viernes, 28 de agosto de 2015

VEJER DE LA FRONTERA, CADIZ

VEJER DE LA FRONTERA – CADIZ

Por Elisa Simon

Desde la carretera A2229 se asciende poco a poco hasta llegar a unos 200 metros de altura y allí se encuentra, sobre un cerro y a orillas del río Barbate, la hermosa y pintoresca ciudad de Vejer de la Frontera en la costa de la provincia de Cádiz. Hasta aquí hemos venido llamados por la Semana Medieval organizada por su ayuntamiento y con la colaboración de la Fundación Tres Culturas. Una vez alojados fuimos hasta la Casa de la Cultura donde nos recibió con amabilidad Juan Jesús Cantillo, el arqueólogo de Vejer, quien no dio toda la información necesaria para poder asistir a los eventos culturales.



Les quiero contar un poco acerca de la historia de Vejer, que pertenece a los pueblos blancos de la costa gaditana, de hecho su playa es la del Palmar que dista sólo 11 km de la ciudad, que goza de un paisaje único y espectacular. 


Esta ciudad estuvo poblada desde la Antigüedad y era conocida bajo el nombre de Baessipo, estando relacionado con un oppidum o ciudad en altura de origen preromano. Su aspecto actual es el resultado de las diversas culturas que la han poblado. El entramado de sus calles, estrechas con casas encaladas, nos deja entrever  su huella andalusí. 

calle del arco de las monjas




A partir del siglo VIII en época andalusí, pasó a llamarse Besher o Bashir y formaba parte de la cora de madinat Shiduna. Las fuentes no mencionan Besher tanto como otras ciudades de la zona, si bien debido a su situación geográfica tuvo que haber sido testigo de la llegada de las dinastías, que han contribuido a enriquecer al-Andalus en todos los sentidos. Tarifa, Algeciras y Gibraltar se sitúan a poca distancia y como enclave estratégico Besher ha servido para vigilar y controlar la zona de la comarca de la Janda y la costa.

restos del arco de entrada a la ermita de nuestra Señora de los Remdios, siglos XV
La ciudad se fue creando y creciendo entorno a la fortaleza, la cual se ha transformado a lo largo de los siglos. Siguiendo las escasas fuentes y las investigaciones arqueológicas, se podría establecer que existes vestigios omeyas y almohades, así como cristianos. A lo largo de los siglos el castillo se fue modificando, hasta que  en siglo XIX se convirtió en una vivienda privada. Las obras de investigación y recuperación del antiguo castillo comenzaron hacia 1973 cuando el profesor Alfonso Jiménez llevó a cabo distintas campañas de limpieza y restauración tanto del castillo como de las murallas de la ciudad.


puerta de acceso a la fortaleza, época almohade

restos de la puerta de acceso al castillo datada entre los siglos XI/XII -
fíjense en la decoración floral del alfiz

puerta de acceso a la fortaleza, siglos XI/XII -
se ha dejado al descubierto la hermosa decoración del alfiz
 Alfonso Jiménez estableció que Vejer contaba con tres murallas, siendo la primera de pequeñas dimensiones correspondiente al castillo, la segunda también pequeña situada al noroeste de la primera. Y la tercera ya de época cristiana y con cuatro puertas de acceso, cuando Vejer formaba parte de la frontera con el reino nazarí. El trazado de la muralla cristiana podría seguir el almohade de la ciudad andalusí. A nivel documental una de las personas que han aportado luz a la historia andalusí de Vejer ha sido el doctor Juan Pérez Abellán, catedrático de la Universidad de Cádiz, tal como pueden ver en la bibliografía.  

paño de muralla
Besher debió contar con una mezquita aljama, donde hoy se alza la Iglesia del Divino Salvador, siendo el único vestigio andalusí  parte inferior del campanario, identificado con el antiguo  alminar. El historiador ibn Hayyan (987-1076) menciona las revueltas de los muladíes al frente del caudillo ´Umar ibn Hafsún, indicando que junto a las murallas de Vejer se libró una cruenta batalla, frente a las tropas emirales del omeya abd ar-Rahman II. En aquellos tiempos se podría haber reforzado el hisn o fortaleza.

