domingo, 29 de marzo de 2015

MOSHE IBN ´EZRA´

MOSHE BEN YA´AQOB IBN ´EZRA´

Uno de los poetas sefardíes más sobresalientes de al-Andalus

“Un bonito rostro, un vaso de vino y un jardín,
el canto de los pájaros y la voz del agua de la fuente
son bálsamo para el que ama, alegría para el triste,
alivio para el caminante,
riqueza para el pobre y para el enfermo salud.”


callejuela en Granada 

Por Elisa Simon

Moshé ibn ´Ezra´nació hacia 1055 en Granada, bajo la dinastía de los ziríes cuando el visir Samuel Ibn Nagrella era nasí de los sefardíes granadinos. Ibn ´Ezra´perteneció a una familia con buena posición social y económica, habiendo ocupado puestos en la Administración de la taifa. Moshé recibió una esmerada educación en la escuela talmúdica de Lucena. A esta ciudad huyeron los ibn ´Ezra´, a raíz de los trágicos episodios en la judería granadina y la muerte violenta del visir Joseph ibn Nagrella, hijo de Samuel.

En Lucena Moshé se educó bajo la dirección de Yishaq ibn Yehudá ibn Gayyat, de quien recibió el saber tradicional judío y de su hermano Abu Ibrahim Yishaq, quien lo introdujo a fondo en la literatura árabe. Su formación en Lucena fue tan exquisita que cuando regresó a Granada gozaba de muy buena reputación en el ambiente social y literario de la ciudad. El rey ´abd Allah lo nombró sahib al-Shurta, jefe de policía de la ciudad, puesto que ocupó hasta la caída de las taifas. Su obra poética esta compuesta por unos quinientos poemas entre profanos y religiosos que muestran dos etapas, bien diferenciadas, de su vida.

Su juventud y madurez transcurrió tranquila, dando rienda suelta a la creatividad en un ambiente de paz y bienestar. Durante ese tiempo entabló buenas amistades, en especial con Yehuda ha-Leví, a quien invitó a Granada y bajo cuya protección permaneció durante un tiempo. Siguiendo su obra poética podríamos imaginar que  Moshé disfrutó de una cómoda vivienda con jardines y fuentes y que paseaba por la ciudad respirando el aire puro de Granada sin grandes preocupaciones. Esta primera etapa de su vida hizo que su creatividad se centrara en los placeres y alegrías que le ofrecía la vida. Sus composiciones reflejan los sentimientos y emociones de un hombre feliz, pleno y rodeado de amigos.

En aquellos tiempos escribió el Séfer ha- ´anaq o “ Libro del Collar”, que es una colección de unos mil doscientos pequeños versos que evocan al vino, el amor, la amistad, los placeres, descripciones de jardines y flores. Estas composiciones muestran su pleno dominio de la técnica y temática de la poesía árabe, junto al conocimiento profundo del hebreo.

Estos son algunos versos del Libro del Collar o Séfer ha-´anaq

“Venid a beber bajo mi techo
a la voz de la lluvia del nublado otoño;
ya no viste el mundo se verde manto
y desnudos están tallos y ramas. “
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“Apresuraos, amigos, venid conmigo al palacio,
subiremos a beber a sus terrazas,
en compañía del murmullo de las aguas de las fuentes
y de la voz de los pájaros en su cantar. “
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“Mi alma doy por estas jóvenes de acabada belleza:
su cabello es como la noche, su rostro como la luna.
Con cítaras y laúdes apretados a su pecho,
Cantan, como las madres a sus niños. “
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“Cuando danza mi amada,
sueltos sus cabellos,
como rama de mirto se mueve,
sus ojos como flechas embriagadas en mi sangre
me hieren sin compasión. “

