lunes, 31 de marzo de 2014

LA PERLA DE GRANADA

MI ENCUENTRO CON “LA PERLA DE GRANADA”

Encuentro con la autora de la novela histórica “La Perla de Granada” Brígida Gallego-Coín, en una acogedora tetería de la ciudad.



Como les conté en el artículo anterior, “mi escapada a Granada”, durante mi visita tuve la suerte de conocer en persona a Brígida Gallego-Coín, una joven y amable periodista, que escribió dos novelas de éxito así como cuatro libros para niños narrando la historia de personajes andalusíes. Su primera obra "Isabel de Solis.Soraya" va ya por la cuarta edición y es un viaje a nuestro siglo XV, me contó Brígida. Por otro lado, los cuentos para los más pequeños de la familia son Boabdil, Hada Alhambra, Zyriab el inventor y Eugenia de Montijo.
 Quedamos en una acogedora tetería en el centro de la ciudad, yo ya estaba allí cuando vi llegar a una mujer alta de melena rubia, delgada y muy elegante, mostrando un carácter fuerte al caminar. Al verme, sus ojos brillaron y su rostro esbozó una amplia sonrisa. Nos alegramos de conocernos, al fin, en persona, después de estar varios meses chateando por facebook.

Brígida acudió a la cita  con gripe y una fuerte afonía, nos sentamos en un rincón tranquilo de la tetería, pedimos un té con yerbabuena y pastelitos marroquíes. Con música árabe de fondo comenzó nuestra conversación entorno a Hafsa bint al-Hayy ar-Rakuniyya, la poetisa más famosa del siglo XII, llamada “Perla de Granada”. Pensé que sería más dinámico narrar la entrevista, más que pregunta y respuesta, por lo que este artículo es una mezcla de las respuestas de Brígida, pero a mi estilo.   

la autora, Brígida Gallego-Coín

Brígida me contó que fueron varias las razones que la llevaron a escribir esta historia. Lo que más le fascinó fue Hafsa en sí, aquella mujer libre y de armas tomar que vivió en un entorno social y político complicado para los artistas y las poetisas en particular. A la autora le entusiasmaron sus poemas, recogidos en diversas antologías. Se trata de versos llenos de pasión, de colorido y belleza, inspirados en la naturaleza. La gran sinceridad de Hafsa a la hora de plasmar sus sentimientos y la sencillez con la que lograba tocar el alma del más impacible.

La escritora recitó un fragmento de uno de los poemas de Hafsa:

Si no fueras un Lucero,
Mis ojos no habrían quedado a oscuras
Ahora que estas lejos.

Brígida me supo transmitir en este fragmento su admiración por esta poetisa y la intensión de hacer llegar esta belleza no sólo a los jóvenes sino a todos aquellos sensibles e interesados en la cultura andalusí.

Pero, ¿quién era Hafsa?

Hafsa bint al-Hayy ar-Rakuniyya, era una poetisa afamada de Granada en el momento del establecimiento de los almohades en la Península. Ella mostró ser una mujer atemporal, cuando decidió rechazar un matrimonio acordado, cuando se encaprichó de un hombre libre, cuando se enfrentó al poder político para defender su cultura y sus ideales. Hizo oídos sordos a los consejos familiares y los malos presagios de su mejor amiga. Aceptó con orgullo sus derrotas y festejó sus logros, amó con pasión y todo su corazón.


El hilo conductor de esta obra es la poesía andalusí, explicó Brígida, queriendo rendir de esta manera un homenaje a todos aquellos andalusíes que conocían el lenguaje del corazón. Personajes como Ibn Zaydun y la princesa Wallada, con la cual Hafsa se sentía identificada, el gran Ibn Hazm de Córdoba o el rey al-Mu´tamid de Sevilla están presentes en esta novela.