paño de muralla
Una vez que el Estado andalusí consiguió la estabilidad bajo el califato omeya Besher sirvió como uno de los puntos importantes de control militar andalusí frente a los mayus o vikingos. Durante la época de esplendor califal Besher se menciona poco en las fuentes, según ibn Hayyan contaba con dos cercas, siendo una de ellas la de la propia fortaleza. La población de Besher la integraban andalusíes mozárabes y musulmanes, si bien no habría que descartar una población sefardí, ya que hay una calle junto a la muralla llamada Judería. La riqueza agrícola de la zona les daba estabilidad económica.

calle Judería, junto a la puerta Cerrada
Cuando estalló la fitna o guerra civil en al-Andalus, después de la abolición del califato (1031), Besher quedó al margen de esta contienda. Más bien se convirtió en un lugar de refugio para los místicos, tanto musulmanes como cristianos. Según dicen en Besher vivió el gran Ibn ´Arabi durante un tiempo.




Hasta ahora no se han hallado vestigios almorávides, si bien parece que fueron los almohades quienes hicieron obras de consolidación en las murallas y en el castillo.
Besher fue conquistada por Castilla en 1250 pasando más tarde a formar parte de la segunda línea de frontera con el reino nazarí.
Ibn Abí Zar´, en el siglo XIV, en su obra Rawd al-qirtás menciona brevemente Besher: “ llegaron al campamento situado en Jerez los meriníes y árabes que se habían quedado en Vejer, después de haber asolado en el tiempo que allí estuvieron todas las mieses de Vejer, huertas, viñas y árboles.”


puerta cerrada, cuyo origen es andalusí, si bien
su aspecto actual es cristiano.
Cuando estalló la guerra de Granada, en el siglo XIV – XV, ocurrió una historia mezclada con leyenda entre Mulay Alí ben Rashid, quien acudió a al-Andalus en apoyo a los nazaríes frente a los cristianos del norte. Su campaña no tuvo éxito militar, pero sí lo tuvo a nivel sentimental, ya que se enamoró de una guapa mujer de Vejer llamada Lalla Zhora con quien se casó. Ambos marcharon para el Magreb, donde Mulay Alí fundó la bellísima ciudad de Xauen, dicen que a imagen y semejanza de Vejer, ya que su querida esposa añoraba su ciudad natal. De esta historia nació el hermanamiento entre Chefchauen o Xauen y Vejer de la Frontera. 

pinchar aquí  para leer post Sa´ida el Horra  y pinchar aquí  para leer post La magia de Xauen 

Finalmente me gustaría mencionar a la cobijada o “la cobijá” de Vejer, denominación dada al traje tradicional, de color negro, que llevaban las mujeres de Vejer y la zona y que sólo dejaba al descubierto el ojo izquierdo. El traje consiste en varias capas de enaguas, faldas y un gran manto. Hay quien busca un origen andalusí o morisco en este traje, debido a su parecido con trajes de otros países mediterráneos como Siria o Egipto. Por otro lado, existe la interpretación de que se trata del traje castellano del siglo XVII de manto y saya. Sea como fuera, muchas mujeres de Vejer llevaron este traje a lo largo de los siglos. En el siglo XIX llamó la atención de los viajeros románticos y durante las primeras décadas del siglo XX fueron los fotógrafos quienes captaron la imagen de las “cobijás” no sólo de Vejer sino de otras zonas.  

estatua de la cobijada, en uno de los miradores de la ciudad.
Por último y no por ello menos importante, más bien todo lo contrario, quiero agradecer especialmente a Juan Jesús Cantillo Durán, arqueólogo de la ciudad, por su hospitalidad y dedicación, así como a Flora Núñez también del área de Cultura del ayuntamiento de Vejer por su amable recibimiento y atención. Sin ellos este post no hubiera sido posible.  

Siempre he sentido a Vejer de la Frontera como un lugar especial, lleno de encanto y magia. Para mi gusto con una agradable fragancia andalusí, que suelo respirar en cada visita. A partir de ahora, además de todo esto, sé que allí están Juan Jesús y Flora.



