lunes, 22 de febrero de 2016

LAS CUERDAS DEL LAÚD

LAS CUERDAS DEL LAÚD

Por Elisa Simon

El sonido del laúd nos suelen transportar a un universo de Armonía y Felicidad. ¿Quién no se ha emocionado escuchando una melodía andalusí?



Este instrumento de cuerdas sigue siendo el principal en la música árabe en general y la andalusí en particular. El laúd cuyo origen parece situarse en Sumeria ha tenido un desarrollo y evolución a lo largo de los siglos, primero en Oriente y más tarde en al-Andalus y el Magreb. Actualmente coexisten en el mundo árabe, fundamentalmente dos tipos de laúd, el oriental de cinco cuerdas y el ‘ arbi de cuatro cuerdas, que es la herencia andalusí viva en Marruecos. Para conocer un poco más sobre este instrumento para música culta y clásica, vamos a ahondar en el número de cuerdas (al-awtar)que tenía el ‘ud andalusí. Este poema anónimo incluido en el Kunnas de al-Ha’ ik, las nombra y las describe.


Mira como las cuerdas han adoptado
Un carácter como la naturaleza humana

La zir es la primera, porque
Su sollozo es la queja del enamorado y
La embriaguez del ebrio.

La mathna ríe y juega con reproche
Cuando juguetean con ella los dedos.

La mathlath es la triste, porque
Está acostumbrada al llanto y
Vibra con el movimiento del indeciso.

La bamm baja su voz como
Si estuviese fatigada, llorando el enamorado
Por el dolor del abandono.

Anónimo, siglo XI


Desde el siglo VIII los sabios orientales como al- Kindi, Ijwan al-Safa’, al-Farabi o Ibn Sina, han basado sus tratados científicos y filosóficos en la ciencia de los antiguos, es decir, en las escuelas neo-pitagoricas, ptolomaicas, neo-platónicas y harrani.


Estos tratados dedican capítulos enteros a la estructura y composición del laúd, proyectando sobre las cuerdas las teorías sobre la Armonía Universal.
De esta manera, por ejemplo, al-Kindi en su obra “Risalat fi l-luhun sa-l-nagam” (epístola sobre las melodías y las notas) en la que al-Kindi estableció un paralelismo entre la ciencia de la armonía musical basada en la teoría del sonido, los intervalos, las escalas y los ritmos, con la armonía que envuelve al Universo y cuyo sentido es aquel por el que se rigen las leyes de la naturaleza. Al-Kindi prosigue en su tratado, centrándose en el laúd, diciendo que existe una relación entre las cuatro cuerdas, los cuatro elementos de la naturaleza, los humores del cuerpo humano, las estaciones y los vientos, para proyectar sus correspondencias sobre las siete notas de base en la escala musical, en relación con los siete planetas.



Estas teorías de los antiguos aplicadas por los sabios orientales fueron desarrolladas en el siglo IX y X. Algunas de estas obras, como la de los Ijwan al-Safa’ “Risalat al-musiqa" (epístola sobre la Música) llegó hacia el 1060 a manos del emir hudi de Zaragoza, Ahmad al-Muqtadir. Esta epístola tuvo una enorme influencia en los teóricos de la Escuela de Laudistas andalusies.
De esta manera el gran sabio andalusi Ibn Bayya, músico y musicólogo entre muchas otras conocimientos, llego a clasificar los modos musicales en función de los efectos que estos causaban en las personas, en especial, en los enfermos.

Ibn Bayya en “ Risalat fi al-alhan” señala:

“Al pulsar la cuerda al-zir, teñida de color amarillo, símbolo del fuego y la bilis, el carácter biliar se siente invadido por la tristeza y la melancolía;
La cuerda al-mathna, de color rojo y símbolo del aire y la sangre, la alegría y el regocijo inunda a las personas de carácter sanguíneo;
La cuerda primera al-bamm, de color negro y símbolo de la tierra y la atrabilis, lleva al melancólico a sentir la sensación de miedo y terror, mientras que el tañido de la cuerda al-mathla, de color blanco que simboliza al agua y el humor flemático, por su ligereza y el timbre delicado llevan a la alegría”

La teoría musical es un tema muy amplio, que engloba el estudio de muchas ciencias, filosofía y magia. Me gustaría ahora centrarme en las cuerdas del laúd en al-Andalus, que es el tema de este artículo.



Durante el emirato y parte del califato Omeya en al-Andalus la música y el laúd se caracterizó por una cierta continuidad y gran influencia de las melodías de Medina, Damasco y Bagdad, las cuales seguían las influencias de los clásicos griegos y la genialidad de Ziryab. Entre las innovaciones, referidas al laúd, de Ziryab introducidas en al-Andalus podemos mencionar la preparación de las cuerdas. Las dos primeras (zir y mathna) fueron hechas de seda hilada en agua fría, muy tensadas, flexibles sin estar blandas. Las tercera y cuarta (mathlath y bamm) estaban hechas con intestinos de cachorro de león, lo cual las hacía más melodiosas con una sonoridad clara y densa, un uso duradero y mayor resistencia a los cambios de temperatura. Otra innovación fue el cambio del plectro, se dejo de usar el de madera y se sustituyó por uno de pluma de águila, lo cual facilitó tocarlo y el sonido ganó en intensidad.




