ABRAHAM IBN ZARZAL, médico
sefardí al servicio del rey don Pedro I de Castilla
Por Elisa Simon
Abraham ibn Zarzal, médico y
astrólogo sefardí del siglo XIV. Para ahondar en este personaje he buscado en
la documentación que tengo a mi alcance y dentro de mis posibilidades. No
encontré muchos datos. Sin embargo, decidí seguir adelante con el artículo
porque este personaje sirvió a tres monarcas sobresalientes de su tiempo: un sultán meriní, un
emir nazarí y un rey castellano.
No se sabe su fecha y lugar de
nacimiento, Abraham ibn Zarzal o Ibrahim ibn Zarzar, se lo sitúa en Granada en
la época del emir Muhammad V, cuando en 1354 fue llamado por el sultán meriní
de Fez, Abu ´Inan Faris para que lo tratara de una enfermedad. Así, ibn Zarzal cruzó
el Estrecho y se estableció en aquella corte durante un tiempo. Allí conoció y
se hizo amigo del gran ibn Khaldun.
Probablemente a la muerte del sultán meriní Abu´Inan Faris, nuestro médico sefardí regresó a Granada a la corte de Muhammad V, quien
estaba a punto de ser destronado. De hecho, en 1359 cuando el emir nazarí debió
abandonar su ciudad, ibn Zarzal marchó hacia el reino de Castilla, a
Sevilla, donde se presentó ante el rey don Pedro I. Gracias a su carta de
recomendación rubricada por el
soberano granadino y la buena impresión que le causó al rey, ibn Zarzal fue
integrado en la corte sevillana en el Alcázar. El rey don Pedro tuvo a su lado
a este medico sefardí no sólo para cuidar su salud sino para predecir el
futuro.
patio de los leones, la Alhambra, Granada |
Hacia 1362 el emir nazarí, que
había estado en el exilio en Fez, logró recuperar el trono con la ayuda de don
Pedro. Ambos soberanos decidieron ratificar sus tratados de paz. Así, Ibn
Zarzal encabezó la embajada castellana a Granada donde le entregó cartas y
regalos del rey castellano. Un año después, serían los nazaríes quienes visitaron
Sevilla con ibn Khaldun al frente, para rubricar el tratado de paz, trajo
asimismo valiosos regalos para el rey don Pedro. Ibn Khaldun cayó muy bien al
rey, quien le ofreció un puesto en su corte, que el polígrafo declinó con mucha
educación. Tuvo la oportunidad de pasar tiempo con su amigo ibn Zarzal en los
jardines del Alcázar.
Fachada palacio rey don Pedro, Real Alcázar, Sevilla |
En el libro “Introducción a la
historia” de Ibn Khaldun, se menciona a ibn Zarzal, en la autobiografía
del polígrafo:
“ Allí (en Sevilla) fui presentado al rey (don Pedro), quien me recibió
con todos los honores. El había oído hablar de mí y de la relevancia que tuvo
mi familia en Sevilla, a su médico, el judío Ibrahim b. Zarzar. A éste, que era
también astrónomo de gran categoría, lo conocí en la corte de Abu ´Inan, el
cual había necesitado de sus servicios y le mandó a buscar a la ciudad de
Muhammad V. “
En el libro de Francisco Bueno
“los Judíos de Sefarad” cita un pasaje, donde el propio rey don Pedro mantiene
una conversación con ibn Zarzal poco antes de su asesinato en Montiel.
“Don Abraham, bien sabedes que vos e todos los astrólogos de mi regno,
me dixisteis siempre que fallábades por vuestra astrología que mi Nascimento
fue en tal constelación que yo avía de ser el mayor rey que nunca ovo en
Castiella del mi linaje, e que avía de conquerir los moros fasta ganar la Casa
Sancta de Ierusalem, e otras cosas muchas de victorias, que yo avía de aver. Et
agora paresçeme que todo es contrario; porque cada día veo que todos mis fechos
van en destroyçión, de mal en peor, sin ninguna enmienda. Por lo cual digo que
vosotros los astrólogos que esto me dixisteis, que me lo dixisteis por me
lisonjar, sabiendo que era al contrario e non sopisteis lo que me dixisteis. “
Abraham ibn Zarzal le respondió
con suaves palabras, que los augurios eran irreversibles y que había sido
originados por sus propios pecados. Había hecho tantas cosas mal, que se habían
torcido las constelaciones, los astros y sus indicaciones. El asunto no tenía
remedio.
En efecto, el rey don Pedro fue
asesinado por su hermanastro en 1369.
No se tienen más noticias sobre
Abraham ibn Zarzal, podría ser que permaneciera en Sevilla bajo Enrique II o
bien pudiera ser que decidiera regresar a la corte nazarí donde quizá se
sentiría más seguro. Por otro lado, se sabe que Ibn Zarzal tenía un hijo, llamado Moshé, que fue
un médico que alcanzó gran reputación y era medico personal de Enrique III.
BIBLIOGRAFIA:
- Introducción a la historia de
Ibn Jaldun
- Los judíos de Sefarad de
Francisco Bueno
Qué interesante! Me ha encantado el texto! Un beso desde Brasil!
ResponderEliminarFue una época buena pero breve la de D. Pedro, al menos para la pequeña burguesía y para las minorías. Gracias por el relato tan interesante.
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