En la vida de Hafsa interviene el apuesto príncipe Abu Ya´far Ahmad b. ´abd al-Malik Ibn Sa´id, de noble linaje y secretario del flamante y joven gobernador almohade Abu Sa´id ´Utman, hijo del califa abd al-Mu´min. En torno a ellos tres se desarrolla una historia verídica, traída hasta nuestros días por una fuente fundamental, la familia de Ya´far, los banu Sa´id.  

A lo largo de los capítulos se va desarrollando la historia de esta mujer que nació libre y que Brígida traza, como en un lienzo, su gran belleza y elegancia, su esmerada educación, se refleja su carácter, sus debilidades, sus miedos y su rebeldía.

Ya´far, por su lado, Brígida lo muestra como un apuesto príncipe, alto y guapo que derrocha simpatía a su paso. El sayyid Abu Sa´id ´Utman se refleja como más sombrío, de rasgos duros y carácter fuerte, que recibió una educación castrense y férrea, lejos de la sofisticación que reinaba en al-Andalus.  El gobernador encontró el rechazo de gran parte de la población a la hora que querer imponer las nuevas leyes, bastante restrictivas para el modo de vida andalusí.   

La autora quiso poner en relieve  los sentimientos humanos, por encima de ideologías y religiones, que ayudan a que hoy en día se pueda entender la poesía andalusí dentro del contexto histórico. La escritora puso algunos ejemplos: la pena o el lamento por la pérdida de un ser querido, un amor no correspondido, una promesa incumplida, un amor sin frenos, decepciones, alegrías o entusiasmo.  

Para realizar este libro Brígida acudió a un sinfín de fuentes históricas, documentos y bibliografías. Horas, días, semanas y meses de mucha lectura culminaron el trabajo de investigación hasta el momento en que ella se encerró con todo el material entre cuatro paredes y durante un largo verano derramó su talento para transformar los hechos históricos en una apasionada novela, para la cual la autora se sumergió en el siglo XII, escudriñó en la mente de Hafsa y fue tejiendo entre poemas esta hermosa historia de amor.

Antes de despedirnos, Brígida y yo, nos hicimos las fotos de rigor y me autografió su novela con mucho cariño, así que no puedo estar más que agradecida y feliz de haber conocido a una mujer singular y generosa, llena de amabilidad y simpatía. ¡Muchas gracias Brígida!

Por Elisa Simon

Brígida Gallego-Coín
imagen para el recuerdo



PARA COMPRAR EL LIBRO:


Está disponible en todas las librerías, en caso que no lo estuviera se puede pedir a la editorial Ultramarina en la web www.ultramarina.es

OTRAS OBRAS DE BRIGIDA GALLEGO-COIN: 





lunes, 24 de marzo de 2014

Mi escapada a Granada

MI ESCAPADA A GRANADA

Les quiero contar los cuatro días fantásticos que pasé en Granada con mi amiga Mariam Gracia Mechbal, quien me brindó su casa y donde me sentí como en la mía.

vista general de la Alhambra desde mirador San Nicolás
Llegué con el primer tren, tomé un taxi y camino de la cuesta del Chapiz, la ciudad me dio la bienvenida, se presentó la Alhambra y una inmensa emoción hizo que mi corazón bailara al ritmo de zambra, con la mirada llorosa clavada en el palacio nazarí. El taxista me sacó de mi letargo, cuando llegamos a la Escuela de Estudios Árabes de Granada (CSIC) en la Casa del Chapiz del barrio del Albaycín. Mariam ya me esperaba, salió a recibirme y nos fundimos en un abrazo. Ella me mostró su lugar de trabajo, en una hermosa casa de origen nazarí y reformada en el siglo XVI, que cuenta con dos patios. Me contó Mariam, que en realidad, se trata de dos casas, donde vivía el señor “el Chapiz” con su familia y en la otra la familia de su esposa. Los patios con alberca central, se abren a las estancias distribuidas en dos plantas con pasillos corridos al estilo morisco y barandilla de madera labrada. Nos acercamos al jardín, antiguas huertas, donde los investigadores y demás trabajadores del CSIC pueden encontrar inspiración y tranquilidad, entre cipreses, cítricos y plantas aromáticas y una vista hermosa a la Alhambra.

