena Valor Piechotta, Juan Antonio García Granados y Julio Navarro Palazón

La mañana del día 25, el Congreso se celebró en el Palacio de Carlos V del recinto de la Alhambra. Mientras el minibús C3 ascendía por aquellas calles sinuosas y empinadas, iba disfrutando de cada esquina, después de pasar el mítico hotel Alhambra Palace,  llegué al acceso del recinto nazarí. Fui caminando escuchando el sonido del agua, el trinar de los pájaros, sentí en mi rostro los suaves rayos del sol de la mañana atravesando el bosque de la Alhambra. Así de feliz llegué  al palacio de Carlos V, con la bella puerta del vino al fondo, la explanada de la Alcazaba hacia un lado y la calle Real hacia el otro. Busqué un asiento en la sala de conferencias y pronto se inició el último trecho de este maravilloso viaje… Granada. Todo comenzó en madinat Ilbira, el profesor de la Universidad de Granada, Antonio Malpica Cuello, nos contó los entresijos del yacimiento de Ilbira, el establecimiento de Zawi, fundador de la dinastía zirí, en aquella ciudad y los motivos que lo llevaron a trasladarse a Garnata.


profesores Bilal Sarr, Jesús Bermúdez López y Antonio Malpica Cuello 

Una vez que la población de Ilbira y los dirigentes ziríes  se asentaron en Granda, se inició el período taifa en Granada. Bilal Sarr de la Universidad de Granada nos mostró de forma magistral esa madinat Garnata zirí,  que los sucesores de Zawi embellecieron y expandieron, dando forma a lo largo del siglo XI a una ciudad bien defendida, con dos alcazabas, mezquita aljama, opulentos zocos, una medina repleta de aljibes, que cubrían las necesidades básicas de sus habitantes, gracias a la generosa fuente de Aynadamar. Una ciudad abrazada por dos ríos Darro y Genil, con acequias que convirtieron la tierra en abundancia. La Alhambra zirí, la pude conocer bien gracias a la ponencia del profesor Carlos Vílchez Vílchez (LAAC-CSIC, Granada), que con planos e imágenes nos enseñó incluso lugares donde no hay acceso.


profesores María Antonia Martínez Núñez, Carlos Vílchez Vílchez y Jesús Bermúdez López 
La profesora Celia del Moral de la Universidad de Granada, nos ofreció su punto de vista del panorama cultural en el período taifa de la Granada zirí. Una ciudad donde coexistió una minoría judía, para ello el profesor José Martínez Delgado de la Universidad de Granada, hizo un recorrido por la judería y los diversos personajes ilustres de la comunidad judía de Granada. Hizo hincapié, en el esplendor de los judíos granadinos bajo los Ibn Nagrella, que dieron brillo a la cultura literaria y poética de la taifa granadina.



profesor José Martínez Delgado 



profesores Carlos Vílchez Vílchez, Celia del Moral, Jesús Bermúdez López y Bilal Sarr 

Cuando el director del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Reynaldo Fernández Manzano  dio por clausurado el Congreso, sentí una mezcla de nervios porque ya había acabado y de inmensa alegría por haber podido asistir, por haber sido testigo de estas ponencias, por haber tenido la oportunidad de conocer a personas entrañables, por haber podido aprender, por haber disfrutado de la ciudad de Granada …. 


Antonio Malpica Cuello, Reynaldo Fernández Manzano, Bilal Sarr 


foto grupal de la visita nocturna a la Alhambra guiados por Puerta Vilchez