Ibn ´Ezra´ disfrutó también de la poesía estrófica, del tipo muwwassaha, siendo casi todas de tipo erótico, con los versos finales tanto en árabe como en hebreo e incluso algunos en lengua romance.
La vida disoluta de Moshé cambió, con la llegada de los Almorávides en el 1090 y la rendición del rey abd ´Allah. Comienza entonces la segunda etapa de su creación poética, cuando su tono se volvió grave, su temática depresiva, pesimista, hablando sobre el destino, la muerte y sus hijos.  Sus versos se tornaron serios, llenos de dolor y nostalgia tanto por Granada como por sus amigos y familia. La hermosa casa con patio y jardines quedó vacía. La familia Ibn ´Ezra´se vio forzada a emigrar y por razones que se desconocen, Moshé se quedó en Granada durante unos cinco años, hasta que finalmente decidió también probar suerte en tierras de Castilla. Para entonces había perdido gran parte de su riqueza.

Cuando llegó a territorio cristiano, quedó sorprendido y desilusionado por el bajo nivel cultural, desde su personal punto de vista, de las comunidades sefardíes comparado con las de al-Andalus. En algunos poemas del destierro se queja con amargura de la gente entre la que le tocó vivir esos difíciles años.

“ Levantéme con trémulo corazón y salí
errante, y mis hijos imploraron a Dios …
Me condujo el destino a una tierra
En la que mis designios y
Pensamientos quedaron desconcertados;
Un pueblo de labios balbucientes y
Hablar incomprensible;
Ver sus rostros me acongojó … “

Este es el fragmento de poema del destierro:

“ Palomas perseguidas por opresores,
que, dispersas a todos los vientos,
gemís en las redes de los suspiros,
débiles y temerosas:
que Dios os conceda descanso en moradas de paz,
en casas fuertes, en tierra segura.
Vuelan de la montaña a la colina
Hasta que empiezan a desfallecer;
Bajan al yermo para llorar, pero sus alas caen,
Sus pies vacilan, no hay aquí reposo,
Son de nuevo presas del temor. … “

En Castilla Moshé sufrió la soledad, se sintió abandonado por su familia, incluso sus propios hijos. Uno de sus incondicionales seguía siendo su buen amigo, Yehudá ha Leví con quien mantenía correspondencia.

“Y ¿cómo mis parientes me tuvieron por extraño
y cual un ajeno me consideraron mis hermanos?
Lo mismo que ellos mis hijos me abandonaron –
¡igual que yo pequé olvidando a mis padres!
Un instante durará su morada en el mundo
Y su destino será mañana como el mío:
Pues los devorará el primogénito de la muerte y
Su recuerdo será en el mundo olvidado como mi recuerdo … “

Moshé viajó por Castilla, Navarra y Aragón en busca de mecenas, de esta manera, residió un tiempo en Estella, Zaragoza y Barcelona.

… “ cansado de vivir vagabundeo por el mundo, buscando en vano su medida,
cansado de bajar a los abismos, de subir a las densas nubes,
hasta cubrir el firmamento,
con animales del bosque voy, desde lo alto de los montes eternos
cual ave de presa fulguro.
Los confines del mundo como relámpago aplastaron mis pies
Y errante anduve de mar a mar,
Tras un constante caminar no vislumbro descanso ni reposo:
Por el día me ha bronceado el sol, por la noche con colirio
Agrando en la oscuridad mis ojos,
Con todo lo pasado, mi rostro, expuesto al frío y al calor, ha envejecido,
No se me reconoce: mi belleza decaída, mi cara desfigurada. … “

En esta etapa  Moshé profundizó en la poesía religiosa, compuso versos para ser recitados en la liturgia, convirtiéndose él mismo en un gran cantor de sinagoga. Cobraron especial relevancia sus oraciones de perdón ( sélihot) que se recitaban sobre todo durante los días de ayuno.  Aquí tienen la primera estrofa de un largo poema litúrgico titulado “Mi alma te anhela en la noche”

“Ansía mi alma morada de reposo,
por la fuente de vida suspira,
se consume por el lugar santo
y camina día y noche. …”

Moshé ibn ´Ezra´destacó también con una obra, escrita en árabe, donde volcó sus conocimientos acerca del adab árabe. Se trata del Kitab al-muhadara wa-l-mudakara, es una obra básica de la crítica literaria hebrea. Se tradujo al español bajo el nombre “Libro de la disertación y el recuerdo”

