miércoles, 17 de mayo de 2017

EL VASO DE TAVIRA

El vaso de Tavira - Algarve, Portugal


Un regalo nupcial 




Por Elisa Simon 

Hacia finales del siglo XI y principios del XII, es decir, el final del período taifa y la llegada de los almorávides, Tavira era aún una pequeña ciudad en el sur de gharb al-Andalus, junto al mar y en la desembocadura del río Gilao. Sus habitantes, pescadores y comerciantes, vivían bajo la protección de su imponente castillo, entre las empinadas y estrechas callejuelas de la medina.


En una de aquellas pequeñas viviendas con patio central, una joven esperaba con ansiedad el día de su boda. 
Los padres de Amina y Ahmed habían ya establecido la dote, sellando el acuerdo del enlace, tal como era costumbre. 

La celebración de una boda suponía para los padres un importante desembolso de dinero. Familiares y amigos participaban de los preparativos del banquete nupcial. Unos se ocupaban del sacrificio de los animales, mientras que las mujeres preparaban el vestido y las joyas, que luciría la joven morena. Otros se afanaban en la elaboración de los platos del convite. 
Tal como es tradición en estos casos, no podían faltar los músicos para animar el evento y festejar la felicidad de ambas familias. 




Amina, con unos ojos negros chispeantes y grandes, esperaba un regalo muy especial de un buen amigo de la familia, el famoso alfarero Mahmud al-Tabirí. 

Pensando en la novia el alfarero, de manos medianas y dedos largos y finos, tomó la arcilla colorada (debido al óxido de hierro) típica de la zona y comenzó a amasar aquel barro que pronto se convirtió en una pasta lista para colocar sobre el torno. 

El torno comenzó a girar al ritmo que marcaba el pie de Mahmud, siguiendo un sonido repetitivo. Aquella pasta colorada se transformó pronto en un vaso con una base pequeña  y de forma troncocónica. 
Una vez concluida esta parte del trabajo, Mahmud fue incorporando una decoración muy especial. 
El borde superior ancho escondía un canal interior, se trataba de un conducto de agua comunicado a una pequeña torre, alta y de boca ancha. A través de esta torre entraba el agua, que circulaba por aquel canal interno y que luego se vertía al interior del vaso a través de unas figuritas. ¿Con qué fin? Para el cultivo de albahaca, planta aromática también cargada de simbología en el Mediterráneo. 



Sus finos dedos dieron forma a estas figuras, que representan la escena del rapto de una novia. 



Podemos ver a la novia a caballo, lleva una diadema en la cabeza y está cubierta por un velo, pero no así su rostro. A su lado, se sitúa un caballero, el cual lleva una lanza en la mano y está tocado de un turbante, éste haría el papel del novio ... quien rapta a la novia.  Lo acompaña un buen amigo o padrino, quien está situado del otro lado de la novia,  también va a caballo y portando una espada, un escudo y un casco de combate. Sin embargo, éste viene en son de paz, ya que en su escudo se puede identificar el Árbol de la Vida. 



Aparece un personaje más, un ballestero, que como es natural, va a pie y muestra su ballesta tensada. 
Frente a este cortejo nupcial, están situados los músicos, de los cuatro que había, sólo se conservan dos ... Uno de ellos toca la flauta, mientras que el otro toca un adufe, que es un tambor de forma cuadrada. Ambos músicos están tocados con un gorro de forma puntiaguda. 




Finalmente, el artesano quiso colmar de simbología el vaso nupcial, modelando cinco animales, de los cuales hoy vemos sólo cuatro ... 
Se distingue un toro con los cuernos rotos y un sonajero al cuello, una gacela sin cuernos, un camello, quizá un león, una tortuga y una serie de aves pequeñas posadas en la torre-fuente. 




Los andalusíes, al igual que en todo el Mediterráneo, solían buscar la protección divina para sus seres queridos, para ello se servían no sólo de su religión, sino también de rituales y supersticiones. 




En este sentido, el vaso de Tavira, sirve también como talismán para esta joven pareja. Lleva un mensaje de fecundidad y prosperidad para los novios y sus familias. De esta manera, el camello simboliza la prosperidad, la tortuga, augura longevidad, la gacela, la ternura, el león, la fuerza, el toro, la abundancia, las palomas, la fertilidad. 

En la zona de Levante se encontró un vaso similar con la misma finalidad, pero sin las hermosas figuritas. 




BIBLIOGRAFIA: 

- O Vaso de Tavira de Claudio Torres - Campo Arqueológico de Mértola 

- Os signos do quotidiano - Catálogo da Exposição Campo Arqueológico de Mértola, 2011

- revista digital ISSUU Tavira Islámica, Núcleo Islámico, Museo Municipal de Tavira