sábado, 2 de mayo de 2015

ABRAHAM IBN ZARZAL

ABRAHAM IBN ZARZAL, médico sefardí al servicio del rey don Pedro I de Castilla

Por Elisa Simon



Abraham ibn Zarzal, médico y astrólogo sefardí del siglo XIV. Para ahondar en este personaje he buscado en la documentación que tengo a mi alcance y dentro de mis posibilidades. No encontré muchos datos. Sin embargo, decidí seguir adelante con el artículo porque  este personaje sirvió a tres monarcas sobresalientes de su tiempo: un sultán meriní, un emir nazarí y un rey castellano.

No se sabe su fecha y lugar de nacimiento, Abraham ibn Zarzal o Ibrahim ibn Zarzar, se lo sitúa en Granada en la época del emir Muhammad V, cuando en 1354 fue llamado por el sultán meriní de Fez, Abu ´Inan Faris para que lo tratara de una enfermedad. Así, ibn Zarzal cruzó el Estrecho y se estableció en aquella corte durante un tiempo. Allí conoció y se hizo amigo del gran ibn Khaldun.

madrasa Bou Inania, Fez
Probablemente a la muerte del sultán meriní Abu´Inan Faris, nuestro médico sefardí regresó a Granada a la corte de Muhammad V, quien estaba a punto de ser destronado. De hecho, en 1359 cuando el emir nazarí debió abandonar su ciudad, ibn Zarzal marchó hacia el reino de Castilla, a Sevilla, donde se presentó ante el rey don Pedro I. Gracias a su carta de recomendación  rubricada por el soberano granadino y la buena impresión que le causó al rey, ibn Zarzal fue integrado en la corte sevillana en el Alcázar. El rey don Pedro tuvo a su lado a este medico sefardí no sólo para cuidar su salud sino para predecir el futuro.

patio de los leones, la Alhambra, Granada
Hacia 1362 el emir nazarí, que había estado en el exilio en Fez, logró recuperar el trono con la ayuda de don Pedro. Ambos soberanos decidieron ratificar sus tratados de paz. Así, Ibn Zarzal encabezó la embajada castellana a Granada donde le entregó cartas y regalos del rey castellano. Un año después, serían los nazaríes quienes visitaron Sevilla con ibn Khaldun al frente, para rubricar el tratado de paz, trajo asimismo valiosos regalos para el rey don Pedro. Ibn Khaldun cayó muy bien al rey, quien le ofreció un puesto en su corte, que el polígrafo declinó con mucha educación. Tuvo la oportunidad de pasar tiempo con su amigo ibn Zarzal en los jardines del Alcázar.

Fachada palacio rey don Pedro, Real Alcázar, Sevilla 
En el libro “Introducción a la historia” de Ibn Khaldun, se menciona a ibn Zarzal, en la autobiografía del polígrafo:

“ Allí (en Sevilla) fui presentado al rey (don Pedro), quien me recibió con todos los honores. El había oído hablar de mí y de la relevancia que tuvo mi familia en Sevilla, a su médico, el judío Ibrahim b. Zarzar. A éste, que era también astrónomo de gran categoría, lo conocí en la corte de Abu ´Inan, el cual había necesitado de sus servicios y le mandó a buscar a la ciudad de Muhammad V. “

En el libro de Francisco Bueno “los Judíos de Sefarad” cita un pasaje, donde el propio rey don Pedro mantiene una conversación con ibn Zarzal poco antes de su asesinato en Montiel.

“Don Abraham, bien sabedes que vos e todos los astrólogos de mi regno, me dixisteis siempre que fallábades por vuestra astrología que mi Nascimento fue en tal constelación que yo avía de ser el mayor rey que nunca ovo en Castiella del mi linaje, e que avía de conquerir los moros fasta ganar la Casa Sancta de Ierusalem, e otras cosas muchas de victorias, que yo avía de aver. Et agora paresçeme que todo es contrario; porque cada día veo que todos mis fechos van en destroyçión, de mal en peor, sin ninguna enmienda. Por lo cual digo que vosotros los astrólogos que esto me dixisteis, que me lo dixisteis por me lisonjar, sabiendo que era al contrario e non sopisteis lo que me dixisteis. “

Abraham ibn Zarzal le respondió con suaves palabras, que los augurios eran irreversibles y que había sido originados por sus propios pecados. Había hecho tantas cosas mal, que se habían torcido las constelaciones, los astros y sus indicaciones. El asunto no tenía remedio.

En efecto, el rey don Pedro fue asesinado por su hermanastro en 1369.
No se tienen más noticias sobre Abraham ibn Zarzal, podría ser que permaneciera en Sevilla bajo Enrique II o bien pudiera ser que decidiera regresar a la corte nazarí donde quizá se sentiría más seguro. Por otro lado, se sabe que Ibn Zarzal  tenía un hijo, llamado Moshé, que fue un médico que alcanzó gran reputación y era medico personal de Enrique III.


BIBLIOGRAFIA:
- Introducción a la historia de Ibn Jaldun

- Los judíos de Sefarad de Francisco Bueno



2 comentarios:

  1. Qué interesante! Me ha encantado el texto! Un beso desde Brasil!

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  2. Fue una época buena pero breve la de D. Pedro, al menos para la pequeña burguesía y para las minorías. Gracias por el relato tan interesante.

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