viernes, 30 de mayo de 2014

Ribat al-Fath - la fortaleza almohade

Ribat al-Fath  - la fortaleza de los almohades

Breve historia del origen de la ciudad de Rabat – Marruecos

Por Elisa Simon

Rabat es una de las ciudades imperiales de Marruecos y la capital del Reino, donde el monarca tiene su residencia, por lo que la política y la administración del país se concentra entre los edificios de la parte moderna de la ciudad. Sin embargo, deambulando por la zona antigua y perdiéndonos entre las callejuelas de la medina, podemos sentir cómo late su corazón y se vislumbra la esencia de esta enorme ciudad junto al atlántico. Para buscar sus orígenes debemos retornar a la Edad Media e incluso un poco más atrás en el tiempo.

kasbah des Oudayas y tour Hassan al fondo
La zona del actual Rabat, fue desde siempre un importante enclave estratégico, situada en el desembocadura del río Bou Regreg, a medio camino por la costa atlántica entre Marraquech y el Estrecho de Gibraltar. Durante siglos y hasta hoy en día, el factor humano jugó un papel fundamental en la historia de la ciudad. A lo largo de los siglos, fue receptora de los expulsados y emigrados andalusíes y también enclave o punto de salida de las grandes culturas hacia tierras de al-Andalus.
Los historiadores no se ponen de acuerdo acerca del punto exacto donde nació Rabat, pero sí coinciden en fue un ribat, es decir, una fortaleza de carácter religioso-militar, donde los soldados no solo se entrenaban y se concentraban para el combate, sino que disponían de una mezquita y baños. Desde el siglo VIII, en esta zona, vivían los barghawata (1), los cuales más adelante crearon un gobierno independiente y se enfrentaron a lo largo de los siglos a los idrissíes, omeya, ziries, almorávides y almohades. No se sabe a ciencia cierta, si vivían en ribat, y si fuera así ¿en cuales de los tres asentamientos humanos de la desembocadura del Bou Regreg? Las primeras respuestas aparecen en las fuentes a partir del siglo X, relatando los constantes conflictos entre las tribus del norte de Marruecos que defendían su hegemonía.
Bajo los almorávides, el emir Tashfin b. Alí mandó construir un ribat en la zona más elevada de la peña de al-Udaya, que llevó el nombre de “Qasr bani Tarika” para hacer frente a los barghawata.

1. ribat Qasr banu Tarika
2. Salé
Cuando los almohades los vencieron, el califa ´abd al-Mu´min comenzó a pensar en la construcción de una nueva alcazaba y a partir del año 1150 se inició la construcción de un nuevo ribat sobre el mar. Este emplazamiento era perfecto para las comunicaciones terrestres y marítimas como punto de enlace entre al-Andalus y las ciudades de Marraquech o Fez, a través de Alcazarquivir. No olvidemos que un ejército necesitaba 17 días de viaje entre Marraquech y el ribat. El emir llamó a este ribat “mahdiya” en honor al fundador de la dinastía, al-mahdi Ibn Tumart.

 El cronista de la época Ibn Sahib al-Salat escribió:
 “ cuando el príncipe de los creyentes, el califa (abd al-Mu´min) llegó a Salé en el año 545 (1150), para examinar la situación de al-Andalus … ordenó construir una alcazaba fortificada en aquel recinto, en la bocana interior que da a Salé. Así se escogió el lugar y de inmediata se procedió a trabajar en su reconstrucción, y sobre todo a conseguir la propiedad legítima de la finca, ya que una parte de la misma pertenecía aun personaje llamado Ibn Wayyad, natural de Sevilla ….. se estableció en sus instalaciones …. En la fuente de Gabula en compañía de los operarios e ingenieros, abrió una acequia para dar de beber a la gente y a la caballería, y regó la tierra de alrededor; así brotaron los lagos y las vegas plantadas.”




Los dos siguientes califas almohades, su hijo y su nieto, Abu Ya´qub Yusuf y Abu Yusuf Ya´qub al-Mansur fueron los que ampliaron y embellecieron el ribat en pleno esplendor de la cultura almohade y lo llamaron ribat al-Fath (el ribat de la victoria)


1. ribat al fath, con la ampliación 2 y Salé 3 

El espacio se componía de un palacio residencia para el emir, una mezquita aljama, alcaicería, baños y funduq, todo ello protegido por robustas murallas y 74 torres cuadradas. La muralla almohade del ribat superaba los cinco kilómetros y contaba con cinco puertas: bab al-La´lu, bab al-Hadd, bab al-Ruwah, bab al-Hedid, bab al-Za´ir, cercando una superficie de 450 hectáreas.  Ibn Sahib al-Salat, cronista del emir escribió:

“ mandó construir una ciudad colindante a la alcazaba … hizo los trabajos preliminares y procedió a la construcción de sus murallas por la parte interior y por el oeste.”


1. Bab La´lu, 2. Bab al-Hadd, 3. Bab al-Ruwah, 4. Bab al-Hedid
actual puerta del palacio real, 5. Bab Za´ir 

Un fragmento del kitab al-Istibsar del siglo XII: “ el califa Abu Ya´qub ordenó a los suyos que construyeran una gran ciudad que fuera colindante a la alcazaba (ribat) que fue fundada por el príncipe de los creyentes. En esta alcazaba había palacios, una mezquita y fuentes de agua traída desde más de 20 millas y ubicadas delante de la mezquita. Igualmente en esta ciudad recién fundada había grandes alcaicerías, baños, posadas, numerosas casas, abundante agua, fuetes y varias instalaciones que han sido dispuestas para la llegada de nuevos negocios, ya que está ubicada en el camino y acceso a la ciudad de Marraquech, que Dios la proteja.”

