IGLESIAS MUDÉJARES DE SEVILLA
Por
Elisa Simon
Iglesia de San Andrés, de origen mudéjar con añadidos en siglos posteriores . |
La sociedad había
alcanzado un alto nivel de desarrollo en las técnicas de construcción, las
artes, la alfarería, la yesería y el trabajo en madera. Los edificios más
importantes mostraban una alta sofisticación en la decoración. Los arcos
lobulados, los paños de sebka, los mocárabes, arcos de herradura apuntados. Se
empleó sistemáticamente el ladrillo frente a la piedra. En Sevilla vivía una
población profesional, que conocía este tipo de arte, con alto conocimiento de
geometría y matemáticas.
La corte castellana
de Fernando III tomó el Alcázar como primera medida. El rey estableció un
gobierno local o Consejo, formado por 24
caballeros, hombres de la nobleza castellana, que habían colaborado en la
conquista de la ciudad.
Según indicaba las capitulaciones, la población
andalusí debió abandonar la ciudad en el plazo de un mes. No se sabe cuántas
familias partieron. Se sabe, por ejemplo, que desde el puerto de Sevilla
zarparon entre 5 y 8 galeras en dirección a Ceuta. Otras se fueron hacia el
norte por la ruta de la plata, mientras que otros se refugiaron en en Aljarafe.
La ciudad de los
primeros años después de la conquista es una ciudad casi vacía, donde las casas
y edificios deshabitados empiezan a deteriorarse.
La falta de
compromiso de los conquistadores para con las nuevas tierras y la alta cualidad
de las edificaciones andalusíes, que hacían innecesarias una inversión
inmediata. Cuando la nobleza castellana se quizo implicar en el desarrollo
urbano, los modelos islámicos se habían adaptado y su continuidad dentro del
mudéjar fue una constante.
plano de la judería y la morería de Sevilla en el siglos XIII y XIV. Museo Mudéjar de Sevilla |
En 1250 la mezquita aljama se consagró en Iglesia de culto católico, pasando a ser Iglesia Mayor de Santa María, como era habitual bajo Fernando III. El infante don Felipe, hijo de Fernando III, fue nombrado primer arzobispo de Sevilla, sin embargo por ser menor no podía ejercer su cargo, por lo que fue nombrado Don Remondo, administrador del Cabildo.
El libro del repartimiento, se
comenzó a redactar bajo Fernando III. Entre muchas cosas en él se indica que,
todas las mezquitas, había unas 80, pasaron a ser propiedad de la Iglesia. Don Remondo, escogió las mejor
situadas, las más grandes y las mejor acabadas mezquitas de barrio para
convertirlas en Iglesias. Estableció así las collaciones o parroquias,
siguiendo el orden de los barrios andalusíes que había en la ciudad. Esas
mezquitas pasaron a denominarse Iglesia de san Gil, de San Julián, de Santa
Lucía y así hasta un número de 24. Al menos 3 eran exentas, es decir, que no
tenían casas adosadas y contaban con patio.
Siguiendo las
indicaciones del rey Fernando III, quedó una mezquita situada en la aljama o
morería, donde viviría una mínima población musulmana y otras 3 situadas en un
barrio junto al alcázar, fueron entregadas a los judíos sevillanos, quienes las
convirtieron en sinagogas, desplazando de esta manera la judería andalusí.
Las mezquitas más
pequeñas, muchas adosadas a las casas, muchas sin patio y sin espacio libre
delante, las repartió entre la nobleza, quienes les dieron un uso no religioso.
Probablemente habría zawiyas o pequeños oratorios, que se consideraron
mezquitas. Tan abundante era el numero de mezquitas que a pesar del
establecimiento de las parroquias quedaban aún muchas sin ninguna utilización.
Muchas fueron demolidas, otras pasaron a formar parte de palacios, monasterios
y conventos.
Este inmenso reparto
se inició bajo Fernando III y continuó bajo Alfonso X e incluso Sancho IV
(1284-1295).
Fernando III murió en
1252. Su hijo y sucesor Alfonso X lo enterró en la Iglesia Mayor, que seguía
siendo el edificio de la mezquita almohade.