De esta manera el historiador Ibn Hayyan (m. 1076) en su obra Muqtabis II-1 explica:

“ en al-Andalus el laúd sigue teniendo cuatro cuerdas a la antigua usanza, respondiendo a los cuatro elementos de la naturaleza. Si bien Ziryab le añadió la quinta cuerda intermedia, logrando su laúd un concepto más sutil y un sentido más completo, pues la primera es la amarilla y corresponde en el laúd a la bilis del cuerpo, la segunda que la sigue se hizo roja ocupando en el laúd la posición de la sangre en el cuerpo, siendo en grosor el doble de la primera, por eso se llama doble, mientras que la siguiente es negra, correspondiente en el laúd a la atrabilis del cuerpo, y se llama bordón, siendo la cuerda superior del laúd, doble de la tercera que está debajo y carece de tinte, quedando según ello blanca, pues equivale a la flema en el cuerpo y es en grosor doble que la segunda, por lo que se llama tercera.....
Ziryab añadió al conjunto la cuerda intermedia sanguínea, esta quinta cuerda la inventó en al-Andalus y puso bajo la tercera y encima de la segunda, acertando en su propósito, pues en su laúd se completaron las fuerzas de los cuatro humores, y la quinta añadida en la mitad vino a ser como el alma en el cuerpo, con lo que perfeccionó su obra y evidenció su mérito. “

En este punto se creó una duda ... ¿ el ´ud andalusí tenía cinco cuerdas? 

Según los musicólogos, parece ser que no. Puede que Ziryab la introdujera en la corte emiral cordobesa y que tanto al-Hakam I (796-822) y abd ar-Rahman II (822-847) disfrutaran de la poesía y los sonidos de laúd de cinco cuerdas de Ziryab, pero esta quinta cuerda y la relación de la tonalidad con el alma habían sido ya estudiados por sabios como el ya mencionado al-Kindi en su epístola sobre las notas y las melodías.
El motivo de añadir una quinta cuerda se hizo con la idea completar hasta dos octavas, dando así mayor musicalidad.
Los teóricos de la música orientales han seguido estudiando el valor de esta quinta cuerda en el laúd, sin embargo en al-Andalus y siguiendo las palabras de Ibn Hayyan “ el laúd sigue teniendo cuatro cuerdas a la antigua usanza”.



Ibn Bayya en su “Espistola sobre las melodías”  explicó la teoría musical de las cuatro cuerdas en relación tanto con el número cuatro, como los elementos de la naturaleza y del hombre, los puntos cardinales, las fases de la luna, las estaciones del año, las cualidades de los objetos, el origen de las cuatro notas y cuatro modos principales en la música andalusí.

En los códices y en los numerosas representaciones del laúd en al-Andalus se puede confirmar que el ‘ud andalusí contaba con cuatro cuerdas. Además tenemos los tratados y crónicas andalusies y magrebies que afirman también este hecho. Es más, después de Ziryab no se ha vuelto a mencionar la quinta cuerda, lo cual pudiera significar bien que no tuvo arraigo en el gusto musical andalusí o bien que fuera una leyenda.




Estas son las características de las cuerdas del ´ud andalusi: 

La primera cuerda se llama Zir (seda), su color es el amarillo y su humor correspondiente es la bilis, el elemento de la naturaleza es el fuego. Su timbre agudo activa la circulación.                  

La segunda cuerda se llama Mathla (seda), su color es el rojo, su humor correspondiente es la sangre y el elemento de la naturaleza es el aire. Su sonido está indicado contra la melancolía.            

La tercera cuerda se llama Mathlath (tripa), su color es el blanco y su humor correspondiente es la flema y su elemento de la naturaleza es el agua. Su sonido amortigua la tristeza, calma las enfermedades de tipo digestivo.   
    
La cuarta cuerda se llama Bamm (tripa), su color es el negro y su humor correspondiente es la melancolía y el elemento de la naturaleza es la tierra. Es la cuerda más grave, lleva paz al alma de los espíritus inquietos.           


El estudio de la música andalusi es muy amplio y complejo, porque abarca varias materias científicas, filosóficas, místicas y musicales, que unidas en perfecta armonía dan sentido a los modos, tonalidades y notas que conforman las nubes andalusíes. 

No es extraño entonces que cada vez que escuchamos un laúd u orquesta andalusi sintamos emociones tan intensas ... Es la fuerza divina del Universo.




BIBLIOGRAFIA:

-       “La música andalusi al-‘ala historia, conceptos y teoría musical” por Amin Chaachoo  - editorial Almazara 2011

-       “La música arábigo-andaluza” de Christian Poche –editorial Akal

-       “La música andalusi en el Magreb” de Mahmoud Guettat – fundación El Monte 1999

-       “Pasado y presente de la música andalusi” de Manuela Cortés – fundación El Monte 1996

-       Artículos de Dra. Manuela Cortés García: “elementos profanos y sufíes en la música andalusi-magrebi” , “sobre la música y sus efectos terapéuticos en la epístola sobre las melodías de Ibn Baya

-       Laúd andalusi Omar Metioui sonusantiqva.org