El
agua para Sevilla – el río Guadaira de Alcalá
Por Elisa Simon
En el
artículo anterior, me centré en el castillo de Alcalá como punto de defensa
para Sevilla. En este post, el protagonista es el río Guadaira y el agua para
Sevilla.
Una de las
características de Alcalá es su río, que la envuelve casi por completo
protegiendo la villa y el castillo de posibles ataques. El origen de su nombre
es incierto, wadi, está más claro al referirse a la palabra árabe para río,
pero la segunda parte, puede ser Ayra o Ira, que los expertos parecen haber
identificado como un nombre propio, después de haber descartado otras opciones.
La
importancia del agua en al-Andalus es bien sabida por todos. En el caso de Alcalá
es especialmente relevante no solo por el río Guadaira, sino por un número
importante de manantiales y fuentes, como la de Santa Lucía, que han alimentado
no sólo a la villa sino a Sevilla.
El río
Guadaira nace en la Sierra de Cádiz, en el Pozo Amargo, a unos 400 metros de
altitud. A medida que el cauce avanza, manso, entre los montes gaditanos, el
río va imprimiendo carácter según baja su cota, hasta llegar a Morón, donde
tuerce de forma caprichosa para buscar, con anhelo, la villa de Alcalá. Río
generoso, no se para allí, sino que sigue por la llanura ofreciendo vida a
mansalva, en forma de acuíferos, manantiales y fuentes, hasta su sumisión ante
el “río grande”, el Guadalquivir, un poquito más allá de Coria del Río.
A lo largo
del tiempo, en sus márgenes se fueron construyendo una serie de molinos para la
fabricación de harina, la base de la alimentación en al-Andalus. Había
distintos tipos de harinas, entre ellas las de Qal´at Yabir. Recordemos que el
pan se elaboraba en las casas y se llevaban al horno público. Esta era una de
las tareas diarias de las amas de casa andalusíes.
El agua del
wadi el-kebir, el río de Sevilla, no tenía la calidad, ni la dulzura, ni la
claridad del río Guadaira, de ahí que no fuera la más adecuada para el consumo
humano. Desde tiempos remotos el agua potable se transportó desde Alcalá a
través de canalizaciones de las que hablaré más tarde. Desde Qal´at Yabir
llegaba a la capital un agua limpia, dulce, cristalina.
Tenemos la
suerte de contar con un cronista y testigo de época almohade, Ibn Sahib
al-Salat, que era además secretario del gran califa Yusuf al-Mansur. Sus
detallados relatos suponen una fuente primordial para el estudio de Sevilla y
su provincia, en época almohade.
Otros
cronistas como Al-Maqqari relató, que en los alrededores de Sevilla “por donde
deambulaban los notables, de tan bellos como eran sus prados y aguadas, como el
paseo de Alcalá de Guadaira “un paraje que tenían los Banu Abbad en un lugar
que llaman al-Funt rodeado de prados resplandecientes de flores.”
En el libro
del Repartimiento de Sevilla se dice: “se conoce que en el reino de al-Mu´tamid
ya gozaban de gran tradición los molineros de Alcalá de Guadaira”.
Ibn Said,
que vivió en el siglo XIII describió Qal´at Yabir así: “en las proximidades de
Sevilla, cuyos magnates la frecuentan para distraerse, por sus prados, sus
manantiales y la abundancia de sus aves que hacen de ella un lugar tan
hermoso”.
Este mismo
autor incluyó en su obra unos versos de Amir b. Jaddúx, poeta de Alcalá:
Dios le dio el agua a Alcalá de
Guadaira
¡Cuántas noches inolvidables pasé en
ella!
Por eso soy como un lugareño
Que no puede borrar su recuerdo
Mientras me envuelven su aroma y su
hechizo.
Dios la pobló de vegetación y aves,
De riachuelos y de vistas
maravillosas.
Ella tiene la culpa de que no cesen
Mis lágrimas por su ausencia
Como la nube provoca el agua de
lluvia.
Otro poeta llamado Ibrahim al-Zawwali escribió:
Qué día aquel, junto al Guadaira, en Alcalá,
Entre diversiones que curan al espíritu más cansado.
Los pájaros gorgueaban en las ramas de los árboles
Como predicadores sobre sus púlpitos.
Pero ocultos tras las hojas mientras trinaban
Parecían más bien cantoras tras sus velos.
Los ruiseñores nos envolvían una y otra vez
En la dulce melodía de su estribillo,
En una nuba que libraba de las penas
Hasta hacer revivir al más desfallecido.
