martes, 4 de febrero de 2014

CARTA AL REY AL-MU´TAMID


Carta al rey al-Mu´tamid 

Un homenaje personal, en forma de carta, al que fuera último rey taifa de Sevilla.   



En el 2010 la Asociación Amigos del Legado Andalusí, de la cual soy miembro, realizó un viaje a Marruecos para rendir homenaje al rey al-Mu´tamid en la ciudad de Aghmat, donde se encuentra su mausoleo.  
Una mañana fría de Febrero partimos, llenos de ilusión hacia Algeciras, el ferry atravesó el Estrecho, como lo hicieran aquellas galeras, que llevaron al rey y su familia hacia el exilio en el 1091. Desde Tánger viajamos hacia Meknés, igual que lo hiciera al-Mu´tamid en situación mucho más penosa. Después de recorrer varios lugares hermosos, nos alojamos en Marraquech, cerca de Aghmat. 
Se trata de una pequeña localidad, situada a 30km al sur de Marraquech junto al río Ourika, en el linde del Gran Atlas. Aquella mañana llovía a cántaros, el viaje en autobús por aquella carretera sinuosa nos dio más de un susto. Llegamos a Aghmat y mi corazón comenzó a latir con fuerza. Ya estaba ahí, ya había llegado y pronto podría ofrecer al rey la cajita de madera labrada, que contenía tierra del alcázar, que había recogido unos días antes en el jardín junto a su columna. 




El homenaje de la Asociación de Amigos del Legado Andalusí de Sevilla, consistió en el recitado de una selección de sus poemas, entonamos una linda canción y leí esta carta personal que escribí para la ocasión:




Mi rey al-Mu´tamid, a medida que se acercaba la fecha para venir a rendirte homenaje mi inspiración se esfumaba. Te había escrito unas cuantas páginas, pero las he descartado todas. No tengo palabras para expresar mi admiración hacia tu persona. Mi mano no puede describir el cariño que siento por ti, majestad.
Procedo de tierras lejanas allende el mar de las Tinieblas. El destino me trajo a Sevilla, donde te conocí.
Los muros ocultos de Qasr al-Mubarak me contaron de ti, el  sahn de la mezquita de Ibn al-Adabbas te recuerda con cariño, el wadi el-kebir, sigue majestuoso su curso y aún te llora, ax-Xaraf sigue presumiendo de herencia de grandeza y la cúpula de al-Turayya se impone en el horizonte.

Tengo la suerte de haberte conocido, gracias a tu inagotable generosidad hacia tus amigos, poetas,  músicos y cortesanos, pero también he conocido tu rectitud y firmeza frente a los villanos y la injusticia.
Tu grandeza refleja, la gloria que te envolvía y el honor de los Banu Abbad. Te conocí gracias a tus actitudes heroicas frente a las vicisitudes de la vida que te tocó vivir.
Te conocí a través de la pasión que sentías por los que amaste con locura y seguramente aún amas.

Te conocí en Silves, donde encontraste tus dos grandes amores, Ibn Ammar y Rumaikiyya (Itimad) 

Conocí a la Gran Señora de Sevilla (Itimad), gracias a tus versos que describen su mirada, su magia, su encanto, su fragancia, su amor por tus hijos y su pasión por ti.

Gracias a ti, conocí a Ibn Ammar entre los muros rojizos del palacio de las Varandas de Silves, donde aún parece escucharse las risas festivas entre copas de cristal.

Te conocí por la amargura de tus lágrimas derramadas por tus hijos muertos. Pienso que no hay dolor igual.

Te conocí a través de tu sensibilidad y la pasión de tus palabras, para trazar poemas que enciende el corazón del más impasible. 

Conocí tu sensualidad envuelta en delicadas sedas finas, en el sabor del vino fresco, en el retozar con blancas gacelas, en el balanceo de una barca en un recodo del río, en el calor de las estrellas y la sonrisa de la luna, en el reflejo de un brazalete curvo. 

Te conocí, majestad, y te llevo conmigo como el andalusí que me enseñó su reino, eres historia viva en cada rincón de al-Andalus.

Te conocí con la música, en el sonido dulce y suave de un laúd que habla de amor, una flauta cuya melodía huele a azahar y el frescor de una canción.

Mi rey al-Mu´tamid, el tiempo, la historia te ha dado un lugar privilegiado en el firmamento andalusí, donde brillas con luz propia entre las constelaciones de las Pléyades y Orión.

Quiero que sepas, majestad, que tu espíritu, tu esencia, tu recuerdo y tu historia, siguen vivas en al-Andalus, en Sevilla. 

Como dijo un andalusí ilustre, “el rey no ha muerto, duerme aún…”

Por Elisa Simon 


Esta carta esta relacionada con el artículo "Cautiverio del rey al-Mu´tamid en Aghmat, para verlo pulse aquí

     

2 comentarios:

  1. Buenas días, soy Vicente.
    En este enlace tienes todo lo que estoy publicando de arte islámico por si te es de interés

    http://seordelbiombo.blogspot.com.es/search/label/1.6%20ARTE%20ISL%C3%81MICO

    ResponderEliminar
  2. Hola Vicente, soy Elisa.

    Muchas gracias por interés en mi blog, me alegra mucho que te guste.

    He visto tus publicaciones de arte islámico en tu blog y son fascinantes, me encantan las fotos también.

    Me gustaría compartir algunos de tus posts en mi página de facebook.

    Puedes contar conmigo para lo que te pueda hacer falta, nos comunicamos por mensajes privados.

    Muchas gracias Vicente por tu interés, te mando un saludo

    Elisa Simon

    ResponderEliminar