La superficie de la
sala de oración con sus 17 naves, se dividió en dos espacios separados por una
verja de hierro. Hacia el lado oriental se situó la capilla real, donde fue
sepultado el rey Fernando III. Se colocó allí la estatua de la virgen de los reyes
en un altar portátil. Hacia el otro lado del edificio se estableció el cabildo
catedral, con coro y la imagen de santa María de la sede. A lo largo de los
siglos XIII y XIV se construyeron capillas, de estilo mudéjar decoradas con
yesería y alicatados, adosadas a los muros, así como en la galería del patio de
los naranjos. El patio en sí se utilizó también como mercado. Después de 1356,
se aprovechó el terremoto para derribar la mezquita y levantar una catedral
gótica, al estilo del Cister.
Alfonso X fundó en
1254 las escuelas generales de latino y arábigo, en el colegio san Miguel, cuya
portada también es mudéjar y del cual quedan algunos restos escondidos entre
los edificios del cabildo, en pleno centro de la ciudad.
patio donde estaba situado el Colegio San Miguel, en el pasaje del Cabildo, Sevilla |
Alfonso X nombró al canónigo Gonzalo Martínez de Torrelobatón “mayordomo de las mezquitas” mientras que don Remondo sigue gozando de la máxima confianza del rey Alfonso X. Y es el máximo responsable de la venta, arrendamiento o cambio de las mezquitas.
Se sabe que una
mezquita situada en la plaza de san francisco, una de las más grandes fue
entregada a los genoveses para hacer de ella su lonja. Según parece 3 tiendas
entre las actuales calles Sierpes y Francos fueron mezquitas.
En 1260 Alfonso X
solicita al cabildo, que una mezquita sea entregada para que habiten en ella
unos físicos, que habían venido a la ciudad a enseñar.
A partir de 1272
según noticias del mayordomo de las mezquitas Gonzalo Martínez de Torrelobatón,
da a Gonzalo Ruiz y su mujer una
mezquita en la collación de san Vicente, “en tal manera que la tengades e
vos siruedes della en vuestros días de amos ados, e que fagades y una casa en
para de la otra que está y fecha, así como tiene la pertenencia dela calle
fasta las tapias nuevas que y están, de buenas tapias, e de buena madera”
Cedió otra mezquita situada en el arena de Sevilla
próxima a las nuevas atarazanas y al puentecillo morisco, detallando “quela cabtengades e la meioredes … et que fagades en esta
mezquita dos portales, el uno ante la puerta e el otro que se tenga con él
fasta la otra espina que tiene mientes ala daraçana, e que sena fechso e
acabados de bona madera, e de bona teja, e de bona obra” (1277)
Algunos de los
andalusíes que se habían refugiado en el Aljarafe regresaron a la ciudad
convertidos en mudéjares, nombre dado
a los andalusíes musulmanes, que decidieron quedarse en tierras conquistadas
por los castellanos. Si bien el número de mudéjares al parecer era pequeño,
vivían en la morería, barrio del Adarvejo, donde seguía en funcionamiento una
mezquita para ellos. Muchos de estos mudéjares eran profesionales de la
construcción, artesanos, carpinteros o alfareros.
Estos artistas
mudéjares hicieron que las artes industriales alcanzaran gran desarrollo, en
las iglesias y monasterios. A lo largo del siglo XIII ellos conservaron la
tradición del arte almohade, transmitiéndolo a las posteriores generaciones que
llevarían a su culminación el arte mudéjar en Sevilla en el siglo siguiente. En
1275 un documento dice “ que fagan los
moros bannos e tiendas e fornos e molinos e alfóndegas que lo fagan esto ala
costumbre de los moros”.
En 1287 el maestre
don Pero Fernández les encarga una obra a los judíos don Mosse hijo de don
Abrahin, el maestro de la judería y don Vidal diciéndoles “ de tal manera que vos, los sobredichos judíos, adobedes los molinos
de buena argamasa. Assi como fue en tiempos de los moros …
Los constructores de
las Iglesias mudéjares de Sevilla fueron alarifes musulmanes y judíos así como
otros maestros burgaleses. Los alarifes tenían su libro de reglamentos,
llamado, Libro del Peso de los alarifes
y la Balanza de los Menestrales, libro de las antiguas ordenanzas de los
alarifes de Sevilla. El libro daba normas sobre cómo hacer las obras y ofrecía
la resolución de los pleitos que se pudieran presentar. Especifica quienes son
alarifes. Eran técnico del oficio, con estudios de geometría y de ingenios de
tipo militar. Estaban muy bien valorados.