Casa del Chapiz, Escuela de Estudios Árabes

El primer día lo aproveché al máximo, porque después de dejar a Mariam que contiuara con su trabajo, bajé a pie por el paseo de los tristes hasta el hammam al-Yawra, o del Nogal o del Bañuelo. Durante una hora me deleité en absoluta soledad fijándome en los capiteles califales y visigodos, en las columnas de mármol, me pasee por las tres salas, el vestíbulo y el patio de acceso imaginándome las fragancias, el sonido del agua, el calor del vapor, las conversaciones, unas públicas otras más privadas y todo a media luz.

Baño del Bañuelo o del Nogal

Proseguí el paseo matutino hasta Plaza Nueva, atravesé la Gran Via granadina en busca de la madrasa, que por fuera es un magnífico edificio del siglos XVII con varias restauraciones. En el interior me encontré con una joya del siglo XIV, el oratorio de la madrasa nazarí, que es lo único que se conservó de aquel centro de estudios superiores.  Consiste en una sala octogonal, restaurada, con rica decoración de yeserías policromada, mostrando paños de sebka, mocárabes, epigrafía cúfica y lo más lindo es el mihrab adornado con un hermoso arco de dovelas enmarcado dentro de un rectángulo. La sala está coronada por un artesonado de madera y una cúpula de mocárabes. Colores azules, rojos y blancos, motivos vegetales, ventanas ciegas y caligrafía adornan la sala dedicada a la grandeza de Dios.

mihrab de la madrasa de Yusuf I

Regresando a la vida mundana, me pareció estar en una ciudad andalusí. Calles estrechas y peatonales repletas de tiendas de artesanía granaínas y marroquíes. Entre imanes y postales, escuchaba música árabe. Me dejé llevar por el aroma a sándalo y almizcle hasta la alcaicería. Me faltaban ojos para ver tantas cosas lindas para comprar, en mi cara se dibujó una sonrisa permanente, mientras escuchaba hablar en dialecto marroquí entre lámparas de colores, fundas de cojines, teteras, bandejas, bolsos de piel, más música al ritmo de darbuka.  

alcaicería de Granada


De repente llegué a una calle, donde al fondo divisé un arco de herradura hermoso, torcí y me fui derechita hasta allá … era la casa del Carbón. La puerta de acceso me dejó con la boca abierta, por su majestuosidad y belleza nazarí. La atravesé y me ví en un funduq, tal cual, grande y espacioso. Recorrí el perímetro imaginándome el trasiego de comerciantes con sus atuendos y tocados típicos, charlando y haciendo negocio con gente local. Aceites, telas, joyas procedentes de otras tierras, entremezclado con los empleados del establecimiento que se ocupaban entre otras cosas del cuidado de los animales.  

puerta de la Casa del Carbón


Como todavía tenía tiempo, tomé un autobús hasta el parque de las ciencias, donde visité el pabellón dedicado a las ciencias en al-Andalus. Este pabellón, de dos plantas, esta gestionado por la Fundación El Legado Andalusi. En él se exhiben perfectas reproducciones, maquetas, mapas y planos del legado científico andalusí y sus aportaciones al mundo occidental. La importancia del papel, la música, los materiales de construcción y modos de trabajar la madera, estuco y cerámica. La hidráulica, la botánica, la medicina, la astronomía, las matemáticas, la óptica, la alquimia, la farmacología, la agronomía, la cartografía, la navegación, la física, la geografía, desplegado en un amplio espacio multimedia. La librería del pabellón es otra maravilla, donde hay cómodos sillones para hojear los libros que tienen a la venta, tanto de la Fundación El Legado Andalusí, como del CSIC o novelas históricas de temática andalusí.  