Presentación de la ponencia, salón de actos de la Casa de la Cultura
Mariché Sena Malmagro de la Fundación Tres Culturas
del Mediterráneo, Francisca Sánchez Galván, segunda
Teniente de Alcalde y Juan Jesús Cantillo,
arqueólogo de Vejer de la Frontera

los ponentes de la conferencia "Los ritos de boda en las
culturas cristiana, sefardí y musulmana" siendo los
ponentes el doctor Juan Pérez Abellán,
la doctora Hafida Sedraoui y la señora
María de Miguel del Centro Sefarad

foto para el recuerdo con los componentes de la orquesta Chekara Andalusí, "Música de las Tres culturas"

BIBLIOGRAFÍA:
-  Los orígenes de Vejer de la Frontera. Juan Abellán Pérez. Universidad de Cádiz
- La puerta musulmana del castillo de Vejer de la Frontera. Juan Abellán Pérez. Universidad de Cádiz
-  Obras de restauración en Vejer de la Frontera (1973-1977) Boletín del Museo de Cádiz,  1978 – Alfonso Jiménez Martín 
- El Cádiz Islámico, a través de sus textos. Juan Abellán Pérez. Universidad de Cádiz
- datos aportados por el arqueólogo de Vejer Juan Jesús Cantillo
- Museo del Traje. Artículo de Irene Seco, "Las cobijadas de Vejer en el Museo del Traje" 





lunes, 17 de agosto de 2015

MUSEO ARQUEOLOGICO DE JEREZ, CADIZ

Visita a la sala andalusí del Museo Arqueológico de Jerez

Por Elisa Simon

El actual museo arqueológico de Jerez está situado en la plaza del Mercado en el barrio de San Mateo. Este barrio guarda su carácter andalusí, en el entramado de calles estrechas y pequeñas plazas de la antigua medina.




El edificio del museo corresponde al siglo XVIII construido entorno a un patio central. Esta casa-palacio sirvió a lo largo de los siglos XIX y XX como Colegio, Instituto y Escuela de Enseñanza.
Tras un proceso de rehabilitación y ampliación del edificio con nuevas salas y patios, se abrió en el año 2012 el nuevo y magnífico Museo Arqueológico de Jerez.


La amplia colección de piezas que ofrece a lo largo de sus diez salas, que están distribuidas en dos plantas abarca desde la prehistoria cuando se asentaron en esta zona los primeros humanos hasta la edad moderna. A lo largo de su recorrido entre hermosas y únicos objetos milenarios, se exponen paneles explicativos así como amenos y muy ilustrativos audiovisuales. De esta manera el visitante podrá conocer las diversas culturas y civilizaciones que de forma sucesiva han poblado esta tierra. Una de las piezas antiguas más importantes es el casco corintio del Guadalete, que es uno de los bronces griegos más antiguos de la Península.
La sala séptima es la dedicada a los siglos andalusíes. Un magnífico audiovisual nos introduce en la historia de Madinat Sharish y su entorno y su desarrollo sobre todo en época almohade. Las investigaciones e intervenciones arqueológicas de los últimos años tanto en la ciudad como en el interior del Alcázar han arrojado luz y nuevos conocimientos de los siglos andalusíes anteriores a los almohades.
Es complejo explicar cada pieza andalusí que compone esta sala, de ahí que me centraré en los objetos que considero más relevante.

ATAIFOR CALIFAL

Este hermoso plato grande, de forma convexa, paredes curvas, donde se servía la comida, se encontró en la plaza de Belén. Estaba roto en varios pedazos y con bastante suciedad incrustada. Gracias al trabajo de los profesionales restauradores se ha limpiado y restaurado para ser expuesto como uno de los ejemplos más hermosos de la cerámica verde y manganeso, típica del siglo X califal. Este tipo de técnica y decoración  refinada, corresponde a las primeras producción de los alfares de madinat az-Zahra, ya que esta técnica es uno de los aportes orientales que en al-Andalus alcanzaron un gran desarrollo y especialización.




