domingo, 30 de julio de 2017

MAIMONIDES


Rabí Moshé ben Maimón al-Qurtibi

" De Moisés (el del Sinaí) a Moisés, no hubo otro Moisés"


Por Elisa Simon



Paseando por la bella Córdoba, entre las estrechas calles de la judería, muy cerca de la sinagoga mudéjar, se encuentra la estatua de rabí Moshe ben Maimon, conocido como Maimónides. Uno de los más grandes sabios andalusíes de todos los tiempos. 


Permanecí de pie junto a su estatua, mientras observaba su figura de hombre maduro, sentado con un libro en la mano. Su mirada, puesta en el infinito, parecía serena y su postura muestra humildad y orgullo.  


Maimónides alcanzó en vida, el más alto reconocimiento como autoridad indiscutible y conocedor absoluto de la legislación rabínica. Sus obras se difundieron por todo el mundo medieval. Recibía a diario infinidad de cartas, donde jueces, rabinos e intelectuales pedían su opinión acerca de un tema legislativo o filosófico. 

En plena calle Judíos de Córdoba, me senté frente a su estatua, mientras innumerables turistas pasaban su mano por su zapato, anhelando adquirir más sabiduría ...

¿Dónde tendrían los ben Maimón su casa? Quizá por aquí cerca ... Procedía de familia de tradición de jueces rabínicos. Su padre era así y rabino de Córdoba. 

Moshé ben Maimón nació en el mes de Marzo de 1135.



Córdoba - Andalucía 
Su padre fue el primer tutor del joven Moshé, quien le enseñó la Torá apenas empezó a hablar. Siguió con el aprendizaje de la caligrafía árabe y hebrea, así como lexicografía y gramática hebrea. Más adelante debió estudiar el Talmud. Aquí es cuando comienza a marcar su camino. Su padre y tutor que había estudiado en la Academia talmúdica de Lucena con los grandes maestros Joseph ibn Migash e Isaac el-Fezí, hizo que éstos influyeran profundamente en el joven Moshé. 

Moshé, aprendió el Talmud basado en el libro "Libro de las leyes" del rabino Isaac el-Fezí. El-Fezí, consciente de la complejidad del Talmud, lo redactó con la intención de facilitar su estudio. Intentó agrupar los temas y aclarar los comentarios e instrucciones para guiar a la comunidad en su vida diaria y explicó el significado de los términos más complejos. 


Con esta buena base de su aprendizaje, cuando Moshé celebró a los trece años su bar Mitzvá, ya gozaba de un reconocido nivel intelectual. 

En 1148 el mismo año de esta celebración, los almohades conquistaron Córdoba. Su política inicial fue la conversión o el exilio. 
La familia ben Maimón decidió emigrar a Almería, que por aquel entonces estaba bajo dominio cristiano. Allí vivieron nueve años, durante los cuales prosiguió sus estudios del hebreo y de la poesía hebrea y árabe. En tierras almerienses puede que haya escrito su primera obra "Diccionario de Términos de la Lógica" en 14 capítulos. Se trataba de un encargo, donde se le pidió, que explicara de forma concisa, el significado de la terminología técnica de la Lógica.  



En 1157 los almohades conquistaron Almería y poco después, la familia ben Maimón se trasladó a Fez. Los biógrafos desconocen el motivo, ya que allí también regían los almohades, de los cuales venían huyendo. Los historiadores apuntan a que los ben Maimón fueron llamados bien por amigos o parientes allí establecidos. Hay que tener en cuenta, que desde el siglo IX hubo varias oleadas de andalusíes que emigraron a Fez. Puede que la vida fuera más segura que en al-Andalus. En esta ciudad llena de misterio y mística, vivieron los ben Maimón en la estrecha medina, donde resplandecía la mezquita Qarawiyyin. 


mezquita Qarawiyyin, Fez 
Moshé siguió sus estudios de medicina, basada en Galeno e Hipócrates, es decir, la teoría humoral. La enfermedad, tanto física como mental, sería el efecto de un desequilibrio de de los cuatro humores presentes en el ser humano. A saber: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra, a nivel físico y con la melancolía, sanguíneo, colérico y flemático a nivel mental. Estos humores están relacionados con los cuatro elementos que componen el Universo. Esta teoría va mucho más allá y sus aplicaciones fueron varias. 

Maimónides redactó dos libros relacionados con la magna obra de Galeno. Uno titulado "Extractos de Galeno" y otro "Aforismos médicos", en ambos hace un resumen de los 129 libros de Galeno, con la intención de que sirva como libro de consulta para los médicos de su época. Su formación médica también tuvo su apoyo en al-Farabi, en el sentido de aceptar la enorme capacidad que tiene la naturaleza de sanar por sí misma. Por lo que Maimónides no era muy partidario de medicar, si bien menciona en sus tratados al médico andalusí Abu Marwan ibn Zuhr y sus pócimas mágicas. Sus estudios de medicina se completaron con una profunda formación clínica. En Fez tuvo la suerte de conocer a los mejores médicos y maestros magrebíes. 



vista general de la medina de Fez, Marruecos 
Llegó un momento, en que los judíos se vieron obligados a vivir de cara a la sociedad como musulmanes. Debían acudir a la mezquita, si bien en sus casas seguían sus tradiciones y rituales. Hubo una gran controversia en ese sentido dentro de la comunidad judía fezí, donde Maimónides defendió, que no se trataba de apostasía sino de supervivencia. 