reproducción de astrolabio

pabellón la ciencia de al-Andalus - parque de las ciencias
Al día siguiente fui paseando por el Albaycín hacia el Palacio de los Olvidados, pero me perdí y fue una maravilla deambular y descubrir cuestas estrechas, rincones tranquilos, diminutas plazuelas, entre casas y carmenes con pequeños balcones y algunas puertas con forma de herradura y lo más grande fue entre calleja y callejuela se asomaba el palacio de la Alhambra  ¡Un auténtico regalo para la vista!

calle del Albaycín
calle del Albaycín




















Llegué a la hora prevista al flamante museo de la cultura sefardí para la visita guiada. Mercedes, una joven con muchos conocimientos, me mostró las dos plantas de esta casa-palacio donde se exhiben la colección de la familia Crespo de Úbeda. Legajos, libros, objetos de la vida diaria, de la liturgia y el espacio dedicado a la mujer conforman este lugar especial donde se recuerda a los olvidados, como el visir Ibn Nagrella, Hasday ibn Shaprut, Ibn Gabirol y muchos más.

museo de cultura sefardí de Granada

Mi tour andalusí me llevó nuevamente por las cuestas del Albaycín hasta el Aljibe del Rey, situado en el corazón del viejo barrio. El Carmen y el aljibe del Rey pertenecen a la época dorada de los ziríes bajo el rey Badis. Un jardín-huerto con cítricos y plantas aromáticas, entre piezas romanas y visigodas halladas en la zona sirve de preámbulo para introducir al visitante en la historia de los aljibes y las fuentes del Albaycín. Javier, así se llamaba el guía, nos enseñó cada rincón del Carmen, nos explicó el centro de interpretación del Agua y finalmente el aljibe del rey Badis, al que bajamos por una empinada escalera. Es el más grande de los 27 que conforman el abastecimiento de agua en el barrio del Albaycín, con una capacidad de 300 metros cúbicos.

aljibe del rey 

Por la tarde y ya con la linda compañía de Mariam, fuimos a visitar los palacios nazaríes de la Alhambra. Sin palabras, sin poder expresar lo que sentí me dejé llevar por la belleza que encierran aquellas estancias a cual más hermosa, entre patios igualmente bellos. Una, dos, tres fotos … Fuimos recorriendo el patio de Machuca y el Mexuar, la sala de Comares y Arrayanes, más fotos … saludamos a los leones del gran patio, admiramos el jarrón de las Gacelas, expuesto provisionalmente. Una foto y otra más… Abencerrajes, Dos Hermanas, Lindaraja y el Peinador de la reina. En cada sala un suspiro, varios click de cámara, al tiempo que registraba los detalles en mi memoria, el trabajo de aquellos artesanos, que con cuidado y delicadeza llenaron los muros de hermosura sublime. Estucos, alicatados y techos y cúpulas de mocárabes que encierran símbolos divinos. Me sentí  inmensamente feliz y agradecí todo lo que estaba recibiendo. Me hubiera quedado a vivir allí, pero nuestro tiempo se agotaba y debíamos continuar …

la alhambra - patio de los leones

cúpula de la sala de dos Hermanas

Por la tarde quedamos para merendar con unas amigas de Mariam, Jesse y Patri. Mariam me contó que es una costumbre granaína, salir a merendar. Es posible que sea una herencia andalusí. Recorrimos algunas cafeterías, pero ¡¡estaban todas llenas!! Cada confitería y cafetería exponen dulces, tartas y pasteles a cual más seductor …

Entre charlas y risas se nos hizo de noche y continuamos paseando en busca de un bar de tapas en la zona de Gran Capitán. Gente y más gente, alegría, música y conversación mientras degustamos una tapa bien despachada en un bar acogedor. La noche continuó …