La cerámica vidriada impermeabilizaba la vajilla para que los alimentos no modificaran su sabor. En los talleres cordobeses se producía esta cerámica con una base de blanco de estaño y  barnices obtenidos del plomo para impermeabilizar. El verde y manganeso, se obtenía  del óxido de cobre para el verde y manganeso para el negro-morado. Los califas omeya emplearon esta vajilla como símbolo de su unidad política en al-Andalus, de su poder y su prestigio. De esta manera se hizo célebre en todo el territorio, y pronto comenzaron a trabajar alfareros en distintos puntos con este tipo de técnica decorativa típica califal. Según los especialistas una hipótesis de la expansión de esta cerámica por distintos lugares del territorio y a Jerez en nuestro caso, podría ser de que los gobernadores de las provincias tenían esta valiosa vajilla que formaba parte de la dotación que llevaban a sus respectivos lugares de destino.  

La decoración de la cerámica verde y manganeso es variada, en este caso, se trata de un hermoso ciervo de perfil que lleva una ramita en la boca. Es una obra de arte del artista andalusí que empleó mucha delicadeza y buen gusto.

JARRA CON MOTIVOS ZOOMORFOS Y FITOMORFOS

Esta hermosa jarrita es de cerámica pintada en marrón rojizo y está datada en el siglo X, hallada en el yacimiento de Mesas de Asta, en las afueras de la ciudad. Tiene una delicada decoración en forma de círculos en cuyo interior se alternan flores y pájaros. Este tipo de cerámica también pertenece a los producidos en los talleres de madinat az-Zahra.

JARRA TAIFA

Este ejemplar fue realizada en cuerda seca parcial en el siglo XI. Forma parte de los hallazgos realizados en la plaza de Belén. Tiene forma redondeada, siendo su cuello estrecho, en la zona más ancha de la jarra aparece la inscripción “al yumn o yumn” que significa “felicidad”(según el diccionario esta traducción es incorrecta), en vedrío verde y repetido hasta cinco veces alrededor de la jarra.




En los alfares de las distintas ciudades se producía la técnica verde y manganeso hasta la caída del califato, a principios del siglo XI. En ese momento los artesanos derivaron su producción en una evolución que derivó en la cuerda seca. La técnica de la cuerda seca consiste en trazar el dibujo con óxido de manganeso que se mezclaba con grasa, que tenía la función de separar los colores. De esta manera se rellenan los dibujos con óxidos, dando así volumen al diseño, siendo la grasa el elemento que separa los colores quedando de esta forma aislados los unos de los otros.

BACÍN ALMOHADE

Esta pieza es especialmente hermosa, es más bien pequeña, pero me encantó. Los arqueólogos la encontraron en la plaza de la Encarnación, situada en el entorno del Alcázar. La dataron entre los siglos XII / XIII.
Como pueden ver se trata de un bacín cilíndrico alto y recto, esbelto y bello. La decoración en cuerda seca repite la palabra “al-mulk al-da´im” que significa “el poder eterno”.




CUÑO DE ESTAMPILLAR ALMOHADE

Ya hemos visto que en época califal se empleaba la técnica verde y manganeso, que luego derivó en época taifa en la cuerda seca, donde los alfareros hacían dibujos. Entre los siglos XII y XIII bajo el imperio almohade se desarrolló la técnica del estampillado en cerámica, que tuvo una gran difusión en todo el territorio. En los alfares ya era común el uso del torno, los artistas almohades empleaban cuños de barro con matrices para estampillar sobre la arcilla o barro fresco.




Los cuños solían ser de barro y se empleaban en piezas grandes de cerámica como tinajas, para almacenar líquidos o sólidos o brocales de pozo.
Los cuños tenían diferentes tamaños y tipos de decoración, si bien casi todos, como éste tenían una forma que facilitaba el trabajo de estampillar al alfarero. La matriz que se encontraba a ambos lados del cuño tenían forma cóncava.


fragmento de brocal de pozo, con estampillado

fragmentos de gran tinaja con decoración estampillado


Los motivos decorativos podían ser variados, como éste cuño con motivo geométrico-fitomorfo en ambas matrices. El motivo para estampillar esta en negativo y se solía decorar a base de bandas que cubrían la superficie de las piezas. En la decoración pueden mostrar también arquitos ciegos o motivos protectores como la mano de Fátima.