Moshé estudió en Fez bajo la tutela del maestro Yehuda Ha-cohen, quien lo instruyó en matemáticas, astronomía, la lógica de al-Farabí, física y metafísica. En cuanto a la filosofía, que ya dominaba, se centró Moshé en el razonamiento científico de Aristóteles, quien creía en la eternidad del Universo. Según Moshé, sí tal afirmación se llegara a confirmar, habría que adaptar las Escrituras, ya que éstas no podían contradecir las verdades demostradas científicamente. 
En esta ciudad conoció a Joseph ben Judah ibn ´Aqnin, quien años más tarde sería discípulo suyo en El Cairo. 


Cinco años vivieron en la medina de la bella Fez, hasta que la vida para los judíos se hizo muy difícil y hasta peligrosa. Según sus biógrafos, Maimónides fue condenado a muerte y la familia huyó. Prepararon a toda prisa los petates y alforjas, comida y agua. Algunos amigos los ayudaron a huir por mar desde Ceuta. Aquellos navíos iban sobrecargados de pasajeros y mercancías. Los ben Maimón viajaron bastante incómodos durante un mes y medio. 


mapa de Akko. Fuente: blog "templarios y su época" 
Arribaron a la ciudad de Akko (Acre) desembarcaron y pasaron la aduana, cuyo edificio era un gran khan. En Acre había una comunidad judía compuesta por unas 200 familias y tres rabinos, según los expertos. Aquellas tierras estaban bajo dominio de los Cruzados desde hacía ya unos sesenta años. El reino de Jerusalén pertenecía a Amalrico I de los Anjou franceses. Los árabes llamaban a los cruzados "frany" , francos, término que aplicaban a los cristianos europeos.    

En Palestina, Maimonides y su familia vivieron poco tiempo, debido a la peligrosidad y violencia reinante. Los judíos tenían prohibido residir en Jerusalén, de ahí que los ben Maímon sólo visitaran los santos lugares y continuaron viaje. Tomaron un navío en dirección a Alejandría, donde llegaron hacia el 1166. 



Lo primero que les llamó la atención, fue el faro, "señal para los observadores". Era visible a más de 70 millas, según la creencia popular. Era un faro con una altura más de 150 estaturas de hombres. En su interior había amplias escaleras, un gran vestíbulo e infinidad de estancias y en su cúspide había un oratorio. Varios viajeros andalusíes han descrito esta maravilla del mundo, entre ellos ibn Yubayr o al-Shayj al-Balawi de Málaga. 



Al desembarcar en Alejandría, ¿Sabría Maimonides que ya no abandonaría más el país del Nilo? Lo cierto es que los recibió una metrópolis. Maimónides y su familia debieron quedar asombrados al tiempo que maravillados por la amplitud e inmensidad de la ciudad. Amplias calles rectas y anchas, cuyas aceras estaban decoradas con columnas inmensas jalonadas por bellos edificios públicos. Los mercados ofrecían productos llegados de  los cuatro puntos cardinales. Maimónides logró respirar el ambiente aperturista y tolerante de los fatimíes. Ello favoreció que en Alejandría y todo Egipto viviera gente de todas partes del mundo, conviviendo Iglesias, sinagogas y mezquitas. Hermosas mudaris (escuelas coránicas), hospitales, baños adornaban la bella ciudad costera de Alejandría. Sus habitantes gozaban del bienestar, tributaban sólo para los legados píos y el tributo de capitación de los judíos y cristianos (Yizya). La comunidad judía de Alejandría estaba compuesta por unos 700 u 800 personas. 

A los pocos meses se trasladaron a al-Fustat, muy cerca de la nueva ciudad El Cairo, en la orilla este del Nilo. La familia se instaló en el barrio de Mamsusa, donde vivían unos 4.000 judíos en tres comunidades; los caraítas, que eran la mayoría y los más ricos, seguidos de los babilonios y los palestinos, éstos dos últimos dentro de la corriente rabbanita. Cada cual con su sinagoga y sus rituales, ya que cada una seguía las directrices de sus respectivas Academias talmúdicas. La diferencia entre ellas, radicaba a groso modo, en el calendario. Mientras que unos establecían sus tradiciones, rituales y fiestas según el cálculo astronómico, los caraítas se regían por la observación directa de la luna nueva. De ahí que cada cual celebrara las fiestas en fechas diferentes. Los ben Maimón eran rabbanitas babilónicos.  



lienzo de David Roberts, pintor romántico del siglo XIX- El Cairo 
Al poco de establecerse en al-Fustat, el padre de Maimónides falleció, lo cual supuso un duro golpe a los hermanos Moshé y David. Esta circunstancia lo unió más aún. Debieron seguir adelante, buscando un lugar en una sociedad basada en el clientelismo, donde las red de relaciones marcaba también el estatus de la persona. David había emprendido un negocio fructífero comerciando con piedras preciosas. Maimónides comenzó a dar clase de matemática y lógica a personas de la alta sociedad. El prestigio de su apellido unido a la profesión de médico hizo, que al-Qadí al-Fadil se fijara en él. Al-Fadil era el administrador y hombre de confianza del califa fatimí, quien lo convirtió en su protegido. De esta manera, Maimónides y su hermano entraron en sociedad por la puerta grande. 