El tercer día se presentaba también lleno de sorpresas, fuimos las cuatro chicas a visitar la exposición “Arte y Culturas de al-Andalus – el poder de la Alhambra” en el palacio de Carlos V en la Alhambra. Con sumo interés y continuos comentarios fuimos recorriendo las salas de la exposición durante más de dos horas. El Patronato de la Alhambra y Generalife y la Fundación El Legado Andalusí organizaron esta muestra dentro de las actividades de la celebración del Milenio de Granada. Piezas valiosas de diversos museos fueron reunidas para exaltar la cultura y el arte andalusí. Museos españoles y portugueses facilitaron sus joyas andalusíes, así como Archivos y Bibliotecas brindaron sus libros y legajos para la exposición. La espada atribuída a Boabdil, la adarga nazarí, la marlota roja de Boabdil, capiteles, columnas, brocales, pilas, celosías, lámparas, jarrones, figurillas, arquetas, alhajas, monedas, candiles, piezas varias de cerámica, tejidos nazaríes, astrolabios, lápidas, documentos valiosos, en fin, el catálogo de la exposición bien vale la pena comprarlo para guardar un lindo recuerdo de esta singular exhibición.  

exposición arte y culturas de al-Andalus con Mariam

Cayó el manto nocturno sobre Granada y la luna llena brillaba con plenitud y nosotras cuatro disfrutamos nuevamente de las tapas con charla amena y muy divertida por calle Elvira. La noche continuó …  
En este viaje tuve la ocasión de conocer a Brígida Gallego-Coín, periodista y autora de dos novelas; una de ellas “La Perla de Granada”. Nos citamos en una de las muchas teterías, mientras degustamos un rico té a la menta con un pastelito marroquí, conversamos sobre la grandeza de al-Andalus, la belleza de la poesía y el personaje principal de su novela, la poetisa Hafsa. Grabamos nuestra charla con idea de convertirla en un artículo para el blog. ¡Fue un placer conocerla y una alegría poder darle un abrazo a Brígida!  

Brígida Gallego-Coín 

Otra de las personas que conocí fue Jose María García Flores, historiador y arqueólogo, que acaba de iniciar su aventura bloguera “Wadi-l-faw Patrimonio histórico, cultural y natural del bajo Guadalfeo”. Es un chico fantástico con mirada chispeante, amable, con mucha curiosidad, meticuloso en su trabajo, lleno de proyectos e ilusionado con el fututo. Un café fue suficiente para tomarle cariño a José María.

Jose María García Flores

No podía irme de Granada sin pasear por calles Caldelería vieja y nueva. En domingo y por la tarde, estaban todas las tiendas de ambas calles abiertas, las teterías llenas de gente con sus shishas y sus cuernitos de gacela. Los restaurantes y bares marroquíes y orientales decorados al más puro estilo árabe. Una vez más, me sentí cómoda entre dialecto marroquí, música y fragancias que recuerdan los zocos magrebíes. Agradecida y feliz me despedí de Mariam, Jesse y Patri, que ya están en mi corazón. Gracias chicas y hasta pronto …

Ya en la estación de tren, la luna de Granada se despidió con un guiño, la Alhambra me mandó un abrazo desde lejos y la ciudad entera me besó en las mejillas … hasta pronto Granada.     

paseo de los tristes

Elisa Simon

NOTAS:

-          “La Perla de Granada” de Brígida Gallego-Coín, editorial Ultramarina 

viernes, 7 de marzo de 2014

Yazirat Tarif


YAZIRAT TARIF


Por Elisa Simon 

La isla de Tarif, lugar donde se habría producido la llegada de los primeros musulmanes a la Península en el verano del 710.   


Tarifa es una ciudad de tamaño medio, junto al Estrecho de Gibraltar, donde casi todos los días sopla Levante o Poniente. Su gente es abierta y alegre, acoge a los deportistas náuticos y a los turistas amantes de la naturaleza.