Los invito ahora a dar un paseo por Sevilla, para visitar algunas de las Iglesias mudéjares, para ver sus características y singularidades de algunas de ellas.
La Iglesia de Omnium Sanctorum, situada en plena calle Feria del barrio de la Macarena, muestra algunas características de estos templos medievales. La portada está realizada en piedra, con una portada abocinada, casi sin decoración. Suelen ser templos de tres naves, siendo la central más ancha y más alta. Desde el exterior se distinguen bien los tres óculos por donde entra la luz. Otra característica que tienen estas Iglesias es la situación de la torre, siendo sólo una y siempre al norte. La orientación de estos edificios suelen guardar la de las antiguas mezquitas, ya que fueron levantadas aprovechando sus cimientos, así como la parte inferior de los alminares. La torre de Ominium Sanctorum es un buen ejemplo de la adaptación de los paños de sebka almohades al estilo mudéjar.
La iglesia de Santa Marina es otro buen ejemplo de estas Iglesias sevillanas. Situada también en el barrio de la Macarena, en la calle san Luis.
Es una de las más lindas iglesias mudéjares. Si se fijan, en la fachada, muestra algunas imágenes de santos, alrededor de la portada abocinada. En esta portada se nota una evolución en la decoración.
El interior de Santa Marina es muy interesante, porque a lo largo del siglo XIV se fueron añadiendo espacios a las naves. Se trata de capillas funerarias, donde fueron enterrados gente de la nobleza o personajes con dinero. Algunas de estas personas eran conversos y seguían los gustos andalusíes. De ahí que estas capillas fueran construidas a modo de qubbas almohades con espléndidas cúpulas, como ésta de la capilla de la Piedad. Según los anales de Diego Ortíz de Zúñiga, la mandó construir Juan Martínez, armador real, el cual está enterrado junto con su mujer en esta capilla.
El interior de la iglesia de Santa Marina guarda las características de estos templos mudéjares. Planta de tres naves, con artesonado de madera, el de la nave central, realizado con la técnica "a par y nudillo", mientras que los laterales se cubren con la técnica de "colgadizo". Pueden distinguir que el ábside, la zona más sagrada de una Iglesia, está realizada en piedra, siguiendo los cánones del Císter gótico. Al ser alzado en piedra, el ábside necesitaba contrafuertes en el exterior para poder aguantar el peso.
Aquí tienen la portada que originalmente pertenecía a la iglesia de Santa Lucía y que fue trasladada a la de Santa Catalina.
Pueden ver que el tipo de portada y su decoración se repite.
El ábside de la Iglesia de Santa Catalina es de la primitiva iglesia, muestran el trabajo en ladrillo mudéjar, con los arcos almohades.
Una curiosidad es la ya mencionada Iglesia de Santa Lucía, que en su día también fue mezquita de barrio. Situada en el barrio de la Macarena, cerca de la muralla almohade, al final de la calle Sol. Por su ubicación, algo alejada, indica que se trataría de una mezquita y luego Iglesia de carácter secundario. En el siglo XIX fue desacralizada, y hoy alberga el Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía. Vean como es hoy en día el interior.
La iglesia más antigua de la ciudad, que fue mezquita de barrio es la de San Gil. Fundada por don Ramondo, en tiempos del rey Alfonso X. Se alzó sobre una mezquita, debió construirse entre 1259 y 1286. Restaurada después del terremoto de 1356 y posteriormente también. Sigue las mismas características que estamos mencionando, con tres naves, ábside ochavado en piedra, portada abocinada. Situada cerca de la muralla, junto a una de las vías más importantes de acceso a la ciudad, en el barrio de la Macarena. Una de las peculiaridades es que en los contrafuertes del ábside de piedra se alternan columnas con pilares.
En el interior de San Gil, deben fijarse en estos hermosos alicatados en el ábside. El párroco muy amable, nos dejó acceder para sacar las fotos.
En el centro de la ciudad se encuentra la hermosa iglesia mudéjar de San Andrés, frente a una amplia plaza llena de bares de tapas. En este caso también se aprovechó una mezquita de barrio, de la cual quedan pocos restos en el arranque de la torre y al parecer parte de una de las capillas. Si bien el templo de tres naves fue levantado en el siglo XIV, fue restaurado después del terremoto de 1356 y se fueron añadiendo espacios a lo largo de los siglos.