A nivel político, la situación del país era incierta. Entre los años 1163 y 1169, bajo el gobierno del joven califa fatimí al-´Adid, Egipto fue el escenario de batallas, cuyos protagonistas fueron tres personajes: el visir del califa fatimí llamado Shawar, que buscaba su riqueza personal, Amalrico I, rey cruzado de Jerusalén, ambicioso y con una idea fija: conquistar Egipto y el general kurdo Shirkuh, fiel hombre de confianza del visir sirio Nur al-Din, que luchaba contra los cruzados. Amalrico I y Shirkuh se enfrentaron hasta en cuatro ocasiones con la intención de conquistar Egipto, mientras que el visir Shawar se pasaba de un bando al otro según le convenía. Shirkuh contaba con la confianza de su joven sobrino Yusuf, quien se convertiría en su mano derecha. 

A partir de 1169 la situación política se tranquilizó. Amalrico desistió y regresó a sus tierras de Jerusalén, siendo Shirkuh el gran vencedor. El rey fatimí al-´Adid descubrió una traición de Shawar y lo mandó ejecutar. Decidió entonces nombrar visir al general Shirkuh. Sin embargo, éste murió sólo unos meses después. Fue entonces cuando el puesto de visir recayó en su sobrino Yusuf. El nombre completo de Yusuf era: al-Nasir Salah ad-Din Yusuf ibn Ayyub, más conocido en occidente como Saladino. Egipto quedó así bajo la protección de Nur al-Din, señor de Siria, cuyo representante era Saladino. Pronto mostró sus dotes de mando, tanto como estratega militar así como hombre de la diplomacia. 



estatua de Saladino, en Damasco, Siria 
Maimónides fue testigo directo de este entramado, ya que se movía en el ambiente de la corte, incluso de vio en cierta manera implicado. al-Fadil le encomendó recaudar dinero para negociar la libertad de los judíos tomados prisioneros durante estos conflictos, especialmente los cautivos de la expedición cruzada de 1168. 


En cuanto a la situación de los judíos en Egipto no hubo grandes cambios. La vida de Maimónides transcurría entre la enseñanza y los estudios de la ley y las Escrituras. Su hermano David debía viajar con frecuencia debido al negocio de las piedras preciosas. Gracias a la protección de al-Fadil, Maimónides pudo relacionase con gente influyente, y también se topó con un fuerte rival; la familia ha-Leví. Ellos presumían proceder de viejo abolengo y ostentaban mucho poder en la comunidad palestina. Ellos se dedicaron a oponerse y bloquear cualquier intento de reforma de la sinagoga y otras instituciones por parte de Maimónides. 

Entre los años 1168 y 1170 Maimónides redactó su primera gran obra, "Libro de los mandamientos", donde en 14 libros analiza uno por uno los 613 preceptos y leyes de la tradición judía. Lo escribió en árabe, con un  estilo y lenguaje sencillo, ya que iba dirigido a a aquellos hebreos establecidos en lugares remotos donde no había rabinos.  

Su prestigio como erudito fue en aumento tanto dentro como fuera de la comunidad judía. Casi al mismo tiempo comenzó a redactar su segunda obra, llamada "Mishné Torá", obra que finalizó hacia 1177. Mientras escribía y descartaba cientos de borradores para su Mishné, Maimónides y la comunidad judía vivía bajo el yugo de un personaje apodado Zuta, quien pudiera ser un miembro de la familia ha-Levi. 

Zuta había sido nombrado Ra´is al-Yahud o nagid, es decir, el jefe de los judíos. Este cargo fue creado en el siglo XII, para que los judíos tuvieran un portavoz ante el gobierno. Los Zuta ocuparon este puesto de forma intermitente a lo largo de muchos años, durante los cuales hicieron la vida imposible a su comunidad. Al perecer fueron dos generaciones de Zuta, quienes gobernaron la comunidad a base de sobornos, conspiraciones, difamaciones. Se los tachó de hombres crueles, avaros, corruptos. Al parecer, incrementaron los impuestos hasta ahogar a las familias, abusaron de su poder, entre muchas otras cosas. Maimónides y su hermano intentaban vivir lo más alejado de cualquier provocación, ya que Zuta y su gente intentaron desprestigiarlo e incluso encarcelarlo, sin éxito. 


Maimónides se centró en la redacción de la Mishné Torá o Repetición de la ley. Se trata de un código jurídico, una recopilación de la ley oral, incluyendo las ordenanzas, costumbres y decretos. Esta obra lo llevó a lo más alto, siendo ya para siempre la autoridad por excelencia de la ley judía. Su reputación alcanzó la máxima extensión, tanto que transformó la literatura rabínica y se convirtió en referente de todos los escritos posteriores. 