Tarifa es una ciudad para perderse y disfrutar de la tranquilidad y el sonido del mar. Esconde una historia apasionante entre sus restos romanos y andalusíes, es la ciudad situada justo en la punta de la Península en la provincia de Cádiz.

playa de los Lances, Tarifa - Cádiz

Los geógrafos andalusíes la han descrito así:

El geógrafo ceutí al-Idrissi del siglo XII:
La isla de Tarifa se encuentra situada a orillas del mar Mediterráneo, al comienzo del Estrecho que recibe el nombre de az-Zuqaq. Limita por el oeste con el mar de las Tinieblas. Es una pequeña ciudad, con murallas de tierra y que es cruzada por un pequeño río. Tiene mercados, alhóndigas y baños. Tiene enfrente suya, dos islas pequeñas, de la que una recibe el nombre de al-Qantir. Se encuentran muy cerca de tierra firme. De Tarif a Algeciras hay dieciocho millas. Se sale de la isla hacia el Guadalmesí que es un río que lleva agua y desde donde se va a Algeciras.”

Otro geógrafo contemporáneo fue az-Zuhri, que habla sobre la pesca de atunes:
 “se los pesca en al-Andalus en el lugar llamado Qant (al-Qantir?) delante de la roca conocida como la peña del Ciervo, al oeste de Algeciras. Entre ésta y la isla de Tarifa se pescan tantos atunes que únicamente Dios lo sabe … no hay en el mar un pez más graso ni más sabroso que el atún. No se come fresco nada más que en al-Andalus; en ocasiones se seca, se guarda y se exporta como mojama a todos los lugares de la tierra.”

Un siglo más tarde, el historiador marroquí al-Wahid al-Marraqushi describió Tarifa así:
la anchura del mar entre Ceuta y al-Andalus es de dieciocho millas, luego no cesa de estrecharse hasta que llega a la orilla de los bereberes a un lugar llamado Alcazar Masmuda. Este dista de Ceuta medio día. Frente a Alcazar Masmuda se encuentra la isla de Tarifa, lugar donde se estrecha más el mar y donde la anchura entre esos dos lugares es de doce millas. Se ve la arena de cada una de las dos orillas desde la otra a cualquier hora del día. Refieren los historiadores que los romanos construyeron en tiempos antiguos un puente sobre este estrecho; luego se desbordaron las aguas y lo inundaron. Refiere la gente de la isla de Tarifa que los ven cuando el mar está tranquilo y en calma y las aguas de transparentan.”

En un texto del siglo XIII anónimo se menciona Tarifa:
“una de las ciudades de Algeciras es Tarifa, localidad de tipo medio, que fue la primera en ser ocupada por los musulmanes en los inicios de la conquista.”   
Ya tenemos una idea de cómo era la ciudad o isla donde llegó Abu Zur´a Tarif ibn Malik en el verano del año 710 al frente de una pequeña expedición para inspeccionar la Península un año antes de la fecha oficial de la llegada de los musulmanes a la Península.

Pero, ¿quién era Tarif?

Dicen, “Tarif, de kunya Abu Zur´a, al frente de 400 infantes y 100 jinetes en 4 buques atravesó el estrecho para realizar una inspección previa a la llegada de Tariq ben Ziyad en el 711.”

La mayoría de los historiadores y expertos aceptan esta teoría y que el nombre de la ciudad de Tarifa deriva de este personaje histórico, aunque existen otras teorías. En árabe tarf o taraf significa cabo o punta, la traducción sería “la isla de punta o del puntal” y otra teoría apunta a  la raíz árabe t-r-f-  que significa “nuevo o extraordinario”.  