Subidos en las ramas eran ronroneantes niños de pecho
Amamantados por la flor del azahar.
La actividad económica de la zona, se centraba en la agricultura,
sobre todo los cereales, como el trigo y la cebada. Los molinos harineros, las
huertas y las alquerías a lo largo del río demuestran lo agradecida que es esta
tierra.
Uno de los trabajo del profesor Valencia, se puede deducir que en la
zona de Alcalá había familias de linajes importantes que poseían en la zona
tierras, alquerías o fincas de recreo, como los Banu Jaldún o los Banu
al-Chadd.
Nos debemos imaginar la ribera del Guadaira no sólo con los molinos
harineros, sino con acequias y canalizaciones que llevaban el agua para los
huertos, donde se cultivaban todo tipo de verduras y árboles frutales. Los
remansos y recodos del río servían para el descanso en pequeñas embarcaciones,
las orillas del río formaban como pequeñas playas donde las familias más
pudientes retozaban a la sombra de los frondosos árboles de la ribera.
Centrándonos en los molinos, siguiendo las imágenes del video, pueden
distinguir las distintas salas de las cuales se compone.
Muchos de los molinos tienen un origen andalusí, otros son ya de
tiempos cristianos, como el molino de la Tapada o El Algarrobo ambos parece ser
del siglo XV.
Los molinos son del tipo rodezno o rueda horizontal, que es la pieza
más importante, sin la cual el molino no puede funcionar. Se trata de una rueda,
situada en el sótano o subsuelo del molino, en la sala llamada del infierno,
por donde entra el caudal de agua con la fuerza necesaria para activar el
movimiento del rodezno. Esta rueda de madera con paletas a modo de radios,
inicia su movimiento giratorio por la caída del agua sobre las paletas, este
movimiento se transmite a un eje vertical que penetra, a través de la bóveda,
hacia la sala superior, donde están las piedras de moler. El mecanismo de
molienda cuenta con dos piedras, una fija al suelo, llamada solera y otra
superior, llamada moledera, la cual unida al eje vertical del rodezno gira y
gira, mientras el grano de trigo va pasando por la torba o cajón de madera de
forma cónica. Esta operaciones concluye con el acopio de harina en un
recipiente junto a las piedras de moler.
sótano o infierno
Muchos molinos cuentan con otra edificación pequeña y adosada, donde vivía el molinero. Otra característica
de los molinos de Alcalá es que casi todos están coronados con una torre
almenada para la defensa de tan preciado alimento.
Todos los molinos de rodezno de Alcalá son de dos tipos: de canal y de
cubo. Los molinos de canal se sitúan en corrientes de agua continua y tienen
como característica la construcción de una presa o azud, palabra de origen
árabe as-sudda, que represa el agua y la dirige hacia los canales de los
rodeznos. El azud atraviesa en ángulo abierto casi toda la anchura del río, tal
como pueden ver en el video.
molino La Aceña
molino Benarosa
Los molinos de cubo se sitúan en manantiales y arroyos, la
característica de este tipo de molinos es que necesitan la construcción de una
atarjea, es una especie de acueducto de dimensiones variables, al final de dicha
atarjea, el agua se bifurcaba en ramales o se ensanchaba en forma de delta con
el fin de distribuir el agua a los cubos.
Tanto los nombres de algunos molinos, como las alquerías cercanas, las
torres defensivas de los alrededores y demás topónimos tienen un origen
andalusí, haciendo referencia al linaje o nombre del último propietario
andalusí antes de la conquista y repartimiento de tierras bajo los castellanos.
El profesor Rafael Valencia ha investigado sobre ello y así lo menciono en la
bibliografía.
Nuestro paseo por los molinos, que lo pueden seguir en el video,
comienza con el de la Aceña, un poquito más allá del recinto de la Feria. Gracias
a la amable colaboración e interés entusiasta de las dos técnico de turismo,
María del Carmen y Lucía, hemos podido visitar su interior. El molino de la
Aceña, en tiempos andalusíes, se llamaba Rihá Ibn Uqba, donde rihá es la
palabra árabe para molino e Ibn Uqba el nombre de su propietario.