¿Qué lo llevó a redactar semejante obra? Según los biógrafos, Maimónides estaba preocupado por el declive intelectual en tiempos difíciles, que podría provocar un gran desánimo en la gente. Deseaba orientarlos hacia el verdadero significado de los principios religiosos. El opinaba que se había perdido el objetivo del Talmud, debido a su complejidad   entre los interminables debates y comentarios de los rabinos. La interpretación del Talmud era de suma dificultad, sólo accesible a unos pocos eruditos. Maimónides, sin embargo, optó por lo más simple: explicar a la gente lo que tienen que hacer y lo que tenían que evitar. 


De ahí que Maimónides recopiló, ordenó y clasificó de forma sencilla y concisa toda la ley contenida en el Talmud, con la intención de que los estudiantes pudieran acceder más fácilmente a los temas a tratar y su comprensión fuera más fácil. Empleó par ello un lenguaje sencillo en hebreo, con un estilo a base de preguntas retóricas y dirigido al mayor numero de personas. 
Maimónides permanecía días y días en su habitación, buscando la palabra justa y encajándola en el sitio perfecto dentro del texto. 

... "He decidido dividir esta compilación de leyes según temas, y ... he subdividido las leyes en capítulos, y a cada uno de éstos en leyes todavía más pequeñas para que puedan ser aprendidas fácilmente de memoria. " - escribió Maimónides.  

Esta forma de vida y su ritmo acabó de forma drástica y dramática un día del año 1169. 
Su hermano David se preparó para otro de sus viajes de negocios, en este caso lo llevaría hasta la India. Embarcó en el puerto de al-Fustat, donde Moshé lo despidió. Las galeras estaban atestadas y sobrecargadas de gente y mercancías. Este largo viaje lo llevó por mar y el desierto, donde David tuvo una experiencia muy penosa. De ahí que decidió proseguir su viaje por mar. La embarcación estaba hecha de fibra de coco, palmera y juncos, con lo que el navío era más flexible. Estos viajes largos hacia el océano Indico se solía hacer en convoyes tanto para protegerse como para auxiliarse si fuera necesario. En aquella embarcación David se encontró con gente conocida de al-Fustat por lo que el viaje no se hacía tan aburrido. Un día ocurrió que, el cielo se tapó de nubarrones oscuros, se levantó un viento que se volvió violento, haciendo oscilar la frágil embarcación de un lado a otro, enormes olas querían engullirla. Los viajeros entraron en pánico, a la desesperación, le siguió la resignación a morir. Los gritos se convirtieron en rezos y despedidas, hasta que se hizo el absoluto silencio en medio del mar.  


cuadro del pintor ruso del siglo XIX Iván Aivazosky. Fuente: Témpora, Magazine de Historia
Cuando Maimónides recibió la noticia de la muerte de su hermano pequeño, sufrió su ser un golpe tan duro que le provocó una enfermedad. Lo sumió en una depresión con un cuadro de fiebre alta, que lo llevaron casi al borde de la muerte. Se hundió en la melancolía, guardó cama durante un año y medio. En una carta Maimónides escribió: 

" ... David creció en mi regazo. Era mi hermano y mi discípulo. Él era el que, mientras yo descansaba seguro, negociaba en el mercado y se ganaba el sustento. .... Mi única alegría era verlo. ... él ha marchado a la vida eterna, dejándome desolado en tierra extraña ... Y, si no fuese por la Torá y por mis estudios científicos, que me ayudan a olvidarme de mi sufrimiento, hubiese perecido en mi aflicción. ... "


Se enfrentó a una grave crisis espiritual, que provocó un cambio radical en su pensamiento y su visión antropocéntrica del mundo se vino abajo.  Se cuestionó la felicidad, y a pesar de tanto dolor, seguía creyendo que la felicidad es el conocimiento de Dios, que está a disposición de todos los hombres y que ninguna desventura puede destruir esta felicidad. Pensaba que aquellos que culpan a Dios de sus males, cometen un error, porque Dios siempre busca el bien. Maimónides se culpó a si mismo. 
Hasta entonces nunca se había ocupado del "sentido del mal" .


" ... los males que asaltan al ser humano como consecuencia de sus actos ... esos males son consecuencia de los vicios ... y causa de todos los trastornos psíquicos y espirituales. Estos trastornos se producen cuando el alma se acostumbra a cosas innecesarias y a pensar en cosas que no son necesarias, pues la supervivencia del individuo o de la especie se transforma en una segunda naturaleza del alma. Ese deseo no conoce límites. Las cosas necesarias son en realidad pocas en número. Las cosas superfluas son innumerables." ... " Nos lamentamos insatisfechos de nuestra imperfección. Nos acongojamos por males que nosotros mismos nos causamos y que atribuimos a Dios." ... "El hombre ha de saber cuál es su relación con el Universo." ... - escribió Maimónides. 

Maimónides pensaba que todos los seres del mundo se componen de materia y forma. Se podría resumir en que la forma es la parte espiritual, la esencia de las cosas, por ejemplo, el pensamiento y las emociones, mientras que la materia corresponde a lo orgánico, aquello que necesitamos para vivir, por ejemplo, comer, beber ... 

Es muy interesante lo que Maimónides piensa de "el mal", según él, no es algo real, sino que es carencia, en el sentido de la no presencia de "el bien". De esta manera, cuando enfermamos o estamos en escasez, es sólo algo aparente, ya que consiste en la no presencia de ciertas cualidades de la naturaleza. Esta filosofía metafísica es muy profunda, y su estudio puede llevar años. 