Tarif era liberto bereber de Musa ibn Nusayr, que fue el enviado por el califa Omeya de Damasco para extender el Islam. El historiador Ibn al-Sabbat del siglo XIII escribió:” fue abu Zur´a Tarif, mawlá de Musa b. Nusayr, el primero que realizó una incursión a al-Andalus en el mes de ramadán del año 91 de la hégira”. El geógrafo del siglo XI al-Bakri asegura que; ”Tarif era judío, hijo de Simeón, hijo de Jacob, hijo de Isaac” No olvidemos que desde el siglo I se sabe de asentamientos judíos en el Magreb.
Cuando el Islam llegó había innumerables tribus bereberes y clanes independientes entre sí. Tarif podría haber pertenecido a los masmuda que habitaban en el norte de Marruecos y en la costa Atlántica.
Musa b. Nusayr inició la conquista del Magreb en el 707. Sometió a los bereberes, luego envió a su lugarteniente para combatir las tribus resistentes. Unas se rindieron sin más y otras ofrecieron mayor oposición. En estas circunstancias se hicieron rehenes, como medida de presión para doblegar a los clanes aún en oposición. Estos rehenes pronto fueron llamados a filas y pasaron a formar parte del nuevo ejército del Islam que se estaba organizando en el norte de África. Estos soldados rehenes se concentraron en Tánger bajo las órdenes de Tariq ibn Ziyad y podría ser posible que entre estos rehenes-soldados se encontrara Tarif.
Se sabe que Tarif tuvo cuatro hijos, uno de ellos se llamaba Salih ibn Tarif y que nació en el 728, se sabe también que Tarif vivía después del año 740, por lo se calcula que debía tener entre 25 y 30 años cuando llegó a Tarifa.
Sea como fuere, Tarif fue un personaje histórico y protagonista de este acontecimiento ocurrido en el verano del 710.

La ciudad de Tarif

Imagino que Tarif se encontraría una fortaleza romana, algunos templos y restos de una ciudad romana dedicada a la pesca y a la salazón de pescado (Baelo Claudia). Debemos esperar hasta la llegada del califa abd ar-Rahman III para que en esta localidad se produjera un cambio. Hacia el 960 se concluyeron las obras del nuevo alcázar, mandado construir por el califa omeya de Córdoba, en un momento en que varios enemigos podrían arribar a las costas andalusíes, tales como los mayus u hombres del norte y a los fatimíes.

lápida fundacional del castillo de Tarifa, omeya siglo X


interior del castillo de Tarifa
En el castillo aún se conserva una parte califal, que actualmente está en restauración. La alcazaba, tenía la protección natural del acantilado del estrecho por un lado y del otro un arroyo junto al cual había algunas huertas y zona ganadera. A la caída del califato fueron los hammudíes quienes tomaron el control de la alcazaba, hasta que en 1057 cayó en manos de al-Mu´tadid rey de Sevilla. Toda la zona de la actual costa gaditana y muchas áreas más estuvieron bajo el poder de la taifa de Sevilla hasta 1090 cuando llegaron los almorávides. Bajo esta dinastía bereber se produjo la creación de la primera medina junto al castillo, donde sus habitantes suministraban todo lo necesario a la guarnición establecida en la alcazaba.

plaza de Sta. María antigua medina almorávide 

plaza de Santa María, centro de la antigua medina de Tarifa
 Estos soldados andalusíes tenían la única misión de vigilar la costa, de ahí que Tarifa esté mirando hacia el mar. Imagino que habría una mezquita aljama de época califal, de la cual no quedan vestigios.
El castillo comenzó a ampliarse, adaptando su trazado a las características del terreno, de ahí su forma irregular.

plano del castillo de Tarifa 
Bajo los almorávides se amplió el castillo con la construcción de un camino de ronda, una barbacana y la puerta en recodo como acceso principal a la fortaleza.

puerta en recodo almorávide, antigua entrada a la alcazaba 
Bajo esta dinastía se levantó una muralla alrededor de la medina con una sola puerta de acceso, llamada bab al-medina. Poco a poco la pequeña ciudad se fue llenando de mercados y alhóndigas, además  de funduq y baños para los comerciantes de paso. Pronto quedó pequeña y se construyó un arrabal, llamado al-Janda, éste también fue cercado por una muralla con una puerta de acceso, bab al-Janda. 