El propio ibn ´Ezra´lo explicó así:

“Tratado que comprende la disertación y el recuerdo en el que se contienen notas acerca de la poesía y los poetas, aspectos de la técnica de la prosa y de los prosistas, unas gotas de las opiniones de la ciencia y de los sabios, testimonios de las palabras de hombres píos y honorables, lo nuevo entre las noticias de los filósofos y jurisconsultos, destellos de las historias de hombres principales y famosos, algunos párrafos de las excelencias de escritores y entendidos en retórica, frases de los vestigios de los gramáticos y sabios en cuestiones religiosas … “

Moshé ibn ´Ezra´murió en un lugar desconocido entre los años 1135 y 1140. Su viejo amigo Yehuda ha Leví le dedicó una sentida elegía en su honor.  

BIBLIOGRAFIA:

- Judíos españoles de la Edad de Oro (siglos XI – XII) de Antonio Antelo Iglesias, editado por Fundación Amigos de Sefarad y la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid 1991
- Moshé ibn ´Ezra´, antología poética. Traducción, prólogo y notas de Rosa Castillo. Editado por poesía Hiperión, Madrid 1993
- Poetas hebreos de al-Andalus (siglos X – XII ) Antología. Ángel Sáenz-Badillos y Judit Targarona Borrás. Ediciones El Almendro, Córdoba
- Literatura hebrea en la España medieval. Ángel Sáenz-Badillos. Editado por Fundación Amigos de Sefarad y Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid, 1991


lunes, 23 de marzo de 2015

EL ALJIBE DEL REY - GRANADA

EL ALJIBE DEL REY

Por Elisa Simon

jardin del carmen del Rey
jardín del carmen del Rey


En el corazón del barrio del Albaicín granadino se encuentra el carmen del aljibe del rey.  Hoy en día es la sede de la fundación Agua Granada, donde se creó un centro de interpretación del agua del Albaicín. De lunes a viernes a las 12 de la mañana tienen visitas, sólo hace falta tocar el timbre junto a la puerta.

Javier, nos abrió amablemente y realizó la visita guiada, comenzando por la sala del centro de interpretación donde hay una maqueta de la ciudad y el trazado de las acequias y la situación de los 29 aljibes del Albaicín. Pasamos luego a un   jardín rodeado de árboles frutales y hermosas vistas, donde Javier nos hizo una amena explicación de los carmenes y la historia del barrio. Finalmente, y después de firmar un documento eximiendo de responsabilidad al centro en caso de accidente, bajamos por una pequeña y muy empinada escalera hacia el aljibe en sí, el más grande de todos, el aljibe del Rey.

exterior de la lumbrera que recibía el agua de lluvia en el aljibe

¿De qué rey se trata? Estamos hablando del rey ziri Badis b.Habus al-Muzaffar y al-Nasir (1038-1073), de época taifa. Sus ancestros procedían de Ifriquiya, atravesaron el Estrecho durante la fitna para auxiliar a uno de los bandos.  Se establecieron en la zona de Ilbira hasta alrededor del año 1013, cuando Zawi b. Ziri, fundador de la dinastía, decidió trasladar su gente y la población de madinat Ilbira hacia una zona más protegida, donde había una vieja alcazaba omeya llamada hisn Gharnata, rodeada de dos ríos y con defensas naturales.

interior del aljibe del Rey


canalización por donde llegaba el agua
de la acequia de Aynadamar
canalización por donde llegaba el agua
de la acequia de Aynadamar

Gracias a la dinastía ziri, aquel hisn se convirtió en una medina que se fue expandiendo a lo largo de los siglos, convirtiendo a la ciudad de Granada en la joya de hoy día. Bajo los reyes ziries se levantaron murallas, se erigieron palacios, se realizaron baños y el núcleo original de la Alhambra, la alcazaba, entre muchas otras construcciones como por ejemplo, la acequia de Aynadamar
click aquí   y la red de aljibes para el suministro de agua.  

una de las naves del aljibe con lumbrera

El aljibe del Rey está situado dentro del antiguo recinto de la alcazaba ziri del siglo XI o alcazaba qadima. De aquel palacio ziri quedan  restos esparcidos en el barrio del Albaicín, escondidos bajo los cimientos del palacio nazarí de dar al-Horra,  entre las  casas y demás edificios del barrio.

