Sa´ida
el-Horra
Por Elisa Simon
En relación con el artículo
anterior, “La magia de Xauen” me
gustaría contarles la historia de Sa´ida el-Horra, hija del fundador de la
hermosa ciudad de Xauen, en Marruecos.
Moulay Alí ibn Rashid, se casó
con una bella mujer morisca llamada az-Zahra, natural de Basher o Besher,
actual Vejer de la Frontera. Este pueblo está situado en las montañas de la
sierra de Cádiz, muy cerca del océano Atlántico y junto al río Barbate.
En la
parte más alta de Besher o Basher se construyó en época andalusí una Alcazaba,
para vigilar el tráfico marítimo y terrestre. Pertenecía a la cora (distrito)
de Sidonia o Saduna, cuya capital era madinat ibn al-Salim, actual Medina
Sidonia. A lo largo de la historia de al-Andalus, Besher al igual que la
mayoría de las pequeñas localidades de la sierra de Cádiz, vivieron su época
andalusí a la sombra de las grandes ciudades. Hacia 1250 Besher cayó en manos
castellanas, pronto pasó a formar parte de la línea de frontera entre el reino
nazarí y Castilla, de ahí el término “de la frontera” al igual que los nombres
actuales de muchas ciudades de la provincia de Cádiz.
Hasta hoy en día Vejer de la
frontera conserva el legado andalusí como las cobijadas, mujeres del lugar
cubiertas con un manto tapando gran parte de su rostro, las cuales se veían
caminando por las callejas hasta no hace mucho tiempo. El trazado del pueblo,
con calles estrechas, casas encaladas y pequeñas plazas como en Xauen. En
cuanto a la repostería, los ricos pasteles típicos con frutos secos, son
algunos ejemplos de la herencia andalusí en Vejer.
La bella morisca Az-Zahra marchó junto a su esposo Moulay Alí ibn Rashid para el Magreb, después de que éste participara en la guerra de Granada a finales del siglo XV.
Moulay Alí ibn Rashid fundó la
ciudad de Xauen en 1471, que se extendió alrededor de una Alcazaba inicial.
Dicen que Alí ibn Rashid construyó esta ciudad enclavada en la montañas del Rif
a semejanza de Vejer, en honor a su querida esposa az-Zahra. El matrimonio tuvo
varios hijos, entre ellos una hija a la que llamaron Sa´ida, nacida en 1493.
Ella al igual que sus hermanos recibió una esmerada educación, tanto en letras
como en ciencia. Sa´ida mostró desde joven su carácter independiente y fuerte.
Con tan solo 17 o 18 años se casó con el comandante de Tetuán, el Mandri II. En
aquellos tiempos, las costas marroquíes estaban siendo asediadas por
castellanos y portugueses, de ahí que el-Mandri II, marchara con su ejército en
campaña, ausentándose de la ciudad en varias ocasiones por períodos más o menos
prolongados. Mientras su esposo estaba fuera, Sa´ida comenzó a ocuparse del
bienestar de los tetuaníes. Enseguida mostró su valía, tenía gran capacidad y
determinación para gestionar y dirigir la política de Tetuán. Se ganó el cariño
del pueblo y el respeto de los gobernadores de las ciudades de los alrededores.
En 1539 su esposo el-Mandri II
murió y ella, en solitario, asumió el poder de la gobernación de Tetuán. Dicho
cargo lo ostentó durante 17 años, a lo largo de los cuales demostró audacia y
valentía, ya que después de fortificar la ciudad y construir unos astilleros en
la desembocadura del río Martil, se asoció al pirata bereber Jayreddine,
apodado Barbarroja para hacer frente y hostigar a los castellanos y portugueses.
Se convirtió en una seria y dura adversaria, mencionada en muchas ocasiones en
las crónicas portuguesas y castellanas, llamándola “Dama Pura” o “Noble Dama”.
Sa´ida supo sacarle partido a la piratería, ya que la economía tetuaní se vio
muy beneficiada, gracias a los ingresos recibidos a cambio de la liberación de
los prisioneros. Desde Fez, el sultán watasí, intentó, sin éxito, controlar el
territorio de la Noble Dama, ganándose a cambio el respeto del poder fesí.
El hermano de Sa´ida, llamado
Muhammad, tercer gobernante de Xauen, se vio envuelto en una situación política
delicada frente al poder de Fez. Cuestión que ahora sería muy largo de contar.
La solución a dicho conflicto pasó por un acuerdo de matrimonio entre el sultán
de Fez Moulay Ahmed y la Señora de Tetuán, Sa´ida. De esta manera la situación
de su hermano Muhammad en Xauen, quedó resuelta. Las condiciones del acuerdo
matrimonial las impuso Sa´ida, por ejemplo, la exigencia que fuera el propio Moulay
Ahmed, quien se presentara en Tetuán para celebrar el enlace, que tuvo lugar en
1541. Ella exigió también continuar con su gobierno en Tetuán. Y así fue. Sólo
un año después, debido a la codicia de su hermano, quien sólo después de
aliarse con un gran ejército, logró vencer a la Gran Señora. Sa´ida fue
expulsada de Tetuán y sus bienes fueron confiscados. Lamentablemente, en ese
momento desaparece de la historia la figura de tan singular mujer. Surgieron
distintas leyendas entorno a su lugar de descanso. Unos dicen que regresó a su ciudad natal,
Xauen donde murió y fue enterrada en la zawiya Raysuniyya.
Sa´ida el-Horra pasó a la
historia de Marruecos como la única mujer que gobernó un territorio
independiente, lo que le valió el máximo respeto hasta hoy en día. Los marroquíes
la veneran especialmente en su ciudad natal, Xauen.
BIBLIOGRAFIA:
-
El Marruecos andalusí.
Museo sin fronteras. Edición Electa y EDDIF.
-
Marruecos, gentes,
tradiciones y creencias. Yolanda Guardione, Alianza Editorial
Qué extraña historia la de Sa ´ida, cómo el destino le dibujó un camino tan distinto al de las mujeres de su cultura, que hoy continúan sin poder público. Muy interesante la investigación.
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