En un costado del ábside se encuentra esta yesería con inscripciones en árabe, probablemente perteneciente al templo mudéjar primitivo.
Vamos a ir acabando nuestro recorrido por la zona centro, en la iglesia de San Pedro. Si bien la portada es de siglos posteriores, así como el cuerpo superior de la torre, sin embargo guarda algunos detalles de época mudéjar.
Si se fijan en los detalles de las ventanas de la torre, están realizadas con arcos lobulados enmarcados en un alfiz.
En su interior vean la decoración mudéjar de este altar,
así como la cúpula de la capilla funeraria realizada hacia 1379, cúpula sobre trompas con adornos de lacería de ocho en ladrillo recortado y algunas piezas cerámicas.
Debemos incluir en este paseo la iglesia de San Marcos, por varios motivos. Fue fundada por Fernando III y levantada sobre una mezquita. Al igual que las demás fue restaurada después del terremoto del siglo XIV.
En la fachada de la portada aparece un elemento nuevo, se eleva el dintel de la portada para incluir un friso de ataurique y lacería a base de pequeños arcos lobulados y paños de sebka, que es una muestra del esplendor del mudéjar en Sevilla. El dintel está sostenido por doce cabecitas de leones.
El interior de la iglesia fue reconstruido, si bien se puede observar, el empleo del arco de herradura dentro de un alfiz dentro del estilo mudéjar, sostenidos sobre pilares cuadrados. Fíjense, como el ábside muestra el estilo gótico realizado en piedra. El artesonado original ya no existe.
En este paseo hemos incluido algunas de las iglesias mudéjares, las más emblemáticas y aquellas que muestran alguna peculiaridad. Sevilla cuenta con dieciocho iglesias mudéjares de las 24 mezquitas principales convertidas en templos cristianos a lo largo de los siglos XIII y XIV. Fueron los alarifes mudéjares quienes las levantaron, dejando en cada una de ellas la huella, la herencia de aquellos artistas andalusíes, que decidieron vivir bajo dominio cristiano. En este artículo hemos mencionado sólo algunas de estos ejemplos de arquitectura mudéjar, sin embargo, tenemos en esta ciudad uno de los mejores ejemplos de toda la Península: el Alcázar del rey don Pedro, sin olvidar que en los siglos siguientes este estilo siguió vigente entre la nobleza, como en Casa de Pilatos, del siglo XVI y otros palacios tales como Casa de los Pinelo, Casa Salinas, Palacio de las Dueñas, Palacio de Altamira, Palacio de los Mañara, Palacio de la condesa de Lebrija. Todos ellos guardan el estilo mudéjar adaptado a su tiempo.
Ya entrado el siglo XIX, el estilo llamado neomudéjar fue empleado en Sevilla en el palacio de la Buhayra y ya en el siglo XX, con el arquitecto Aníbal González, el estilo mudéjar se puede contemplar en la plaza de América en el parque de María Luisa, en el pabellón mudéjar, hoy día Museo de Artes y Costumbres Populares.
Omnium Sanctorum, en calle Feria, Macarena, Sevilla. |
La Iglesia de Omnium Sanctorum, situada en plena calle Feria del barrio de la Macarena, muestra algunas características de estos templos medievales. La portada está realizada en piedra, con una portada abocinada, casi sin decoración. Suelen ser templos de tres naves, siendo la central más ancha y más alta. Desde el exterior se distinguen bien los tres óculos por donde entra la luz. Otra característica que tienen estas Iglesias es la situación de la torre, siendo sólo una y siempre al norte. La orientación de estos edificios suelen guardar la de las antiguas mezquitas, ya que fueron levantadas aprovechando sus cimientos, así como la parte inferior de los alminares. La torre de Ominium Sanctorum es un buen ejemplo de la adaptación de los paños de sebka almohades al estilo mudéjar.
interior de iglesia de Ominum Sanctorum, tumbas de los marqueses de la Algaba. Con azulejos mudéjares. |
La iglesia de Santa Marina es otro buen ejemplo de estas Iglesias sevillanas. Situada también en el barrio de la Macarena, en la calle san Luis.
Es una de las más lindas iglesias mudéjares. Si se fijan, en la fachada, muestra algunas imágenes de santos, alrededor de la portada abocinada. En esta portada se nota una evolución en la decoración.