calles de la antigua medina de Tarifa

calles de la vieja medina de Yazirat Tarif
Los pescadores, comerciantes, agricultores, artesanos y soldados convivían al abrigo de la robusta alcazaba. Los víveres, en su mayoría los obtenían de la zona, los agricultores debían contar con huertas junto al arroyo, hoy llamado del Retiro, donde podían sembrar todo tipo de legumbres, verduras y árboles frutales. La ganadería tampoco se quedaba atrás, cabras, borregos y corderos pastaban en los alrededores de la ciudad.
Hacia 1145 llegaron los almohades a la Península y Tarifa se vio beneficiada ya que casi duplicó su tamaño.

plano de la ciudad, donde se distinguen las ampliaciones de la ciudad con el arroyo Retiro.
El arroyo del Retiro quedó incluido en la nueva ciudad. Hoy se puede seguir, dando un paseo, el trazado de la muralla almohade, que contaba con dos puertas; la de Algeciras y la de Jerez. 

puerta de Jerez de la cerca almohade, modificada en época cristiana
A pesar de los cambios que ha sufrido dicha puerta a lo largo de los siglos, se puede distinguir su origen almohade con la particularidad de ser una puerta de acceso directo y no en recodo. La protección se hacía mediante las dos torres altas y robustas que la flanquean. El ajetreo de gente debió ser importante, por el comercio con los países del Mediterráneo. Los comerciantes y artesanos ofrecerían sus productos, como la mojama, la cerámica  o el cuero.


murallas almohades de Tarifa, con modificaciones posteriores 
Desde el Magreb o incluso más lejos llegarían hasta Tarifa vendedores y compradores de todo tipo de productos. Estas personas con poder adquisitivo requerían una serie de servicios, tales como baños y alojamiento, lugares donde comer, lugares donde guardar las mercancías, lugar para el cuidado y descanso de los caballos y mulas. En fin, que el ambiente debió ser muy entretenido. En cuanto al castillo, bajo los almohades, se construyó la enorme torre albarrana octogonal y la coracha para acceder a ella.
A los almohades le siguieron los meriníes, cuando el sultán Abu Yusuf Yaqub envió tropas y tomó posesión de Tarifa. En principio enemigo de los nazaríes, las circunstancias los unieron para hacer fuerza común al reino de León y Castilla. No tuvieron mucho tiempo los meriníes para hacer grandes construcciones en Tarifa.
Finalmente la ciudad fue sitiada por los castellanos y tomada por Sancho IV el 21 de septiembre de 1292. Cuenta una leyenda que una vez conquistada la plaza, nombraron alcaide del castillo Alonso Pérez de Guzmán. Durante su gobierno, la ciudad de Tarifa volvió a ser sitiada, pero en esta ocasión por los meriníes. Dicen que ellos tomaron como rehén a un hijo de Pérez de Guzmán y le exigieron rendir la plaza para volver a reunirse con su hijo. Pérez de Guzmán lejos de rendirse, arrojó un cuchillo desde la torre albarrana almohade del castillo para que ejecutaran a su hijo, dando así por sentado que bajo ningún concepto los castellanos perderían una ciudad y un punto estratégico de muy alto valor. Verdad o no, la cuestión es que esta historia resuena por los rincones de Tarifa.
Esta ciudad jugó un protagonismo a lo largo de los siglos, entre ellos el siglo XIX, pero como me gusta decir, eso ya es otra historia … muchas gracias por la atención y espero que les haya gustado Yazirat Tarif.




BIBLIOGRAFIA:

-   L`océan Atlantique musulman. Christophe Picard Ed. Maisonneuve & Larose
-     Historia de España Vol. IV Menendez Pidar. Ed. Espasa Calpe
-     El Cádiz islámico. Juan Abellán Pérez. Universidad de Cádiz
- Itinerario Cultural de Almorávides y Almohades. Fundación Legado Andalusí

-    http://www.tarifaweb.com/aljaranda/num9/art4.htm por Enrique Gozalbes Cravioto