Después de este oscuro año y medio de Maimónides y gracias a esta filosofía, logró salir de su melancolía y halló el equilibrio y lucidez. Esta transfiguración lo hizo más humilde, callado y con un perfecto auto-control. 
Es muy probable que Maimónides se casara por aquellas fechas. Hasta entonces no hay información de lo contrario. Se casó a la edad de los treinta años, bastante tarde para lo que era normal en aquella época. Contrajo matrimonio con la hija de un importante médico y funcionario del gobierno. Según J.Kraemer, en ese mismo acuerdo nupcial se arregló el matrimonio de una hermana de Maimónides, la cual se casó con el hermano de su prometida. Asumió también la responsabilidad de la familia de su hermano. 

En cuanto a la situación política, hacia el año 1171 Saladino se convirtió en sultán de Egipto, después de la muerte del califa al-´Adid. Con éste último califa fatimí se puso  fin a unos 200 años de historia chií en Egipto. Saladino realizó varios cambios, sobre todo en las instituciones ya que el rito islámico sunni sustituyó al chií de los fatimíes. 

Realizó cambios también en el ejército. Sin embargo, lo que sí mantuvo casi intacto, fue el aparato administrativo, dejando en sus puestos a los principales visires, secretarios y administradores como al-Qadi al-Fadil. En cuanto a su relación con los judíos, destituyó a Zuta de su cargo de ra´is al-Yahud, nombrando en su lugar a Maimónides, quien ocupó este cargo durante dos años, es decir, del 1171 al 1173. 

El jefe de los judíos era elegido entre los miembros de la comunidad, quienes debían elegir entre su gente a un hombre de principios, bien establecido, que no se dejara engañar ni corromper, que supiera hablar de forma clara. Debía saber dar buenos consejos a quien se lo pidiera, era responsable de la justicia y de la seguridad ciudadana, debía velar por la correcta aplicación de los preceptos de la Torá. El jefe de los judíos debía supervisar los matrimonios y los divorcios, las herencias y las deudas, la recaudación de fondos, debía nombrar a los jueces y tenía un número de funcionarios bajo su supervisión. 

Una vez realizada la elección, se presentaba el candidato ante el califa o sultán, quien lo designaba para ra´is al-Yahud. Debido al cambio de gobierno, Maimónides debió negociar con Saladino o uno de sus hijos, las condiciones más favorables para su comunidad, en lo que respecta a los impuestos, derechos y obligaciones. 

La función que más tiempo le quitaba a Maimónides de sus estudios fue la de médico de la corte, cargo que venía incluido con el de ra´is al-Yahud. 

Maimónides cooperaba con los demás médicos de la corte ayyubí, que  eran unos veinte entre musulmanes, judíos y cristianos. Maimónides atendió a oficiales del ejército, gente religiosa, jueces y altos funcionarios del gobierno. Se movía en la corte en el círculo de los poetas, visires, médicos, científicos y filósofos. 

En el año 1172 redactó, en árabe, la epístola del Yemen, donde elogia al pueblo judío yemení, quienes se vieron forzados a la conversión. Maimónides les manda consuelo a todos ellos y no los recrimina por lo que debieron hacer. Hace alusión al libro de Daniel, que anticipa todas las vicisitudes que les aquejarían.  


Una de las empresas que emprendió Saladino en Egipto fue la construcción de hospitales, pagados con donaciones pías. Los enfermos recibían un tratamiento minucioso y personalizado. Los hospitales disponían de baños, fuentes, agua potable, con zonas diferenciadas para hombres y mujeres, las cuales estaban a su vez separados según sus enfermedades. Maimónides consultaba con los médicos de los hospitales y de esta manera podía estar al día de los últimos avances en medicina y farmacología. 



Dibujo de Saladino 
Maimónides ocupó el puesto de ra´is al-Yahud hasta 1173. Después siguió siendo Gran rav, es decir, se consideraba la máxima autoridad de la ley judía. Maimónides tenía un inmenso conocimiento de la ley, era un sabio, un erudito. El cargo de Rav suponía emitir opiniones legales, Maimónides presidía su propio tribunal, donde no sólo enseñaba la ley, sino que junto a su grupo de juristas, podían adoptar decisiones legales. 

Mientras todo esto estaba ocurriendo, Maimónides seguía redactando con suma dedicación la Mishné Torá, la cual no concluyó hasta 1177. 

Una vez finalizada, este código legislativo se difundió, con rapidez, desde Francia hasta el Yemen, Magreb e Irak. Como era de esperar, la "Mishné Torá" le granjeó grandes elogios y tuvo también sus detractores. 


Mishné Torá de Maimónides. Fuente: blog "Todo el oro del mundo"
En 1174 murió Nur el-Din señor de Siria, al que Saladino le debía obediencia. Ese mismo año falleció Amalrico I rey de Jerusalén. Saladino se vio libre para conquistar Siria y unificar de esta manera el mundo musulmán en Oriente frente a los cruzados. Ya era un hombre querido y respetado en Egipto, ahora debía hacer lo mismo en Siria. Sin perder tiempo, marchó hacia Damasco.  Dejó como gobernador a su hermano Malik al-Adil, quien gobernó junto a al-Qadí al-Fadil. Sabemos que seguía gobernando en 1182. 

