LA FACHADA DEL MIHRAB DE LA MEZQUITA-CATEDRAL DE CORDOBA
Una obra de arte exuberante y una sublime expresión del arte
al servicio de la religión.
En la ciudad de Córdoba se
encuentra uno de los monumentos más hermosos y sorprendentes del mundo: la
mezquita-catedral. Nada más acceder al interior de este edificio, el corazón se
encoge ante tanta belleza, luego comienza a latir con emoción, mientras paseo
alzando la vista, para admirar las dovelas rojas y blancas y los capiteles
romanos del bosque de columnas. A medida que avanzo pienso en los emires y
califas omeyas andalusíes, que han realizado esta obra monumental para que hoy
podamos admirar su grandeza. Entre foto y foto imagino los artesanos y alarifes
creando belleza, según los deseos de aquellos gobernantes de los siglos VIII,
IX y X. El pulso se acelera cuando vislumbro la suntuosidad que se muestra en
los arcos lobulados y columnas con capiteles de los talleres califales. Sigo
adelante en mi recorrido hasta llegar a la máxima expresión del arte, justo en
el momento en que me paro delante del mihrab de la antigua mezquita. No hay
palabras … se siente admiración, asombro, hechizo.
interior mezquita de Córdoba, llegando al mihrab |
Me sitúo delante del mihrab, (1)
que se mandó construir en el silgo X por el gran califa al-Hakam II, cuando
éste decidió ampliar la mezquita de sus antepasados. Qurtuba, en aquel tiempo,
era la capital de un gran estado, sólido y fuerte, con una economía y un
comercio boyantes. El califa al-Hakam II había recibido una exquisita
educación, era un erudito y amante de las artes y las ciencias. Probablemente
su status y el aumento de población musulmana, lo llevó a ampliar el espacio de
la mezquita, fijando especial atención en la ornamentación del mihrab.
fachada del mihrab de la mezquita-catedral |
Es éste el espacio más
significativo y sagrado de una mezquita, desde donde el imam dirige su oración.
La forma semi-esférica o poligonal hace que la voz del religioso se prolongue y
resuene así en todo el recinto. Intento enfocar con el zoom los detalles del nicho, que tiene
ocho lados y está coronado por una cúpula en forma de gran concha marina, que
representa la fuente de la vida. Distingo un friso de arcos de herradura
trilobulados con finas columnillas y una inscripción conmemorativa de las
personas que intervinieron en su construcción.
“… este trabajo se realizó bajo la dirección del visir Ya´far ibn ´abd
ar-Rahman y con la inspección de Muhammad ibn Tamlij, Ahmad ibn Nasr y Jald ibn
Hashim, jefes de la policía y de Mutarrif ibn abd ar-Rahman, el secretario … en
la luna de du-l-hiyya 354 (diciembre 965)”
Había leído que, el califa
al-Hakam II se involucró personalmente en esta empresa, reuniéndose insitu con
maestros alarifes y arquitectos que lo aconsejaban y exponían sus proyectos.
Los talleres califales se emplearon a fondo para esculpir columnas de mármol de
la zona, en tonos rosados y negro con vetas blancas, labraron estucos, con la
técnica del cincelado blando, para decorar los frisos, tallaron madera para
cubrir los techos.
Al-Hakam II quiso guardar la línea arquitectónica del
edificio, amplió la mezquita once naves en dirección sur, por lo que el muro de
la qibla se desplazó y no hubo más solución que derribar el mihrab
preexistente, construido por el emir abd ar-Rahman II. El muro de la qibla, es
el que muestra la orientación en la que los fieles deben rezar y que suele
estar en dirección a La Meca, en el centro de dicho muro se sitúa el mihrab,
que el califa no pudo salvar al desplazar el muro de la qibla hacia el
sur. Conservó de aquel mihrab de
abd ar-Rahman II las cuatro pequeñas columnas con fustes y capiteles. Exigió a
los arquitectos, que el nuevo mihrab se realizara siguiendo el modelo del que
debió derribar.
Me quedo absorta observando las
teselas que decoran la fachada.
¡Son mosaicos bizantinos!
