martes, 16 de diciembre de 2014

YISHAQ IBN GAYYAT

Yishaq Ibn Gayyat

El gran sabio y poeta de Lucena del siglo XI



Por Elisa Simon

Yishaq ibn Gayyat nació en Lucena, provincia de Córdoba, en el año 1038. En aquel tiempo, Lucena formaba parte de la taifa de Granada, gobernada por los ziríes. Ibn Gayyat vivió las luces y sombras del siglo XI andalusí. Por un lado el esplendor de la poesía y las artes y por otro lado hechos históricos dramáticos.

Su vida transcurrió en Lucena, la perla de Sefarad (artículo relacionado), donde adquirió una formación profunda en el Talmud, en la lingüística y el dominio del hebreo y el arameo. Si bien su lengua habitual era el árabe, idioma en el cual escribía.

Sala VI del Museo de Lucena dedicado a Sefarad

Siendo muy joven entabló una sincera amistad con el visir sefardí del rey de Granada, Samuel Ibn Nagrella (artículo relacionado). Ibn Nagrella había sido nombrado nagid de la comunidad granadina, protegió y se ocupó de los sefardíes, haciendo amistad con muchos de los poetas, rabinos e intelectuales de su tiempo. En el año 1055 Ibn Gayyat sintió profundamente la muerte de Ibn Nagrella para quien escribió una elegía en su honor y se la dedicó al hijo de éste, Yoseph. Este es un fragmento de dicha elegía:

…. Lamentaos, hombres inteligentes, expertos y sabios,
por ese prócer que convertía las noches en día,
que con justicia e integridad enderezaba mi camino.
Lamentaos con amargura, videntes amoraítas,
Y repetid la endecha con ellos, tannaítas,
Por el Nagid que era “el que llevaba y traía”. …


Ibn Gayyat fue maestro y director de la Academia Talmúdica de Lucena y tuvo entre sus discípulos a Moshe Ibn Ezra y Yosef Ibn Saddiq. Durante su período como responsable de la Academia vio cómo jóvenes ávidos de saber acudían a Lucena para estudiar, procedentes de los rincones más lejanos de al-Andalus e incluso de fuera de sus fronteras. Ibn Gayyat se convirtió en uno de los maestros más sobresalientes de la academia y fue una de las personalidades más influyentes de la comunidad en Lucena. Nada he podido averiguar de su vida privada, tan sólo que tuvo un hijo llamado Yehudah, que también era poeta y que se trasladó a Granada.

maqueta de Lucena, Museo de Lucena
En el año 1066 tuvo lugar un hecho trágico en Granada que fue la matanza en la judería y el linchamiento del hijo de Ibn Nagrella, Yoseph. Estos actos tuvieron sus consecuencias para la comunidad sefardí en la taifa de Granada. Ibn Gayyat fiel a su amistad con la familia de Ibn Nagrella acogió en Lucena a la viuda de Yoseph y a su hijo.

Su prestigio fue reconocido por su trabajo, como el Kitab as-Siray o Libro de la vela, que es un comentario al Talmud escrito en árabe. Además escribió varios halakot que son dictámenes jurídicos y también religiosos. Se ocupaba de redactar comentarios alusivos a temas de la Mishná y el Talmud. Ofreció así mismo, “respuestas” a otros eruditos sobre aplicación de Derecho.

Unos años antes de su muerte, tuvo lugar otro hecho histórico importante para Lucena. En el 1086 el rey Abd ´Allah quiso aplicar un aumento abusivo de los impuestos a los sefardíes. Lucena se alzó en rebeldía y le plantó cara al poderoso rey de Granada, que no tuvo más remedio que dar marcha atrás en sus intenciones de recaudar más dinero para las arcas del estado.

En el año 1089, justo cuando el Emir almorávide, Yusuf Ibn Tashufin, estaba planeando destituir al rey zirí, Abd ´Allah de Granada, y a la edad de 51 años falleció Ibn Gayyat dejando un legado poético importante además de un alto prestigio en la Academia Talmúdica de Lucena.

Su obra poética es de temática religiosa y tuvo gran difusión por su lenguaje claro y ameno. Se han podido reunir unos 400 poemas, que fueron recopilados por Y. David en “The poems of Rabbi Isaac ben Gayyat” en 1987.

En la liturgia andalusí era tradición cantar o recitar poemas, más o menos largos, según la hora de la oración entremezclados con los rezos de la liturgia. Estos poemas podían ser seculares o religiosos. Ibn Gayyat siempre compuso versos de temática espiritual, si bien los mezclaba con filosofía neoplatónica y las ciencias. Transmitía de esta manera una concepción filosófico- teológica sobre Dios, el Universo y el hombre. Su poesía se hizo muy popular en la comunidad sefardí en al-Andalus.
Estos son dos versos del poema  Petición de rocío:

                                      Te rogamos: envía pronto desde la altura
tu bendición sin medida sobre
los pastizales del desierto y las altas campiñas,
“un poco de rocío del cielo de lo alto”. (Ge 27,39)

Te rogamos: que levanten su voz con cánticos
los diseminados por Shin´ar y ´Elam,
                                                      cuando les des su cosecha,
y los pueblos eleven sus gritos. (cf.Nú 14,1)

El siguiente poema también fue escrito para ser recitado en la sinagoga, aquí tienen un fragmento. Se trata de una estructura estrófica con estribillo y doble rima, como la moaxaja:

Shadday, haz regresar a la enamorada
Que gime sin cesar por su desengaño
El día que se alejó su amado,
Su alma rehusó todo consuelo;
Puso su mano sobre su cabeza
     Y, en poder de tiranos, silenciosa moró.
                                                     Por su ausencia languidecieron mis ojos,
                                                             Y porque excavó su casa en rocas       perecederas.


Uno de sus discípulos, Moshe Ibn Ezra dejó escrito en su honor:

… su maestro, caudillo y pilar R. Yishaq ben Gayyat ¡ bendita sea tu memoria! De Lucena, ciudad de la poesía, donde la introdujo y de donde sacó un material de elocuencia y la base del buen decir; maestro de la correcta expresión hebrea y paladín en las lides de la lengua aramea, redactó en prosa con pulcritud y compuso versos con brillantez. Fue un apasionado de la loa de los sabios de su tiempo y las elegías a los próceres de su época. Escribió en borrador obras jurídicas y lingüísticas, no teniendo tiempo de pasar a limpio más que unas pocas. Sobrepasó a todos los que le precedieron en cuestiones de ascética, preces, elogios, endechas y elegías, pero era inferior en la poesía escandida por su pobreza de conocimiento en lengua árabe, usando abundantes vocablos pero escasos conceptos. Yo he estudiado con él; la insignificancia que tengo es una gota de sus mares y los pocos conocimientos que poseo son una chispa de su fuego. Murió en Córdoba en el año 849 de nuestro cómputo (1089) y fue enterrado en Lucena. “


BIBLIOGRAFIA:

- Poetas hebreos de al-Andalus, Antología. Ángel Sáenz-Badillos y Judit Targarona Borrás. Ediciones El Almendro, Córdoba
-  Literatura hebrea en la España Medieval. ´Angel Sáenz-Badillos. Fundación Amigos de Sefarad, Madrid 1991
- Judíos Españoles de la Edad de Oro. Antonio Antelo Iglesias. Fundación Amigos de Sefarad, Madrid 1991
- Diccionario de autores judíos (Sefarad. Siglos X _ XV) Ediciones El Almendro
- Lucena sefardita. Joaquín Pérez Azaústre. Ciudades Andaluzas en la Historia, 2005




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