decoración estampillada con escudo protector de la mano de Fátima

PEINE ANDALUSI DEL ALCAZAR

Este hermoso y pequeño fragmento de peine de marfil fue hallado en el año 2003 durante las excavaciones en el interior del Alcázar en una zona cercana al pabellón real. Los arqueólogos lo han datado en el siglo XI, es decir, la época taifa.
Este fragmento de peine tiene dos hileras de dientes, de un lado son un poco más anchos y con cierta distancia, mientras que del otro lado las púas son más estrechas y juntas. Con un lado se desenredaban el cabello y por el otro se peinarían. Podría servir tanto para hombre como para mujer de la alta sociedad andalusí, por el sitio donde se encontró y por la decoración que muestra.
Ya que solo se halló un fragmento, se muestra la parte trasera de un animal, que los expertos han identificado con una liebre o conejo, animal con la que se suele representar la fertilidad.




BIBLIOGRAFIA:

- al-Andalus, las artes islámicas en España – edicion del catálogo de la exposición 1992 – Granada
- www.jerez.es/webs_municipales/museo/

MAS FOTOS DEL MUSEO CON PIEZAS INTERESANTES 


vitrina con piezas cerámicas de los siglos X y XI

tazas o jarritas con decoración datadas en el siglo XI


posibles piezas de ajedrez










lunes, 10 de agosto de 2015

MADINAT SHARISH Y SU ALCÁZAR



MADINAT SHARISH Y SU ALCÁZAR

Por Elisa Simon

“Esta ciudad forma parte del territorio de Sidona, en al-Andalus. Se encuentra a veinticinco millas de Calsena, cerca del mar. Los cereales crecen bien en este territorio y dan excelentes rendimientos … Jerez es una ciudad mediada, está fortificada; sus alrededores son agradables; está rodeada de numerosos viñedos, olivares e higueras. También se cultiva el trigo en abundancia. “ – al-Himyari: Kitab al-Rawd al-mi´tar.




Este artículo es continuación de La mezquita del alcazar de Jerez video aquí              Al ser continuación del artículo y video anterior, en éste también disfrutamos de la linda compañía de mis queridas Patricia y Renata el Moor, de Brasilia. Tanto la mezquita como los baños árabes y el pabellón real, forman parte de lo que aún permanece del recinto de la fortaleza almohade de Jerez de la Frontera.



Pero antes me gustaría dar unas pinceladas sobre la historia andalusí de la ciudad. Empecemos por su nombre: los especialistas tienen la siguiente hipótesis con base filológica. En época romana la ciudad se localizaba en el centro de una fértil comarca agrícola cerca del mar, donde podría estar situada hipotéticamente Cerit romana. El paso del nombre romano Cerit al romance hizo cambiar un poco su fonética “Tseris”, de donde podría proceder el nombre andalusí de Xarix o Sharish.

El geógrafo Yaqut del siglo XIII lo explica así: “ Sharish, su primera letra es igual que la última, con fatha la primera y kasra la segunda, seguida de ya´. “

Hasta hace unos años se tenía la teoría de que el origen la ciudad emiral, califal y taifa se encontraba sobre los restos romanos de Asta Regia, situada cerca de la actual ciudad. Siguiendo esta teoría la actual ciudad de Jerez sería de nueva creación bajo los almohades.

Si bien, las excavaciones arqueológicas realizadas en diversos puntos de la ciudad así como en el interior del alcázar, en los últimos años han sacado a la luz la existencia de una ciudad pre-almohade. A estas intervenciones arqueológicas, debemos añadir las fuentes árabes que mencionan hechos históricos identificando a Jerez como la capital de la cora de Siduna, tradicionalmente identificada con Medina Sidonia. Si bien esta última teoría esta siendo discutida por los especialistas, que defienden a Siduna, como la antigua Jerez, lugar situado frente al río Guadalete en la sierra de San Cristóbal. Otras fuentes, como la Historia de los ulemas , obra de principios del siglo X nos habla de siete destacados sabios que vivieron y trabajaron en Jerez entre los siglos IX y XI. Se puede deducir que para aquel entonces Jerez era capital de la cora y una ciudad de cierta importancia tanto cultural como religiosa. Así lo demuestran los restos cerámicos hallados tanto en el interior del alcázar, como en distintas plazas de la ciudad. La cerámica que han encontrado, lleva el lema de la producción cerámica propia de madinat az-Zahra bajo el califal al-Hakam II, con el lema “al-mulk” – e poder.