El califa redactó una carta al emperador de Bizancio, Nicéforo Focas, en
la cual le pidió el envío de teselas multicolores, mosaicos de vidrio, típico
del arte sacro bizantino. De esta
manera, el omeya cordobés imitó a
su antepasado sirio, cuando éste realizó la misma petición al emperador de
Constantinopla para decorar la mezquita omeya de Damasco.
bayt al-mal o sala del Tesoro, con decoración de mosaicos de la mezquita de Damasco, Siria (2007) |
fachada de la puerta de la mezquita de Damasco, decorada con teselas bizantinas |
La respuesta no se hizo esperar, según
Ibn ´Idari, el emperador cristiano mandó hacia la capital de al-Andalus un
maestro artesano bizantino y 320 quintales de teselas o mosaicos de vidrio de
distintos colores, en especial, azules cobalto, rojo y dorados. Todo ello
pensando en la decoración de la fachada del mihrab. Aquel maestro bizantino enseñó a los artesanos andalusíes en
los talleres califales el arte de las teselas. Cuando los hubo formado, regresó
a Constantinopla colmado de regalos y bendiciones del califa. Mientras tanto
los artesanos se afanaban en seguir las enseñanzas del bizantino e incluso
algunos de ellos lograron superarlo en habilidad.
La fachada y la cúpula que
antecede al mihrab es la obra de arte más impresionante de la antigua mezquita,
los minutos pasan y sigo ahí delante sin pestañear. Una foto más, a través del
visor me fijo en los detalles, hermosos motivos vegetales realizados con esmero
y en aquella esquina descubro unas piñas y racimos de uvas.
El arco de herradura compuesto
por dovelas, es una maravilla y está encuadrado dentro de un alfiz. Un friso de teselas azules y doradas
rodean el alfiz con alabanzas a Dios. Por encima de este friso, enfoco la
cámara hacia uno de los siete arquitos ciegos con decoración floral. Es
magnífico ver aquellos diminutos mosaicos de no más de 1 cm2. Advierto una inscripción en árabe, muy
pequeña, que nos informa de la fecha de terminación de esta fachada en el año
cristiano de 965.
inscripción conmemorativa |
inscripción conmemorativa |
Me fijo especialmente en las dos pares de columnitas con basa
y capiteles procedentes del mihrab anterior que flanquean el acceso al nicho.
Si la fachada es cautivadora, no
lo es menos la cúpula que antecede al nicho del mihrab. Es una delicia para los
amantes de la geometría. La cúpula es perfección, armonía y simetría. ¡Es
deslumbrante!
Ocho hermosos arquitos sobre pequeñas columnas se entrecruzan
creando un espacio octogonal, donde descansa una cúpula de gajos, ocho
delicados gajos de naranja. Cuatro ventanitas con arcos de herradura aportan
luz, para que podamos disfrutar de esta sublime obra, decorada con mosaicos
bizantinos que dibujan atauriques y una inscripción en árabe bordea la cúpula.
Cuesta desprenderse de este
entorno del edificio, poco a poco me voy alejando guardando en mi retina y en
mi corazón aquel trozo de historia andalusí.
Elisa Simon
BIBLIOGRAFIA:
- - Andalucía de cerca, editorial Edilux 2001
- - Cuadernos historia 16, la mezquita de Córdoba ,
Alfonso Jiménez Martín
- - http://cvc.cervantes.es/actcult/mezquita_cordoba/fichas/generales/
NOTA:
(1) El mihrab es un nicho abierto en el centro del muro de
la qibla, es decir que el muro hacia
donde los musulmanes deben orientar sus oraciones y que suele estar orientado a
La Meca. En al-Andalus, junto al mihrab se solía situar la maqsura, que era un espacio privado reservado para el califa y su
familia.
Del otro lado del mihrab estaría situado bayt al-mal o Sala del Tesoro, donde el
qadí guardaba bajo llave y custodiaba las donaciones pías.
Un elemento fundamental situado junto al mihrab es el almimbar, se trata de un púlpito movil
tallado en madera desde donde el imam realiza la jutba o sermón los viernes al mediodía.
Que maravilha é a catedral de Córdoba. Ela ocupa uma parte do que foi a mesquita de Córdoba, às margem do Guadalquivir (wadi al kibir= o rio grande).
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