martes, 10 de octubre de 2017

RABÍ LACTOSUS


Lápida funeraria de rabí Lactosus - Lucena 

Por Elisa Simon 


La provincia de Córdoba ofrece un sinfín de localidades a cual más hermosa, donde la huella andalusí está presente. Es el caso de la bella Lucena, Eli Hossano o al-Yussana, llamada en tiempos andalusíes. Fue una ciudad judía, donde se estableció la Academia talmúdica, viviendo su esplendor entre los siglos X y XI, hasta la llegada de los Almohades. 

Pueden pinchar en este enlace para leer el artículo dedicado a Lucena. pinchar aquí  

El Museo Arqueológico y Etnográfico de Lucena, esta situado en el castillo del Moral, en cuya torre del Homenaje, dicen, estuvo encarcelado el rey Boabdil. Justamente en la torre, dispone una sala dedicada a la época judía de esta ciudad. Entre las piezas que se exponen, me llamó la atención ésta lápida del rabí Lactosus. 

¿Quién era? ¿Dónde nació? ¿Cómo fue su vida? 

Bien, hasta ahora no encontré respuesta, sin embargo, gracias a este hallazgo al menos sabemos que existió un rabino con este nombre y que falleció en Lucena hacia la primera mitad del siglo XI. 


En el año 2007 se realizaron excavaciones arqueológicas en la ronda Sur de Lucena, donde se estaba construyendo una rotonda de la circunvalación. Se halló un cementerio judío andalusí con una superficie total de 1.458,85m2, siendo la necrópolis judía más antigua e importante hasta ahora.  El yacimiento se extiende sobre una suave pendiente en la ladera del cerro Hacho y a unos 700m de la muralla medieval. 

Fueron encontradas un total de 346 tumbas, cada una adaptada a la topografía del terreno. Las excavaciones e informes fueron realizadas por el arqueólogo municipal de Lucena, Daniel Botella Ortega y Jose A. Riquelme Cantal. En el 2009 el doctor Jordi Casanovas  Miró y el arqueólogo Daniel Botella Ortega redactaron un trabajo detallado sobre esta necrópolis judía. 

El ritual de enterramiento era de inhumación en fosa. Las sepulturas estaban orientadas hacia el Este, con los cuerpos en posición decúbito supino, sin ajuar que acompañaba. Las fosas son muy profundas, buscando la tierra virgen, donde deben descansar los difuntos. 

En la tumba número 239 apareció la pequeña lápida del rabino Lactosus. Se trata de una piedra de arenisca local de forma rectangular y bastante gruesa. La superficie rugosa e irregular hizo que la inscripción en hebreo, en caracteres arcaicos, fuera desigual. Los expertos la han fechado hacia la primera mitad del siglo XI. Es decir, en tiempos de máximo apogeo de la ciudad medieval. 

Esta lápida tiene la característica, que está grabada por ambos lados, lo cual da a entender que fue reutilizada, según los expertos, no como lápida sino como elemento estructural de la fosa. La parte inferior, que iba hincada en la tierra ha desaparecido. No muestra decoración alguna. 

La inscripción, sin márgenes, se inicia en el extremo superior derecho con el nombre del difunto "rabí Lactosus" que ocupa casi la totalidad de la primera línea. 

traducción de la inscripción: 

" rabí Lactosus duerme en paz. 
Descanse en paz hasta que venga 
el Consolador (Mesías) 
que anuncie la paz 
en la puerta de la paz ... paz 
Decidle: descansa en paz. "







BIBLIOGRAFIA: 

- El cementerio judío de Lucena (Córdoba). Daniel Botella Ortega y Jordi Casanovas Miró. MEAH, sección Hebreo 58 (2009) 






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