Es probable que debido a la situación geográfica de esta ciudad en un lugar de fácil acceso, y habiendo sufrido los ataques de los normandos y ciertas revueltas internas andalusíes, unido a la guerra civil o fitna que marcó el final del califato, pudo haber provocado el despoblamiento de esta ciudad y su traslado al actual Jerez, donde más tarde los almohades le darían su aspecto y carácter actual.
De hecho la fisionomía de Sharish se consolidó bajo los almohades, que trazaron un amplio recinto amurallado en tapial, del cual quedan aún bastantes restos visibles.



Para ello construyeron, sobre estructuras anteriores, una alcazaba en la zona más elevada de la ciudad, donde el walí o gobernador tenía su residencia, desde donde regía el aparato político y militar de Sharish. Al igual que ocurría en otras ciudades, en el interior de la alcazaba, se encontraba una pequeña ciudad, con su mezquita, baños, aljibes, las dependencias del gobernador, jardines y huertas, así como una zona donde vivía la guarnición y algunos artesanos, como alfareros. 

jardín siguiendo el estilo andalusi

torre octogonal del recinto del alcázar
Todo ello estaba rodeado de fuertes murallas con torres robustas, la más alta es de forma octogonal, desde donde se divisaba toda la comarca a su alrededor. Esta muralla de la alcazaba estaba conectada con el sistema defensivo de la ciudad, que protegía la medina, con una red de torres distribuidas a cierta distancia. El perímetro de la medina constaba de muralla y una barbacana. 

vista desde la torre octogonal. junto a la muralla se ve parte de la
techumbre del pabellón real, luego la zona arqueológica y
al fondo los techos del baño árabe.

La muralla de la ciudad contaba con al menos cinco puertas, con acceso en recodo. La puerta de la medina, era la única que se comunicaba directamente con el recinto del alcázar. 


puerta de la medina, única que se comunicaba con el recinto del alcázar
En un ángulo de la muralla se encuentra la ya mencionada alcazaba o alcázar. Su aspecto actual fue muy modificado a lo largo de los siglos. Lamentablemente las dependencias del gobernador y la mayor parte del alcázar almohade ya no está en pie. En su lugar se alza el palacio barroco de Villavicencio. 

Sin embargo, podemos hacer un ejercicio de imaginación mientras visitamos los baños privados, el pabellón real y una reproducción de jardines y huertas andalusíes.


jardines del alcázar de Jerez

Los baños están situados en la zona sur del recinto, cerca de la gran torre octogonal y la llamada puerta del Campo. Bajando unos escalones llegamos al hammam, que tenía carácter privado, es decir, sólo para el gobernador, su familia y el séquito a su disposición.  

Este baño de pequeñas dimensiones, sigue los cánones de los hammamat andalusíes, tal como hemos descrito en este blog en varias ocasiones. Aquí tienen los enlaces. 
El Bañuelo, Granada  y baños de Ronda, Málaga


lucernario estrellado de la sala templada

Una vez atravesado el zaguán pasamos al vestíbulo o bayt al-maslaj y la sala fría o bayt al-barid, que es una pequeña sala rectangular cubierta por bóveda de cañón con lucernarios en forma estrellada. Dos lindos arcos de herradura con pilar central delimitaba con una zona donde podría haber una pila para refrescarse. 