El interior de Santa Marina es muy interesante, porque a lo largo del siglo XIV se fueron añadiendo espacios a las naves. Se trata de capillas funerarias, donde fueron enterrados gente de la nobleza o personajes con dinero. Algunas de estas personas eran conversos y seguían los gustos andalusíes. De ahí que estas capillas fueran construidas a modo de qubbas almohades con espléndidas cúpulas, como ésta de la capilla de la Piedad. Según los anales de Diego Ortíz de Zúñiga, la mandó construir Juan Martínez, armador real, el cual está enterrado junto con su mujer en esta capilla.
cúpula de la capilla de la piedad, iglesia santa marina, Sevilla |
espléndida cúpula de inspiración nazarí, decorada con lacerías, mocárabes, atauriques, caligrafía y concha. |
El interior de la iglesia de Santa Marina guarda las características de estos templos mudéjares. Planta de tres naves, con artesonado de madera, el de la nave central, realizado con la técnica "a par y nudillo", mientras que los laterales se cubren con la técnica de "colgadizo". Pueden distinguir que el ábside, la zona más sagrada de una Iglesia, está realizada en piedra, siguiendo los cánones del Císter gótico. Al ser alzado en piedra, el ábside necesitaba contrafuertes en el exterior para poder aguantar el peso.
contrafuertes de la iglesia de santa marina, sevilla |
La Iglesia de Santa Catalina es quizá el mejor ejemplo, donde se puede distinguir que en su día fue mezquita de barrio. Levantada en la primera mitad del siglo XIV. Observen la orientación, la situación de la torre, la parte inferior de la misma. Las pequeñas dimensiones del edificio. Actualmente sigue en restauración en el interior. Otra peculiaridad de esta iglesia es que su fachada no es suya. La portada original está oculta por la portada de la iglesia de Santa Lucía, que fue traslada hacia 1929.
iglesia de Santa Catalina, sevilla |
portada de la iglesia de Santa Catalina, sevilla |
Pueden ver que el tipo de portada y su decoración se repite.
El ábside de la Iglesia de Santa Catalina es de la primitiva iglesia, muestran el trabajo en ladrillo mudéjar, con los arcos almohades.
Una curiosidad es la ya mencionada Iglesia de Santa Lucía, que en su día también fue mezquita de barrio. Situada en el barrio de la Macarena, cerca de la muralla almohade, al final de la calle Sol. Por su ubicación, algo alejada, indica que se trataría de una mezquita y luego Iglesia de carácter secundario. En el siglo XIX fue desacralizada, y hoy alberga el Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía. Vean como es hoy en día el interior.
antigua Iglesia de Santa Lucía, hoy Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía, Sevilla |
La iglesia más antigua de la ciudad, que fue mezquita de barrio es la de San Gil. Fundada por don Ramondo, en tiempos del rey Alfonso X. Se alzó sobre una mezquita, debió construirse entre 1259 y 1286. Restaurada después del terremoto de 1356 y posteriormente también. Sigue las mismas características que estamos mencionando, con tres naves, ábside ochavado en piedra, portada abocinada. Situada cerca de la muralla, junto a una de las vías más importantes de acceso a la ciudad, en el barrio de la Macarena. Una de las peculiaridades es que en los contrafuertes del ábside de piedra se alternan columnas con pilares.
contrafuertes de la iglesia de san gil, sevilla |
En el interior de San Gil, deben fijarse en estos hermosos alicatados en el ábside. El párroco muy amable, nos dejó acceder para sacar las fotos.
en el ábside se encuentran estos alicatados originales del siglo XIV. |
En el centro de la ciudad se encuentra la hermosa iglesia mudéjar de San Andrés, frente a una amplia plaza llena de bares de tapas. En este caso también se aprovechó una mezquita de barrio, de la cual quedan pocos restos en el arranque de la torre y al parecer parte de una de las capillas. Si bien el templo de tres naves fue levantado en el siglo XIV, fue restaurado después del terremoto de 1356 y se fueron añadiendo espacios a lo largo de los siglos.