Durante estos años Maimónides tuvo una vida muy activa. En una de las muchas cartas que escribió a su discípulo Joseph ben Yehuda ibn Aqnin, le contaba: 


" Sabed, hijo mío, que las dignidades y cargos honrosos de los judíos son en nuestros tiempos cosas que no considero ni felicidad ni bienes deseables ni males menores, sino tareas arduas en extremo, agotadoras y gravosas... " 


En otra correspondencia le relataba su día a día de la siguiente manera: 


" ... debes saber que me he convertido en el médico de los mientes, del magistrado jefe, de los emires, de la casa de al-Fadil y de otros grandes dignatarios del gobierno ... y puedes imaginarte lo inaccesible y distante que ello me coloca de las personas normales y corrientes. Esta ocupación me obliga a pasar el día en El Cairo atendiendo a los enfermos. Cuando regreso a Fustat, todavía debo pasar, con independencia de la hora, mucho tiempo rebuscando entre mis libros de medicina la información que necesito. ... Por eso no tengo tiempo para estudiar la Ley y sólo durante el shabbath puedo dedicarme al estudio de las Escrituras ... " 


" ... Yo vivo en al-Fustat, mientras que el sultán reside en El Cairo ... debo visitarle cada mañana ... me traslado a diario a El Cairo al rayar el alba y no regreso sino a primera hora de la tarde ... rendido de hambre. Encuentro los lugares de espera de mi casa repletos de gente ... me apeo de mi montura, me lavo las manos ... después los atiendo, redacto las recetas y les aconsejo sobre el tratamiento de sus dolencias, no cesando la gente de entrar y salir de casa hasta el atardecer ... " 


Como médico, Maimónides decía que los tratamiento debían ser personalizados y que la implicación de la familia y amigos era fundamental para la pronta recuperación del enfermo. Daba indicaciones sobre la dieta y otros cuidados para los familiares. "No se trataba de curar la enfermedad, sino a la persona enferma." 

Maimónides ya en edad adulta redactó sus tratados de medicina, como el tratado sobre la erradicación de la pena, vivir en armonía con la naturaleza. La tristeza es un dolor psíquico generado por la pérdida de los seres queridos. Dicha pérdida es algo natural, el hombre debe recuperar su equilibro emocional. 

A nivel personal, vivió su mayor alegría en 1184 cuando nació su hijo Abraham. Es posible que tuviera hijas, las cuales no se mencionan. El varón llegó después de casi 15 años de matrimonio. Abraham hijo muy querido recibió la mejor y más esmerada educación de su padre. Abraham fue un hombre también muy instruido, alcanzó gran fama como rabino. 

La actividad intelectual de Maimónides no había concluido aún, hacia 1185 escribió otra gran obra fundamental para el estudio de la religión judía, se trata de "La guía de los perplejos". 



"Guía de los perplejos" de Maimónides. Fuente: blog "Todo el oro del mundo"
Entre 1182 y 1184 Joseph ben Judah estuvo en al-Fustat, procedente del Magreb, recuerden que se habían conocido en Fez. Joseph se convirtió en su discípulo más querido al que consideraba como un hijo. En un momento determinado Maimónides se percató de la capacidad de discernimiento de su aventajado alumno, y decidió revelarle los secretos que entrañaban los libros proféticos. Sin embargo, hacia 1185 Joseph ben Judah se marchó a Siria y Maimónides lo siguió instruyendo  enviando sus enseñanzas en diversos capítulos y así se creó la "Guía de los perplejos". 

Esta guía si bien la escribió para su discípulo, está dirigida a toda la comunidad judía. Ahora bien, sólo los más preparados la podrían entender en su totalidad, mientras que los demás se conformarán con aprender lo que son capaces de asimilar. Es un libro para intelectuales, conocedores tanto de la ley como de la filosofía y la ciencia. El sabio lector con estos conocimientos se encontraría perplejo ante las contradicciones que aparentemente existen entre la razón y las Escrituras. En esta guía explica los nombres y términos que aparecen en los libros proféticos, así como las alegorías o metáforas ocultas que en ellos aparecen. Según Maimónides, desvelar el significado de los términos y las metáforas proporcionarían al lector una sensación de paz y ésa era la intención de Maimónides. En el momento en que el estudioso fuera consciente de la compatibilidad de la ley con la filosofía, sería porque había entendido el verdadero significado de la ley y se le habría revelado la auténtica naturaleza de la filosofía. Ya no estaría más perplejo.  

Maimónides, como pueden ver, tuvo una actividad intelectual fuera de serie. Sus escritos conservados, según sus biógrafos, alcanzan unos treinta y ocho textos, casi todos en lengua árabe. Muchos de ellos siguen perdidos o aún no se han encontrado. Otros textos, como cartas, documentos, comunicados oficiales, contratos, aparecieron en la Genizah de El Cairo de la sinagoga de Ben Ezra. Hoy en día se conservan en diversas bibliotecas inglesas. 