Pero volvamos al aljibe más grande del Albaicín. Tiene una capacidad de 300 m3 y unas medidas de 11 x 11 organizadas en cuatro naves cubiertas por bóvedas de cañón. El aljibe se alimentaba de un ramal de la acequia de Aynadamar y servía para abastecer las dependencias palaciegas y sus huertas. Sin embargo, no olvidemos que los aljibes son de uso público, ya que el agua es un bien público no se puede poseer. Los aguadores acudían a este aljibe con regularidad así como la población del barrio.
Una de las características de este aljibe son dos lumbreras cuadradas en cada bóveda, lo cual indica que posiblemente se abasteciera también del agua de lluvia.

interior del aljibe del Rey 



canalización por donde llegaba
el agua de la acequia al interior del aljibe

Una de las curiosidades que contó nuestro guía Javier es que en el agua del aljibe había anguilas, para conservar el agua almacenada. Las anguilas se alimentaban de algas e insectos que crecían en esta agua. También nadaban pequeñas tortugas que servían para saber si el agua estaba en buen estado. Si las tortugas aparecían flotando boca arriba en su superficie, indicaba que había sido envenenada. No olvidemos que el rey Badis y su familia se servía también de este aljibe.


INFORMACIÓN:
Centro de Interpretación del Agua
Aljibe del Rey
Plaza del Cristo de las Azucenas, s/n
18010 Granada
Telf: 958 200030
Horario de visita individuales: Lunes a viernes a las 12:00h




jueves, 19 de marzo de 2015

LA ACEQUIA DE AYNADAMAR

LA ACEQUIA DE AYNADAMAR

Por Elisa Simon


En mi última visita a Granada quise dar un paseo recorriendo la acequia de Aynadamar. Partí de la ciudad, tomando la carretera 3103, que me llevó hasta la localidad de Alfacar, al pie de la Sierra de la Alfaguara y a una altura de alrededor de mil metros. Se respiraba un aire limpio y a pesar de la temperatura invernal del mes de Enero, el sol de las primeras horas de la tarde causaba una agradable sensación en el cuerpo. Me dirigí hacia el manantial que dio vida a la acequia, la Fuente Grande o Fuente de las lágrimas, de donde proviene el nombre de Aynadamar, del árabe ayn ojos o fuente y ad-dama´, lágrimas.

Recordé entonces el poema de al-Maqqari

“Deja que corra el llanto de mis ojos
la separación de Ayn ad-Dam ha hecho detenerse mi sangre
allí las aguas gimen con tristeza
como el gemido de aquel cuyo corazón ha sido arrebatado.
Allí los pájaros cantan las melodías de al-Mawsilí y
Me recuerdan el tiempo de mi juventud.”

Sin darme cuenta me encontraba asomada a la fuente. Un instante mágico se adueñó del lugar, cuando unos destellos de luz serpentearon en la superficie del agua. Se formó un gran anillo mágico de donde surgió el viajero del tiempo, aquel que había conocido en Sevilla.

-- as-Salam alaikum ya Elisa – me saludó el viajero con una reverencia.

--Has venido en busca de la acequia de Aynadamar. Querida amiga, lamentablemente no queda mucho de ella, ni de su entorno. El paso del tiempo no fue benévolo con esta acequia. Fue víctima del olvido y la destrucción. En nada se parece a lo que fue en tiempos andalusíes. Ven, vamos a dar un paseo por aquellos tiempos y aquellos lugares –. dijo


Atravesamos la puerta mágica del tiempo y el espacio.  De pronto me hallaba en un vergel, donde fluía el agua cristalina camino del barrio del Albaicín y su sonido competía con el trinar de los pájaros.