Iglesia San Andrés, Sevilla |
lateral de la iglesia de San Andrés, Sevilla |
En este lateral de la Iglesia de San Andrés, podemos ver los añadidos que tuvo este templo a lo largo del tiempo. Pueden distinguir los contrafuertes del ábside en piedra rematados con almenas de gradas, al igual que la cúpula de la capilla funeraria que se asoma entre los naranjos. La capilla, de 1483, pertenecía a la familia Villasís, condes de Peñaflor. Pedro Villasís podría ser converso. El era el encargado de recaudar un impuesto llamado "farda". Había un dicho en la ciudad que decía "judío de larga nariz, paga la farda a Villasís". Aquella capilla funeraria es hoy la capilla sacramental que muestra esta magnífica cúpula gallonada sobre trompas, mudéjar realizada en ladrillo.
cúpula de capilla funeraria de la iglesia de San Andrés. |
En un costado del ábside se encuentra esta yesería con inscripciones en árabe, probablemente perteneciente al templo mudéjar primitivo.
yesería mudéjar en un lateral del ábside de la iglesia de San Andres, Sevilla con inscripciones en árabe. |
iglesia de san pedro, sevilla |
En su interior vean la decoración mudéjar de este altar,
interior iglesia san pedro, sevilla |
así como la cúpula de la capilla funeraria realizada hacia 1379, cúpula sobre trompas con adornos de lacería de ocho en ladrillo recortado y algunas piezas cerámicas.
cúpula de la capilla del sagrario de la iglesia san pedro, sevilla |
Debemos incluir en este paseo la iglesia de San Marcos, por varios motivos. Fue fundada por Fernando III y levantada sobre una mezquita. Al igual que las demás fue restaurada después del terremoto del siglo XIV.
En la fachada de la portada aparece un elemento nuevo, se eleva el dintel de la portada para incluir un friso de ataurique y lacería a base de pequeños arcos lobulados y paños de sebka, que es una muestra del esplendor del mudéjar en Sevilla. El dintel está sostenido por doce cabecitas de leones.
fachada del iglesia san marcos, sevilla |
detalle de esta cenefa, con arcos polilobulados y paños de sebka, iglesia san marcos, sevilla |
iglesia de san marcos, sevilla |
interior de la iglesia de san marcos, sevilla |
En este paseo hemos incluido algunas de las iglesias mudéjares, las más emblemáticas y aquellas que muestran alguna peculiaridad. Sevilla cuenta con dieciocho iglesias mudéjares de las 24 mezquitas principales convertidas en templos cristianos a lo largo de los siglos XIII y XIV. Fueron los alarifes mudéjares quienes las levantaron, dejando en cada una de ellas la huella, la herencia de aquellos artistas andalusíes, que decidieron vivir bajo dominio cristiano. En este artículo hemos mencionado sólo algunas de estos ejemplos de arquitectura mudéjar, sin embargo, tenemos en esta ciudad uno de los mejores ejemplos de toda la Península: el Alcázar del rey don Pedro, sin olvidar que en los siglos siguientes este estilo siguió vigente entre la nobleza, como en Casa de Pilatos, del siglo XVI y otros palacios tales como Casa de los Pinelo, Casa Salinas, Palacio de las Dueñas, Palacio de Altamira, Palacio de los Mañara, Palacio de la condesa de Lebrija. Todos ellos guardan el estilo mudéjar adaptado a su tiempo.
Ya entrado el siglo XIX, el estilo llamado neomudéjar fue empleado en Sevilla en el palacio de la Buhayra y ya en el siglo XX, con el arquitecto Aníbal González, el estilo mudéjar se puede contemplar en la plaza de América en el parque de María Luisa, en el pabellón mudéjar, hoy día Museo de Artes y Costumbres Populares.
BIBLIOGRAFÍA:
-
Las mezquitas de al-Andalus.
Susana Calvo Capilla
-
De mezquita a iglesia: el
proceso de cristianización de los lugares de culto de al-Andalus. Susana Calvo
Capilla
-
Edades de Sevilla. De
Hispalis a Ishbiliya. Magdalena Valor Piechotta
-
Arqueología y mezquitas
urbanas en al-Andalus: Estado de la cuestión. Carmen González Gutiérrez
-
Libro del repartimiento de
Sevilla. Julio González
-
Mudéjares y moriscos
sevillanos. Celestino López Martínez
-
Arquitectura alfonsí. Rafael
Cómez
-
Arquitectura mudéjar
sevillana. Diego Angulo Iñiguez
-
Historia de Sevilla. La
ciudad medieval (1248 – 1492). Miguel Ángel Ladero Quesada
-
Crónica de Diego Ortiz de
Zúñiga. Biblioteca virtual Junta de Andalucía