Las obras comenzaron hacia 1171 hasta 1184, cuando se detuvieron por la muerte del califa Abu Ya´qub Yusuf, su sucesor, Ya´qub al-Manur, reanudó las obras hasta la muerte de éste en 1199. El califa Ya´qub al-Mansur se instaló en aquella nueva ciudad creada por él, desde donde vigilaba los avatares de al-Andalus. Convirtió a la ciudad en capital del imperio, cuando “su salud se restableció, acudió a ribat al-fath y se alegró de residir en ella” (al-Bayan)

La edad de oro del imperio almohade se produjo bajo este último califa, Abu Yusuf Ya´qub al-Mansur (1184-1199), quien le dio grandeza a su cultura, creando una gran capital a semejanza de Fez o Marraquech. Ribat al-Fath brillaba con luz propia, sus bellos edificios en la costa, las huertas fructíferas gracias al sistema de irrigación desde la fuente de la Gabula, el puente de barcas que unía Salé con el ribat. Los ingenieros supieron sacarle provecho al lugar así como a la riqueza del suelo. Había agua en abundancia que emanaba de la fuente de la Gabula, Yusuf mandó construir “un gran embalse donde se recogía agua que luego era encauzada desde el embalse hasta la fuente” (Sahib al-Salat). En la zona se encontraba el bosque milenario de Ma´mura, cuya madera se aprovechaba para la construcción de navíos en los astilleros. La tierra era generosa en trigo y cebada, para los soldados y pasto para el ganado y los caballos.
El califa al-Mansur deseaba construir un gran espacio para la oración, para ello contrató a los mejores técnicos y artesanos, que comenzaron la construir de una gran mezquita en 1196. El proyecto constaba de una sala de oración de más de dos hectáreas y media, con una techumbre soportada por 360 columnas y cien pilares,  formando 19 naves perpendiculares al muro de la qibla y 21 naves paralelas, 186 metros de longitud y 142m de anchura, doce puertas y un hermoso alminar de unos 80 metros de altura.


muralla de la alcazaba, al final la puerta de acceso al recinto
puerta de entrada a la kasbah des Oudaya

Al-Marrakushi escribió: “ en ella (ribat), construyó (Abu Yusuf Ya´qub al-Mansur) una gran mezquita de extensa superficie y de un patio amplísimo ….elevó un alminar de culminante altura, al estilo del alminar de Alejandría, al que se sube sin escaleras, y así las mulas suben la arena , los ladrillos, el yeso y todo lo necesario hasta lo más alto. La construcción de esta mezquita todavía no ha terminado, porque las obras fueron suspendidas con la muerte de Abu Yusuf.”


tour Hassan, inconclusa y la gran explanada de
la mezquita 

Cuentan los cronistas: “esta ciudad ha sido honrada por este querido príncipe (Yusuf) y distinguida con excelsas construcciones y un bello alminar. El momento del paseo por sus comercios constituye uno de los más maravillosos paseos del mundo, sobre todo en épocas de abundancia y durante las estaciones templadas, además del litoral que, lleno de gente, se extiende a lo largo de dos millas y tiene una anchura que casi alcanza la milla, y de las barcas en el río con sus pasajeros, el imponente alminar, los colgajos de frutos, las ristras de olivo, la alquibla de la mezquita, y particularmente, el resplandor de aquella prominente fortificación que se percibía desde la ciudad.” 





Era un proyecto inmenso que lamentablemente el califa no pudo concluir. Después de su muerte en 1199, poco a poco ribat al-fath perdió su esplendor y el golpe que supuso la derrota de Las Navas de Tolosa, lo sumieron en el abandono. Ya no tenía sentido el funcionamiento de un ribat, los edificios y la mezquita inacabada fue presa fácil para saqueadores que se llevaron los materiales valiosos. A pesar de todo ello, sirvió para establecer en ribat al-Fath el origen de esta hermosa ciudad llena de vida y belleza.


vista a Rabat desde Salé

NOTA: 
1.- Los barghawata eran una confederación de tribus beréberes de la costa atlántica de Marruecos, que pertenecían al grupo de las tribus Masmuda.

BIBLIOGRAFIA:

-      -    El Marruecos andalusí – Museo sin fronteras EDDIF
-    -   Itinerario Cultural de Almorávides y Almohades – Fundación Legado Andalusí      2003

-    -   Triángulo de al-Andalus – libro de la exposición en la alcazaba de los Udaya,  Rabat – 2003/2004  - Fundación Legado Andalusi

2 comentarios:

  1. ES UN BLOG SOBRESALIENTE, BIEN INFORMADO, BIEN REALIZADO. CON PÁGINAS MUY BIEN SELECCIONADAS, CONSIDERABLES ANÁLISIS Y MATERIALES GRÁFICOS ESPLÉNDIDOS. Enhorabuena, María Jesús Viguera

    ResponderEliminar