Regresando a la situación política en Egipto, el acontecimiento más importante que vivió Maimónides fue la conquista de Jerusalén en 1187. Saladino entró victorioso el 2 de Octubre, después de un pacto con los cruzados. Saladino había logrado, por fin, unificar los territorios musulmanes Egipto, Siria y la alta Mesopotamia. El reino de Jerusalén había quedado liberado. La conquista de Jerusalén fue una alegría para los judíos, porque a partir de entonces se les permitió residir allí. Por otro lado, causó un duro golpe a los cristianos europeos, que pronto volverían a tierras del Islam con la tercera cruzada. 

En 1193 murió Saladino con tan sólo 55 años y fue enterrado junto a la mezquita Omeya de Damasco. Su reino se dividió entre sus hijos, recayendo Egipto en su hijo al-Aziz Uthman.  En esa época Maimónides volvió a asumir el cargo de ra´is al-Yahud. Si bien ahora ya se sentía bastante cansado debido a su edad. Redactó un libro de medicina para un hijo de Saladino y otro para un sobrino. Maimónides fue médico de al-Aziz, sin embargo, hacia  el año 1200 Maimónides estaba ya enfermo y debía pasar mucho tiempo en cama, de ahí que no pudiera visitar a diario al sultán. Le dedicó entones un tratado "Sobre la causa de los síntomas". La enfermedad de Maimónides puede que se agravara debido a la gran hambruna que sufrió Egipto entre el 1201 y 1202, que fue seguida de una epidemia. Maimónides moría a los 69 años el 13 de diciembre de 1204.

Hoy en día sus libros siguen vigentes, hospitales y universidades llevan su nombre y su tumba en Tiberiades, en la costa del Mar de Galilea, es un lugar de peregrinaje, donde los visitantes rinden homenaje a Rambam." De Moisés (el del Sinaí) a Moisés, no hubo otro Moisés". 

BIBLIOGRAFÍA: 

- "Maimónides, vida y enseñanza del gran filósofo judío" Joel Kraemer. Editorial Kairós 2010 

- "Historia del pensamiento en el mundo islámico" Miguel Cruz Hernández. Editorial Alianza 2000
- "Maimónides" Abraham J. Heschel. Editorial Muchnik Editores 1984
- "Las cruzadas vistas por los árabes" Amin Maalouf. Alianza editorial 1983
- Maimónides VIII centenario" Historia - revista nº344 - 2004
- "Historia de España" tomo VIII-3. R. Menendez Pidal. Editorial Espasa 

IMAGENES DE INTERNET: 

- Blog www.templariosysuepoca.wordpress.com "Templarios y su época" 
- Témpora - Magazine de Historia 
- Blog www.todoelorodelmundo.com "Todo el oro del mundo" 





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domingo, 23 de julio de 2017

MALAQA, ciudad del saber


MALAQA, ciudad del saber

Exposición temporal del 14 de Junio al 24 de Septiembre de 2017 
Museo del Patrimonio Municipal, Málaga 


Por Elisa Simon 

Hace unos días visitamos la exposición temporal "Malaqa, ciudad del saber", situada en el moderno edificio del Museo del Patrimonio Municipal, localizado en la zona de la coracha, entre el Paseo de Reding y el túnel de la Alcazaba. 


Nada más entrar al museo, nos recibió la sonrisa de Lourdes. Una joven muy amable y bien preparada, que nos invitó a visitar no sólo las salas de la muestra en cuestión, sino el museo entero, que se ocupa de arte e historia.  

El comisario de esta exposición es nada más y nada menos, que el profesor Dr. Virgilio Martínez Enamorado, malagueño y uno de los más prestigiosos especialistas en temática andalusí. 



Esta exposición es un merecido homenaje a aquellos ilustres y sabios andalusíes, que en sus respectivas facetas han contribuido al esplendor cultural e intelectual de Málaga y por extensión a al-Andalus. 

Málaga fue uno de los principales centros del saber ya no sólo en al-Andalus sino en la cuenca mediterránea. Hoy en día, parece haber recuperado aquel amor por la cultura ... 

La ciudad tenía y sigue tendiendo a su favor las conexiones y comunicaciones idóneas para el fluir del conocimiento. A su puerto arribaban no sólo productos, sino jóvenes ávidos de aprender con los maestros andalusíes en los patios de las mezquitas. Sabios andalusíes viajaban a Oriente para aumentar sus conocimientos. Navíos llevaban y traían libros y legajos de valor incalculable. El saber navegaba de costa a costa del Mediterráneo de forma constante. 

El papel que jugó Málaga en esos tiempos fue crucial, no sólo por su situación geográfica, sino porque en ella nacieron y/o vivieron gran número de sabios. De modo didáctico y muy visual, la exposición nos da a conocer a estos ilustres, como los banu Bunnahí, que fueron juristas e intelectuales malagueños del siglo XIV, o el historiador ibn ´Askar, o el sufí al-Sahilí, por mencionar sólo alguno de ellos.  

