Lápida de Sabur
Por Elisa Simon
En el Museo Arqueológico de
Badajoz, Extremadura, se encuentra esta lápida funeraria de Sabur al-saqlabi,
que fue el primer régulo taifa de Badajoz. Su vida transcurrió a principios del siglo XI, cuando en
al-Andalus se estaba desmembrando el poderoso califato omeya de Córdoba.
La lápida funeraria fue hallada a
finales del siglo XIX, cuando se estaba restaurando una casa particular. Esta
realizada en mármol blanco con un epitafio labrado en siete líneas en cúfico
austero y en relieve. El epitafio dice lo siguiente:
“ En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Este es el
sepulcro de Sabur, el hayib, Dios se apiade de él. Murió la noche del jueves a
diez noches pasadas de sha´ban del año trece y cuatrocientos (8 Nov. 1022) y
daba testimonio de que no hay divinidad sino Dios”
Sabur nació hacia 960 y era saqaliba,
es decir, esclavo de origen eslavo. Éstos fueron capturados en batallas o comprados. Los saqaliba
procedían de los pueblos jázaros, búlgaros o eslavos. Este grupo de la sociedad
tenía las características para convertirse en un grupo aislado, sin embargo, se
islamizaron y se arabizaron integrándose en el sociedad andalusí. Los califas
omeyas confiaron en ellos para los más diversos servicios de palacio. Desde
eunucos y puestos humildes al servicio del califa, hasta puestos en la
administración califal, como secretarios, funcionarios y hasta fueron nombrados
hayib. En el caso de nuestro personaje Sabur, según parece estuvo al servicio
del saqaliba Fa´iq al-nizamí, que ostentaba cierto poder en las altas
instancias de palacio, pero terminó involucrado en intrigas tras la muerte del
califa al-Hakam II.
alcazaba de Badajoz, si bien su aspecto actual es de origen almohade, fue en este mismo enclave donde Sabur se estableció como primer regulo taifa. |
Podría ser que Sabur hubiera sido
nombrado walí o gobernador de Badajoz y su territorio en tiempos del califa
al-Hakam II. Al morir éste en el año 976, según parece acudió a Córdoba para
jurar fidelidad a Hisham II. Sin embargo, se encontró con un enorme desorden,
intrigas y conspiraciones, una lucha feroz por el poder que se transformó en la
fitna, que llevó a la inevitable abolición del califato omeya andalusí. Sabur
se vio forzado a tomar partido por alguna fracción. Decidió formar parte del
partido amirí, hasta la muerte de Sanchuelo en 1009.
El nuevo califa al-Mahdi,
impuesto por el “bando” omeya de Córdoba, desterró en 1009 de esta ciudad a un
gran número de eslavos. Muchos de ellos se establecieron en ciudades limítrofes
de al-Andalus, sobre todo en la zona de sharq al-Andalus, como Denia, Almería o
Valencia.
Sabur, que debió seguir los
acontecimientos desde su plaza de Badajoz, cuando en al-Andalus el poder se
debatía entre beréberes y árabes andalusíes. Sabur, una vez más debió elegir un
bando y se inclinó por los beréberes, que por era la mayoría de la población de
Badajoz y su territorio. Buscó el apoyo de dos personajes de renombre, siendo
uno de ellos el notable bereber andalusí Ibn al-Aftàs. Sabur se hizo con el
poder de Badajoz y adoptó el título de hayib, tal como hicieron muchos de los
que asumieron el poder en las distintas regiones del fracturado califato
andalusí. Sabur querría así legitimar su poder, siguiendo el modelo de
al-Mansur.
Ibn al-Jatib lo refleja así en su
kitab “al-Masalik wal Mamalik” :“al
declararse la fitna, cada uno se apoderó para sí del territorio que tenía,
dominando la región occidental con Badajoz, Santarem y la frontera inferior, un
fatà, de los eslavos (´abid) de al-Hakam que se llamaba Sabur, político
incapaz, aunque valiente, confió su gobierno a un beréber andalusí ´abd Allah
b. Muhammad b. Maslama b. Aftás …. “
vista del río Guadiana desde la alcazaba de Badajoz |
Sabur gobernó hasta su muerte en
1022, desde la alcazaba construida por Ibn Marwan en el siglo IX en el cerro de
la Mula y nombró visir a uno de los notables de la ciudad, que se convirtió en
su mano derecha, Ibn al-Aftàs.
Sabur dejó dos hijos menores de
edad, ´abd al-Malik y ´abd Allah, sin embargo ninguno de los dos sucedió a su
padre. En su lugar lo hizo el que fuera su visir ´abd Allah ibn al-Aftàs, quien
inició la dinastía taifa de Badajoz. Los dos hijos menores se retiraron a
Lisboa, donde se hicieron fuertes, hasta que finalmente fue anexionada a la
taifa aftasí.
BIBLIOGRAFIA
- M.A. Martínez Núñez (2013)
“Epigrafía árabe del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz “
- “Los reinos de taifas y las
invasiones magrebíes” María Jesús Viguera Molíns – Colecciones MAPFRE 1992
-Historia de España de Ramón
Menéndez Pidal VIII-1 los reinos de taifas – editorial Espasa Calpe
- Rise and Fall of the Party
Kings de David Wasserstein – Princeton University Press, Princeton, New Jersey
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