--¿ Cuándo y quienes comenzaron a construir esta acequia?  -- interrogué a viajero



-- Cuando los señores ziríes se trasladaron a hisn Garnata, a principio del siglo XI, iniciaron un enorme proyecto constructivo, erigiendo el palacio real o la alcazaba qadima, levantaron la mezquita mayor y proporcionaron a la población los servicios necesarios, tales como baños o lavaderos. Entre estas mega-construcciones se encontraba la acequia de Aynadamar, que era fundamental para el aprovisionamiento del agua a la población. De esta manera, el rey Badis, Allah lo tenga en su gloria, ordenó a su visir que se ocupara de esta vasta empresa –. me contó el viajero

-- ¿Dónde exactamente nace esta acequia? – le pregunté con curiosidad


-- Mira, aquí mismo – contestó indicando con el dedo -- de esta Fuente Grande, que es un gran manantial de agua limpia y dulce. Los alarifes utilizaron piedra toba y ladrillo para su construcción. Los ingenieros hidráulicos debieron emplearse a fondo para superar los accidentes orográficos del terreno en su recorrido hacia el barrio del Albaicín. Para ello encauzaron el agua mediante alcantarillas, acueductos, minas, puentes, aliviaderos, sifones, compuertas y caños. Esta enorme obra de ingeniería se convirtió en prioritario para el rey Badis.

-- Esta construcción debió tardar muchos años – le dije al viajero

-- Si, tantos que el rey Badis no la vio terminada, sino que fue su nieto y sucesor el rey abd ´Allah, Dios le haya perdonado, quien logró finalizar esta importante construcción.


-- ¿Cómo sabía el rey Badis que esta acequia daría agua a toda la población?

-- Bueno, en un principio el rey Badis la mandó construir para su residencia, en la alcazaba qadima, donde se encuentra el aljibe que lleva su nombre. Si bien a medida que pasaba el tiempo y la población y la ciudad iba en aumento, el proyecto de esta empresa también se fue incrementando.

-- ¿La ciudad entera se abastecía sólo de este manantial? – le pregunté al viajero

-- En un principio fue así, si bien con el paso de los siglos Granada se alimentaba de cuatro acequias, dos de manantial y dos de ríos, el Darro y el Genil.

-- Entiendo. Ya me parecía … ¿ Esta acequia de Aynadamar por dónde discurre hasta llegar al Albaicín?

-- Ven – me dijo haciendo un gesto con la mano -- vamos a dar un paseo a lo largo de estos diez kilómetros hasta la puerta de Fajalauza. ¡Verás que maravilla de paisaje y naturaleza! – dijo con alzando los brazos  



Comenzamos el recorrido siguiendo la canalización de la acequia, cuyas laderas aterrazadas para el cultivo, convertían el paisaje en un vergel. Hacia donde mirara se extendían plantaciones de legumbres, verduras y árboles frutales que despedían un aroma dulce. Un poco más allá se veían los campos de olivos. El agua limpia discurría mansa y su sonido producía una sensación de tranquilidad y frescor que hacía las delicias de este paseo. Durante nuestro recorrido se nos cruzaron conejos, ardillas y hermosos pájaros que parecían juguetear en el aire.
Llegamos a una zona donde el terreno comenzó a descender, de tal manera que el agua de la acequia fue ganando velocidad y su sonido se volvió más intenso.

-- En este corto trecho, he contado hasta cinco arquitos que parecen puentes – le dije al amable viajero.



-- Así es, aquí se les llama puentes, pero en realidad son construcciones para salvar las aguas torrenciales y para salvaguardar las irregularidades del terreno así como para salvaguardar la acequia de cualquier movimiento de tierra – me explicó antes de proseguir -- Hemos llegado hasta el acueducto de Hatara. Fijate cómo a partir de ahora va cambiando el paisaje. Seguimos descendiendo y el agua corre con más fuerza, la cual fue aprovechada como fuerza motriz para mover los molinos de rodezno que producían harina.