sala fría de los baños privados del alcázar de Jerez


hermosa cúpula de la sala fría del baño árabe del alcázar de Jerez

La sala más grande, de forma casi cuadrada con un patio porticado con arcos de herradura en ladrillo y fuertes pilares. El suelo de mármol con canalizaciones nos recuerdan que bajo el suelo se desarrollaba todo un sistema de calefacción de las salas, siendo la sala templada o bayt al-wastaní la más agradable, ya que  en esta sala el walí o gobernador sería frotado, enjabonado y enjuagado por los trabajadores del baño, luego recibiría un reconfortante masaje con aceites. Imagino que las mujeres de su familia, tendrían el horario de la tarde para el uso exclusivo del baño, tal como era costumbre en al-Andalus.
Finalmente, la sala más cercana a la zona de caldera y leñera era la sala caliente o bayt al-sajun. El vapor que desprendía, vertiendo agua en el suelo, de esta manera, el vapor abría los poros y preparaba la piel para ser frotada en la sala templada. Imagino que no se podría permanecer demasiado tiempo en esta sala.
La sala de caldera o bayt al-burma se encontraba junto a la leñera que se hallaba en el exterior del baño.


la caldera de los baños, situada junto a la sala caliente

Saliendo del baño, nos sorprende una amplia zona de excavación arqueológico, realizadas en verano del 2009,  que ha quedado al aire para el disfrute de todos. 


zona arqueológica, de época almohade y por también algunos restos califales


zona arqueológica, en la cota más baja sería califal, y a nivel del pabellón real sería almohade
han construido pasarelas para poder visitar cómodos y tienen paneles explicativos
Unas pasarelas nos facilitan el paseo a través de la historia, que abarca desde restos califales y taifas, también almohades y cristianas. Se trata sobre todo de estructuras relacionadas con el sistema hidráulico, como norias, aljibes, hornos artesanales. Se ha hallado así mismo un ala del pabellón real que se encuentra a continuación, más concretamente parece tratarse de las letrinas del pabellón.


zona arqueológica, con restos califales, almohades y cristianos de los siglos XIV y XV

muro califal, zona junto al pabellón real

letrinas del pabellón real, con entrada en recodo para preservar la privacidad
 Estas letrinas con evacuación al exterior y se limpiaba gracias a la presión del agua de una cisterna situada a su lado, alimentada por un pozo central. 
Este pozo central es en su parte inferior de origen califal edificado en mampostería y con dos apoyos donde iría una noria de extracción y elevación del agua. 
parte superior del pozo con los apoyos donde iría situada la noria
La parte superior del pozo es de época almohade y fue elevado hasta el nivel del pabellón real. 
El pabellón real, de forma rectangular y pegado a la muralla, consiste en una sala cuadrada con bella cúpula estrellada, formando una qubba con una bonita fuente central y a los lados se abren dos alcobas. Parece que era un área privada para el gobernador o bien una zona de residencia para los invitados. Este pabellón tenía un pórtico con arcadas y decoración en yesería para dar sombra y con hermosas vistas a una alberca rectangular y el huerto.

aljibe del siglo XV , para recoger el agua de lluvia
Frente al pabellón real, se construyó en el siglo XV una cisterna subterránea para almacenar el agua de lluvia, seguramente para ello se modificaron o destruyeron el complejo sistema hidráulico que abastecía a los habitantes del alcázar con agua proveniente del cercano manantial de Los Albarizones, que llegaba hasta allí a través de un acueducto al pozo central, antes mencionado.  De esta manera los almohades tenían garantizada el agua en caso de asedio.  

alberca frente al pabellón real, que en esta foto quedó a la izquierda ....


zona de jardines, reconstruído al estilo andalusí
En el interior del alcázar se ha intentado reproducir una zona de huerta y jardines de estilo andalusí. Fuentes y albercas entre cipreses y olivos, además de flores aromáticas en colores vivos, donde podemos pasear hasta la zona de huertas con sus canalillos para el riego de las cebollas y demás hortalizas.

nuestras queridas amigas Patricia y Renata el Moor, que nos acompañaron en este hermoso paseo
muchas gracias por el lindo día que pasamos juntas


Daniel y Elisa, somos de al-Andalus a Sefarad. 

BIBLIOGRAFÍA:

- El Cádiz islámico a través de sus textos – Juan Abellán Pérez. Universidad de Cádiz
- Itinerario cultural de almorávides y almohades – Fundación Legado Andalusí
-ŠARĪŠ.LAJEREZANDALUSÍ 
   Breve reseña histórica a partir de las fuentes documentales y la epigrafía. Autor: Miguel Ángel Borrego Soto. Centro de Estudios Históricos Jerezanos.