Es de origen andalusí, se compone de dos naves abovedadas, una más
pequeña a la entrada y otra más alargada construida perpendicularmente a la
corriente del agua, la cual entraba a través de cinco canales dirigidos a los
correspondientes rodeznos. La torre
rectangular de unos 12 metros de altura, es mudéjar del siglo XIV.
molino la Aceña
Nos acercamos con el coche hasta el parque Oromana, desde donde nos
adentramos por los senderos junto a la ribera del Guadaira. Limpieza, sombra,
lindos banquitos para descansar e incluso merenderos hacen de esta ruta una
delicia, si a eso le sumamos el canto de los pájaros, el revolotear de
mariposas, el sonido del agua del río, la suave brisa que mueve los árboles,
gente joven haciendo deporte, otros paseando perros, otros escuchando música, y así llegamos hasta los dos molinos del
parque de San Juan, Benarosa y San Juan.
Como pueden ver están muy cerca uno
del otro. Se trata también de molinos posiblemente de origen andalusí, el
primero se llamaría Abennaroza, mientras el segundo recibió su nombre de la
orden militar a la que le fue entregada. Parte de la historia de estos molinos
viene reflejada en la obra Repartimiento de Sevilla, donde se indica a quién
fueron donados por el rey castellano Alfonso X. Así, dice que en 1253, Alfonso
X donaba el llamado molino de Abenroça a don Pero Pérez, describiéndose como
“una casa de molinos con su presa e con la parada de aceña de que él es
tenedor, que es sobre Alcalá de Guadaira”. Dicho nombre está seguramente
relacionado con el nombre del último propietario andalusí antes del
Repartimiento. Podría ser Ibn Arusa.
El molino de Benarosa consta de una torre y dos naves rectangulares,
una de ellas construida perpendicularmente al río y enlazada con el azud o
dique. El molino tiene cuatro canales en el sótano o infierno por donde entraba
el agua con fuerza para mover los cuatro rodeznos, que a su vez activaban, en
la planta superior, el eje vertical que movía la piedra de moler.
La otra nave debía ser la vivienda del molinero, ambas naves se unen
en una torre que hoy está cubierta con un tejado a dos aguas, pero que en su
origen debió ser una torre con almenas, típica de la época medieval.
molino San Juan
Muy cerquita se encuentra el molino de San Juan, también de origen
andalusí y que se entregó a dicha orden por el rey Alfonso X. Guarda muchas
similitudes con el de Benarosa del cual dista unos 200 metros.
La belleza del paisaje y la paz que reina en esta zona hace que nos
paremos un rato para disfrutar de la naturaleza.
Nuestro paseo continúa a la sombra de la vegetación, debemos cruzar un
lindo puente para visitar el siguiente molino, el de El Algarrobo. Está situado
en el parque Oromana, justo donde el río hace un giro, el cual tiene casi la
misma fisionomía que los anteriores molinos.
molino El Algarrobo
Como contraste a los molinos medievales de origen andalusí, es
interesante el molino de la Tapada junto al puente romano. Es un molino de cubo
del siglo XV, que recibía el agua a través de una atarjea conectada con un
manantial cercano. Hoy en día la atarjea se conserva en su tramo de conexión
con el molino, tal como pueden ver en el video.
molino la Tapada
Terminamos nuestro paseo por el hermoso sendero más allá del parque la
Retama y pasando el puente del Dragón, llegamos al molino del Realaje o Rihá
al-Hayy, es decir el molino del peregrino o bien rihá al-Hayyay, que era el
nombre de una importante familia andalusí de Sevilla.
Concluye nuestro paseo con impresionantes vistas al castillo desde el
moderno puente del Dragón.
molino Realaje
Regresando a los textos del secretario del califa almohade, debemos
hacer una referencia al acueducto que traía a la ciudad el agua desde Alcalá,
aunque el acueducto se llama de Carmona, por se así el nombre de la puerta
cuando llegaba a Sevilla.
Ibn Sahib
al-Salat haciendo referencia a las obras que se llevaron a cabo en Sevilla bajo
el califa al-Mansur, escribió lo siguiente:
“El emir
al-Muminin, cuando se acabó la construcción de la buhayra, se cuidó de llevar
agua para regar lo que había plantado. Había fuera de la puerta de Carmona, en
el llano, sobre el camino que conduce a Carmona, huellas antiguas, que se
habían cubierto, de la construcción de una acequia. La tierra se elevaba sobre
ella y había en la tierra una línea de piedras, cuyo significado se desconocía.
Fue a ella al-Hayy Ya´is, el ingeniero, y cavó alrededor de los vestigios
mencionados, y he aquí que apareció la traza de un acueducto, por el que se
conducía el agua antiguamente a Sevilla, obra de los primeros reyes de los
romanos, de épocas pasadas, de gentes desaparecidas, de siglos anteriores….