-- Si, mira hay un molino junto al otro – exclamé al ver aquellos molinos y escuchar el sonido de la fuerza del agua.

-- Esta actividad de los molinos fue el origen de algunas localidades de la zona, como Víznar por ejemplo – indicó el viajero.

El paisaje se tornó más poblado. Atravesamos pequeños caseríos o alquerías, cuyos habitantes se ocupan de la industria de la harina y también de la agricultura. Las casas encaladas son modestas, suelen contar con un huerto y un patio delantero. Son gente muy amable y sencilla que nos sonríen al pasar. Este paisaje rural se dibuja salpicado de sencillos alminares de las pequeñas mezquitas del entorno. Según me indicó el viajero, en ciertos lugares más reservados de la acequia se solían usar para la higiene personal, si bien se disponía de baños públicos o hammam.  
Paralelo a la acequia discurre el río Beiro del cual también se beneficia la tierra de esta zona. A medida que nos acercamos a la ciudad el paisaje se vuelve más poblado entre olivares y moreras.

-- Mira – me indicó el viajero con el dedo índice --  ves el puentecito sobre el río Beiro por donde la acequia atraviesa el río camino del Albaicín. Acabamos de bajar  el barranco del río y llegamos a la alquería de el Fargue – me explicó

-- ¡Ya estamos casi a las afueras de la ciudad! – exclamé con sorpresa --  ¡Qué casas más grandes! Estas mansiones no son de los campesinos – dije con asombro.

-- Llevas razón, estas son las almunias de los magnates ziríes y más tarde nazaríes que escogieron esta zona para disfrutar de los días de verano. Pero no sólo los ricos venían aquí a divertirse – mira allí hay una familia que está disfrutando del día de campo – me indicó el viajero

-- ¡Qué gracioso como se refrescan los niños en la acequia, que en esa zona es más ancha! --  contesté con una sonrisa

Los niños se divertían echándose agua los unos a los otros en medio de un alboroto. Mientras los mayores comían y bebían a la sombra de las moreras, charlando y riendo. Del otro lado de la acequia un grupo de jóvenes lo pasaban bien cantando y batiendo palmas.
Nos detuvimos junto a la alberca de Manflor, cerca de la puerta de Fajalauza que da acceso al barrio del Albaicín.

-- A partir de aquí el agua de la acequia entra en su tramo urbano y está dividida en doce ramales, cada uno de los cuales abastecía a un número determinado de aljibes y fuentes del barrio. Mi querida amiga, yo te debo dejar aquí. Estoy seguro que en otra ocasión nos veremos y seguiremos disfrutando de nuestros viajes en el tiempo.

-- Ma´salama – se despidió el viajero, antes de atravesar el anillo mágico en la alberca de Manflor.

-- Inshallah, mi querido viajero … - me despedí yo


BIBLIOGRAFIA:

- Miscelánea Medieval Murciana.Vol. XXV-XXVI. Años 2001-2002. Págs 67-116
LA EXPANSIÓN DE LA CIUDAD DE GRANADA EN ÉPOCA ALMOHADE.
ENSAYO DE RECONSTRUCCIÓN DE SU CONFIGURACIÓN
Antonio Malpica Cuello Universidad de Granada

- LA GRANADA ZIRÍ: UNA APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LAS FUENTES ESCRITAS, ARQUEOLÓGICAS E HISTORIOGRÁFICAS
Bilal SARR MARROCO *

- Las aguas de Aynadamar
Francisco González Arroyo Salvador Ruiz Caballero

- Granada, ciudad islámica: centro histórico
y periferia urbana
Antonio Malpica Cuello

- The Culture of Water in al-Andalus
Natalie Lacy SIT: Study Abroad Cultural Landscapes and the Arts Program Directora del Proyecto: Dra. Ana Ruiz Gutiérrez Directora Académica: Ma Cristina Enríquez y Arcaraz El día 16 de diciembre 2004

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