Entre los más renombrados se encuentra el poeta y filósofo sefardí ibn Gabirol, nacido en Málaga en el siglo XII. (Leer artículo relacionado )

Uno de los más grandes científicos nacidos en Málaga fue Abu Muhammad ibn al-Baytar (1180 Málaga - 1248 Damasco). Procedía de una familia de tradición científica. Desde pequeño sintió curiosidad por la naturaleza. Estudió las plantas, los animales y los minerales y su aplicación a la farmacología y la medicina. 
Hacia 1220 inició un largo viaje por el Magreb, Asia Menor y el Oriente islámico.  La figura de ibn al-Baytar como botánico alcanzó gran prestigio en Oriente, tanto que su fama había  llegado a oídos del sultán ayyubí de Egipto, el cual lo integró en su corte nombrándolo "Jefe de los Herboristas". Ya no regresó a Málaga, falleció en Damasco a los 68 años. 

Es muy interesante también el sabio malagueño de al-Shayj al-Balawi ( Málaga 1132 - Málaga 1207). Fue un hombre de buen carácter, como explica su biógrafo y dicen que tenía un gran sentido del humor. En 1165 hizo la peregrinación a La Meca, en dicho viaje aprovechó para incrementar sus conocimientos estudiando con los más grandes maestros del Magreb y Oriente. Tuvo un hijo, abd al-Rahím, siendo él ya un hombre mayor y quiso dejarle un legado en forma de enciclopedia educativa y didáctica titulada "Kitab alif ba". En el recopila todo tipo de conocimientos que él considera que deben estar al alcance de un joven ilustrado de su época ,según Salvador Peña. Por orden alfabético y jugando con el alifato, enumera noticias históricas, datos variados, hace una introducción básica a la teología, un amplio comentario de filología árabe. En lo que se ha fijado el profesor Miguel Asín Palacios es la exhaustiva y detallada descripción del faro de Alejandría. 


Esta exposición despierta la curiosidad por querer conocer más a fondo la vida y obra de estos sabios. Esta muestra se complementa con una exquisita selección de piezas arqueológicas, como vasijas, zócalos y ladrillos funerarios entre otras maravillas. Deben tomarse su tiempo para ver los libros y documentos de gran valor histórico. 

Zócalo de la Alcazaba de Málaga 




Se trata de una pieza del siglo X hallada en la Alcazaba. La pieza es muy interesante. Parece ser que era más grande, pero fue cortada. Muestra unas figuras de la arquitectura, como los arcos lobulados, columnas geminadas con decoración en espiral coronadas con bellos capiteles y cimacios con motivos de ataurique. Según Torres Balbás, podría tratarse de una pieza califal, hacia la segunda mitad del siglo X. 

Jarrita nazarí de loza dorada 



Fue hallada en la Alcazaba, realizada en cerámica vidriada, con una inscripción en árabe en color azul cobalto. Fue hallada en la Alcazaba de Málaga, esta datada entre los siglos XIII y XIV 

Ataifor del pavón 




es un pequeño fragmento de ataifor califal, que muestra una figura zoomórfica, que podría ser un ave o un grifo. Se trata de una decoración en verde y manganeso, tal como también podemos ver en el Museo de Jeréz o en Córdoba. Los talleres de madinat az-Zahra se realizaba esta técnica para vajilla de lujo. Ésta fue hallada en las termas romanas de Antequera. 


Tinaja 





Gran tinaja almohade destinada para almacenar agua. Decorada con la técnica del estampillado, creando bandas decorativas que van desde motivos geométricos, arcos de herradura y unos motivos de sogas simbolizando el cordón de la eternidad. Este tipo de ornamentación de estas grandes vasijas se generalizó en época almohade. 

Documento sobre las mezquitas de Málaga




Libros muy interesantes, como Libro de Repartimiento, donde los especialistas han podido extraer información acerca del número de mezquitas u oratorios que tenía la ciudad en el momento de la conquista cristiana en 1487. 

Copia manuscrita de la Bugyat al-Salik de al-Sahilí 



El sufí malagueño al-Sahilí fundó una cofradía mística cuya sede era la primera madrasa de al-Andalus situada en el barrio de Funtanalla en el siglo XIV. Entre sus obras figura ésta Bugyat al-Salik fi ashraf al-Masalik "Libro del deseo del caminante en el más noble de los caminos". El original se encuentra aún perdido. La exposición muestra una copia fechada en el siglo XVII, perteneciente hoy día a un coleccionista privado. 

Al igual que el polígrafo ibn al-Jatib, el viajero ibn Battuta o el geógrafo ceutí al-Idrissi han descrito y elogiado a Málaga de manera formidable, nosotros hoy en día seguimos haciendo lo mismo, aunque sin la magia e ingenio de estos grandes personajes, que tuvieron la suerte y el privilegio de haber sentido y vivido Malaqa en todo su esplendor. 

Amigos, aprovechen el verano para tomar el sol y disfrutar del descanso, y también vengan al Museo del Patrimonio Municipal, porque les aseguro que además de aprender, van a disfrutar de esta magnífica exposición. 

BIBLIOGRAFIA: 

- Catálogo de la exposición "Malaqa, ciudad del saber" por el profesor Virgilio Martínez Enamorado. Málaga 2017 
-  Enciclopedia de al-Andalus. Fundación El legado andalusí. Dirección Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vilchez 
- Historia de España de Menéndez Pidal tomo VIII-2 el retroceso territorial de al-Andalus
- "Acción y sabiduría o el humanista malagueño ibn Shayj al-Balawi" artículo de Salvador Peña. Academia.edu