Hasta que encontró la toma de aguas del río en las cercanías del castillo de
Yabir (Alcalá de Guadaira)… niveló la tierra desde este sitio, y condujo el
agua por el terreno nivelado hasta la Buhayra citada …y luego mandó conducirla
y llevarla al interior de Sevilla … mandó construir un depósito para el agua
dentro de Sevilla en la calle mayor.”
acueducto en Av. Andalucía , Sevilla
Sigue Ibn
Sahib, “no cesó el ingeniero Ya´is de seguir la excavación con los mineros y
obreros y con los cientos de hombres y trabajadores que iban con él, hasta que
la excavación lo condujo hasta la fuente llamada entre la gente de Sevilla y su
región, funt al-Gabar, nombre que tuvo en los tiempos pasados. Y he aquí que el
agua de esta fuente no era de manantial, sino que era un sitio que se había
abierto en el trayecto del acueducto antiguo. El agua se cortó para la gente al
llegar la excavación al sitio indicado, y conoció con esto Ya´is que había
encontrado el acueducto; y continuó los trabajos hasta que encontró la toma de
agua del río en las cercanías del castillo de Yabir, con una línea borrada.”
Es decir, el
origen del acueducto estaba cerca del castillo de Alcalá, funt al-Gabar, que
partía del molino de la Mina, era una toma de acueducto de origen romano. El acueducto, con sus más de 400 arcos de
ladrillo y unos 1600 metros de longitud y que llegaba hasta la misma puerta de
Carmona o Bab Yahwar, fue inaugurado el 13 de Febrero de 1172 bajo el califa
Abu Yaqub Yusuf.
El motivo de los arcos era para inclinar el canal conductor, que
empezaba en un simple muro, para luego continuar sobre arcos sencillos, que
fueron ganando altura hasta convertirse en arcos dobles. El agua saltaba sobre
la muralla cayendo en el gran depósito de piedra junto a la puerta de Carmona,
teniendo fijadas en las paredes del depósito los marcos de bronce con los
agujeros calibrados para el reparto por la ciudad, alcázar, mezquitas y fuentes
públicas.
BIBLIOGRAFIA:
-
Rafael Valencia: “Alcalá de Guadaira en la alta Edad Media,La
historia de Qal´at Yabir” en Actas de las I Jornadas de Historia de Alcalá de
Guadaira. Servicios Municipales de Publicaciones, Alcalá de Guadaira 1987.
-
Ahmed Tahiri: Agricultura y poblamiento rural
en Sevilla durante la época ´abbadí. Área de Cultura y Fiestas Mayores.
Ayuntamiento de Sevilla.
-
Historia de Alcalá
-
Textos y selección de
Imágenes de Florentino Pozo Blazquez – capitulo IV. Ed. Sevilla, consejería
Obras Públicas.
-
Cuadernos didácticos para
el profesor, turismodealcaladeguadaira.com
-
Repartimiento de Sevilla,
estudio y edición realizada por Julio González, 1993 – ed. Colegio oficial de
aparejadores y arquitectos técnicos de Sevilla
-
Paisaje y naturaleza en
al-Andalus. Fundación El legado andalusí, Fátima Roldán Castro
Elisita, como siempre me dejas con la boca abierta y con más ganas. Te escribo este comentario desde mi nuevo portátil con Windows 8. Me encantan los contenidos de tu blog. Este de Alcalá tiene mucha "miga".
ResponderEliminar¡Felicidades!
Carlito, qué alegría que te guste !!!
ResponderEliminarFelicidades a vos también por tu nuevo pc y el windows 8 ... ya me contarás cómo va.
Alcalá es una ciudad sorprendente, hermosa, muy cuidada y limpia. Bueno, lo de tener "miga" vendrá por el pan, no?? Es que hijo mío, me lo has puesto a huevo...
Te mando un beso grande
Hola Elisa! Soy muy fan de este blog. Estudio la carrera de Estudios Semiticos e Islamicos y me ayuda muchisimo leer articulos tan interesantes como este, de verdad. Gracias por enseñarnos tanto!! :-)
ResponderEliminarHola Andi, muchas gracias por tu comentario ! Me alegra muchísimo que te guste el blog. Personas como tú me dan mucha fuerza para continuar con este proyecto.
ResponderEliminarMuchas gracias y felicidades por la linda carrera que has elegido.
Un abrazo,
Elisa
Ay Elisa, me da alegría, descubrir, aunque con retraso (nunca el es tarde si la dicha es buena) este artículo excelente sobre los molinos de mi pueblo. Acabo de compartirlo vía Facebook para mis contactos alcalareños. Un beso.
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